El pasado 16 de agosto asistí a los actos de juramentación del nuevo bufete directivo de la Alcaldía de Cambita, momento que también coincidió con la rendición de cuentas del actual alcalde Cristino Lorenzo Pérez, quien cumplía su primer año de gestión al frente de dicha corporación edilicia.
Debo decir que salí avergonzado con las sandeces que dicho funcionario se atrevió a pronunciar en una fecha tan significativa como ese, donde se celebraba un día tan importante para la población dominicana.
Quien suscribe no sabía que un funcionario como el señor Lorenzo era capaz de salir con tantas estupideces en un momento donde más bien se requería de informar al pueblo de "sus logros" o de las inversiones realizadas con los dineros que administra, que aunque cree que son suyos, no es así, solo es administrador.
Dentro de sus estupideces, lo primero que se presentó fue como un PHD no se en que área del saber, porque solo lo conozco como un simple bachiller que para la época en que vivimos, es un analfabeto, pero eso no es lo importante, sino que sabiendo que no está en condiciones de abrir un debate de ésta naturaleza, se dedica a criticar a otros que según él son "
frustrados profesionales". ¡Cuantas estupideces se le puede ocurrir a una persona cuando no posee ni la más mínima idea de lo que es un funcionario!
La segunda estupidez del alcalde fue entrar en un área que, en su analfabetismo no tiene ni la más mínima idea de lo que se trata. Para citar sus propias palabras, el alcalde dijo que "
algunos quieren que nos convirtamos en asesinos como ellos" como dando a entender que ya un servidor ha dado suficiente razón para ser asesinado por él y sus delincuentes. En esta expresión el alcalde ha entrado en un terreno que no le traerá buenas cosas.
La afirmación del alcalde Lorenzo, primero señala a alguien como asesino lo que es respondible, desde luego, es una expresión que alude a un servidor, pues en nuestra época de estudiante nos vimos involucrado en un incidente que trajo como consecuencia un proceso que se llevó a los tribunales de la República los cuales se pronunciaron en nuestro favor y aunque no voy a detallar aquí sobre el particular, estoy dispuesto a discutirlo con el analfabeto del señor alcalde de Cambita donde él desee.
Segundo, el alcalde Lorenzo trata de colocarse por delante para que en un posible atentado contra nosotros, que debo decir, que ya él y sus delincuentes lo tienen planificado, el tratar de salirse con la suya diciendo que no fue él, pues como idiota al fin, cree que con eso puede escapársele al brazo "largo" de la justicia.
En tercer lugar, el alcalde en su analfabetismo cree que los ciudadanos como soberanos que somos frente a la cosa pública, tienen que pedirle permiso a él para asistir a un acto de ésta naturaleza. Si fuera así, entonces, ¿a quien es que se le rinde cuentas?
Lo anterior es por la orden que existía de no permitirle a un servidor de asistir a la actividad conmemorativa de los 148 años de la Restauración de la República, lo que parece que se le peló, porque cumplí con mi objetivo de sentarme frente al funcionario que de tantas "eses" que soltó, me lamenté que no llevé un paraguas.
El informe que no dio
El alcalde Cristino Lorenzo dio un informe mostrenco a los pobladores de Cambita, olvidando que el informe que debió dar parece que la página se le quedó en casa.
Pero un servidor lo va a ayudar para que los pobladores de Cambita estén enterados de lo que se hace con el dinero del pueblo.
El primer informe que debió estar en las memorias del alcalde fue la compra de tres camiones para la recogida de basura con la cual se llevó al bolsillo más de un millón de pesos por concepto de dicha compra que violó la Ley 340-06 sobre compras y contrataciones de bienes y servicios estatales. Eso no lo dijo el alcalde.
El segundo informe es que con el dinero de los pobladores de Cambita, el alcalde Lorenzo se construyó un acueducto privado valorado en más de diez millones de pesos para su finca de una montaña de Cambita. Ese informe fue el primero que debió dar.
El tercer informe que el alcalde debió dar es que con el dinero del pueblo, el alcalde paga los empleados que tiene en su finca de Rancho Arriba de San José de Ocoa, una finca adquirida después de juramentarse como funcionario municipal y no figura en su declaración jurada de bienes, precisamente porque no ha hecho ninguna declaración jurada, pues el "Faraón" de Cambita le luce violar todas las leyes y la Constitución.
El cuarto informe que debió dar el alcalde fue el dinero que se embolsilló con la terminación de la alcaldía municipal, que dijo que gastó la friolera de 18 millones de pesos, cuando en realidad no llegó a tres millones. Eso no lo dijo el señor alcalde.
El quinto informe que debió dar el alcalde es decir la verdad sobre un autobús que rifó la FEDOMU, que a Cambita no le costó ni un centavo por el acarreo de dicho vehículo, pero que ya el alcalde "atrapó" un dinerito por ese concepto. Lo que quiere decir, que el alcalde es como el Rey Mida, que todo lo que toca lo convierte en oro.
Por el momento vamos a dejar hasta aquí, no sin antes lamentarnos que los pueblos se den funcionarios tan ineptos como el actual alcalde de Cambita, jamás había visto tanta estupidez en un solo cuerpo.
¡Hasta la próxima, si Dios y ustedes quieren dominicanos!
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