sábado, 2 de octubre de 2010

El Fondo de los Hechos


Buenas intenciones y nada más


Siempre lo he dicho y no me cansaré de repetirlo mientras me quede algún aliento de vida, (que sé que ya hay lacayos de las actuales autoridades que desearían quitármela, no sin la anuencia de los que hoy se hacen llamar “autoridades”), “de buenas intenciones está lleno el camino del infierno”.

Lo que señalamos aquí es por la “gran” reunión que acaban de realizar el alcalde y sus lacayos concejales, con lo que dejan conformada una supuesta comisión que se encargará de coordinar todo lo relativo a la conformación de un supuesto “Plan Estratégico Municipal”, de cara al “municipio de nuestros sueños”, como lo definiera mi entrañable amigo Emmanuel Solano Martínez en la nota que me envía y que por considerarla de importancia, la publico en mi blog personal.

Alguien podría preguntarse ¿Y que tiene de malo que se planifique lo que queremos a cinco, diez o quince años? Ciertamente no tiene nada de malo que se planifique, pues todo lo que se hace sin planificación no puede salir bien y es precisamente ahí donde está el meollo del asunto.

Ocurre que el señor Alcalde Cristino Lorenzo Trujillo, digo Pérez y sus lacayos concejales ya planificaron el futuro de lo que puede ser el municipio en esos cinco, diez o quince años más adelante con una infeliz y mostrenca resolución donde aprueban la apertura de una mina de materiales para la construcción ubicada precisamente en la “laringe” del pequeño valle que aloja a nuestro pueblo.

Entonces, ¿Que más es lo que se va a planificar, si ya ellos decidieron por todo el pueblo? Es por lo que al ver el cinismo del concejal presidente, el señor Aquiles Zapata cuando leía aquella cantinflada y mostrenca resolución que daba por iniciado el supuesto “Plan Estratégico Municipal”, me dio nauseas y me ausenté del lugar para no vomitar delante de todos.

Pero no obstante las pretensiones del señor alcalde y sus lacayos, debo decir que lo que viene será una batalla legal por la resolución que permite a un supuesto empresario abrir una mina de materiales para la construcción en la comunidad de San Francisco, donde el alcalde y sus lacayos ni siquiera se percataron de que era necesario presentar un estudio de impacto ambiental, así como un permiso del Ministerio de Medio Ambiente para ellos aprobar dicha mina, por lo que desde ésta tribuna le advertimos que podrían verse en el banquillo de los acusados.

Es por lo que señalamos lo del inicio y vamos más lejos, lo de buenas intenciones, como señala el dicho popular no es precisamente por las buenas intenciones, sino porque esas buenas intenciones se convierten en malas, toda vez que al aparecer las apetencias personales a las que el señor alcalde hace alusión, refiriéndose a otros, sin quitar primero la viga de su ojo, aparece entonces la “condenación” que lleva a estos que tuvieron las supuestas buenas intenciones al infierno.

En el caso de la especie, tanto los concejales que aprobaron la resolución que otorga el permiso al empresario, que de acuerdo a informaciones que poseo, es un ex general, como el señor alcalde Cristino Lorenzo podrían, en este caso, ir a parar, no tal vez al infierno, pero sí al banquillo de los acusados por la resolución de marras, lo que sí los convierte en justiciables y por vía de consecuencia en imputados, que de hecho es el camino de la condena.

Por el momento nos reservamos el derecho de enfrentar en los tribunales a los que han llegado con un interés marcado en sus propios beneficios personales, sin tomar en cuenta a la mayoría de los munícipes, muchos de los cuales ya han advertido sobre las posibles consecuencias de tan desafortunada decisión de una Sala que apenas posee poco más de un mes de haberse juramentado para ya haber hecho tantas estupideces.

Además, el actual alcalde no le interesa lo que piense la gente en cuanto a prioridades se refiere, pues llega a un ayuntamiento supuestamente quebrado, según ellos mismos, sin embargo, en vez de ver junto a sus colaboradores y personas distinguidas del pueblo, cuales son las prioridades, a fin de asumirlas con lo poco que encontró, según él, lo que hace es comenzar a destruir y a asesinar el medio ambiente y la recreación de los munícipes derribando todo cuanto encontró en el parque Central, todo por “darle a ganar” unos cuantos miles de pesos a sus colaboradores más cercanos, porque el que se fajó en campaña tiene que disfrutar de las mieles del poder, ¡Cuanta ignorancia!

Por lo demás, y en lo particular, pienso que con dictadores como el señor alcalde y sus lacayos no hay que discutir sobre el “municipio de nuestros sueños”, pues ellos como sabelotodo ya lo diseñaron, por lo que, lo siento por las organizaciones que se prestan para hacerle el jueguito a lo que desde ya está se constituye en un mazo más de documentos que engalanarán los anaqueles y gavetas del ayuntamiento local y otras entidades que lo usarán para presentarlo como ejemplo de lo que no debe ser a otros que inicien dicho proceso, tal y como ocurrió con Villa Altagracia.

¡Hasta la próxima, si Dios y ustedes quieren dominicanos!

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