viernes, 18 de septiembre de 2009

Una red pagaba vacaciones a jóvenes para transportar droga a España


Fuente: elnuevodiario.com.do

Málaga (España), 18 sep (EFE).- Un total de 28 personas fueron detenidas por la Policía como presuntos miembros de una red que pagaba vacaciones en la República Dominicana a jóvenes parejas españolas para transportar droga, una operación en la que fueron intervenido tres kilos de cocaína. Los detenidos son los principales responsables de la estructura y algunos de los que actuaron como correos de la droga. Seis de ellos ingresaron en prisión y el resto permanecen en libertad con cargos.

La organización buscaba jóvenes veinteañeros, en situación económica precaria, a los que ofrecían mil euros (casi 1.500 dólares) y una semana de vacaciones en Punta Cana o en otros destinos de Latinoamérica.

Preferían parejas de chico y chica, según el jefe de la Policía Judicial de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en la localidad de Ronda, en la provincia de Málaga, Salvador García.

La misma fuente informó a Efe de que la documentación confiscada demuestra los numerosos viajes que se habían realizado.

La droga, una vez en España, era distribuida en Ronda y su comarca y otros lugares como Sevilla o Madrid.

La policía no descarta más arrestos en esta operación, denominada "Mojito", en la que los agentes se incautaron de 12.000 euros (17.600 dólares) en efectivo y que se inició a finales del pasado año.

Dice Gobierno ni PLD instruyeron incluir en reforma término veraz a Ley de Libre Acceso a la Información


Por FRANCIA VALDEZ
Fuente: elnuevodiario.com.do

SANTO DOMINGO.- El vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque dijo este viernes que debe quedar claro que no es una directriz del gobierno ni del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) la inclusión del término veraz en la segunda lectura de la reforma constitucional en lo referente a la Ley de Libre Acceso a la Información Pública. “Quiero decir lo siguiente, en esta segunda lectura, debe quedar claro que no es una directiva del gobierno ni tampoco hemos llegado a ningún acuerdo con el PRD en cuando al aspecto que se ha agregado ahora de información veraz, esa no ha sido bajo ningún concepto instrucciones del gobierno y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD)”, precisó Alburquerque al ser entrevistado en el Palacio Nacional.

El vicemandatario dijo que el texto debe permanecer como se ha acordó en primera lectura de simplemente “se garantiza las libertad de información y de investigación en la República Dominicana, sin agregar el calificativo veraz”.

“Nosotros no compartimos esa posición y no es una directriz ni del gobierno ni del Partido de la Liberación Dominicana. “Nosotros no estamos absolutamente de acuerdo con la inclusión de ese término veraz en la segunda lectura de la reforma.

En ese sentido, el doctor Alburquerque abogó porque los legisladores del PLD voten para que el texto permanezca tal y como fue aprobado en primera lectura, “nosotros tenemos necesidad y ha sido una vocación firme del PLD de mantener la libertad de información en la República Dominicana”.

“Estamos seguros que los legisladores del Partido de la Liberación Dominicana votarán para que el texto permanezca tal y como fue aprobado en la primera lectura”, enfatizó el vicemandatario.

LF hablará en sesión ONU y sostendrá encuentros bilaterales


Por FRANCIA VALDEZ
Fuente: elnuevodiario.com.do

SANTO DOMINGO.- El presidente Leonel Fernández sostendrá varios encuentros con representantes de instituciones y personalidades de Estados Unidos, en la agenda de trabajo que inicia el próximo lunes, la cual incluye su intervención en el 64 Sesión Ordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. El mandatario saldrá el domingo a las 11: 00 de la mañana hacia la ciudad de Nueva York, en vuelo privado desde la Base Aérea de San Isidro, y su regreso está previsto para el domingo 27 de los corrientes.

Según la agenda divulgada este viernes por la dirección de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia, el mandatario se dirigirá el miércoles 23 a los miembros de la ONU, en un discurso pautado para las 3:00 de la tarde, donde según se ha informado, tratará sobre la crisis política en Honduras tras el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya.

El presidente Fernández pronunciará el lunes una conferencia magistral en Hostos Community College, con el tema “El Futuro de la Educación Superior en la República Dominicana”, a partir de las 6:00 de la tarde, y previamente acudirá a John Jay School of Criminal Justice, donde hará una exposición sobre la aplicación del Plan de Seguridad Democrática que se aplica en el país para combatir la delincuencia y la criminalidad.

El martes, el gobernante acudirá a la sesión de alto nivel sobre Cambio Climático del Global Compact, y participará en la inauguración de la Sesión Plenaria de la V Reunión de la Iniciativa Global Clinton.

Fernández hablará a partir de las siete de la noche en Brooklyn Law School, sobre el proceso de Reforma Constitucional que se ventila actualmente en el Congreso Nacional.

Mientras que, el miércoles a las 9:00 de la mañana, el jefe de Estado asistirá al inicio de la sesión inaugural del debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde hablará su secretario general, Ban Ki-Moon.

A partir de las 11:30 de la mañana, sostendrá una reunión bilateral con el señor Kerin Rudd, primer ministro de Australia, en la sede de las ONU. Una hora después, se reunirá con la presidenta de Finlandia, señora Tarja Halonen, en las instalaciones de la ONU, y posteriormente con representantes del gobierno de Senegal.

El presidente Fernández, junto a los demás gobernantes y jefes de Estado, participará en el almuerzo que ofrecerá el secretario general de la ONU en la sede de ese organismo mundial, a la 1:15 de la tarde. A partir de las tres de la tarde, está fijado el discurso del presidente Leonel Fernández en el salón de sesiones de la ONU.

El mandatario asistirá a las 7: 30 de la noche a la recepción ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a los representantes de las delegaciones oficiales reunidos en Nueva York.

El jueves 24, el presidente Fernández irá a un desayuno con representantes de la firma Simpson Thacher & Bartlett LLP, en el 425 de la avenida Lexington.

A las cuatro de la tarde de ese mismo día se reunirá con integrantes del Comité Judío-Americano y a las ocho de la noche sostendrá un encuentro con miembros de la comunidad dominicana en Nueva York, en la escuela Hermanas Mirabal.

El viernes 25 el mandatario sostendrá un encuentro con oficiales dominicanos electos en el hotel New York Palace, y a partir de una de la tarde hablará sobre el”Clima de Negocios en la República Dominicana, Perspectivas frente a la Crisis” ante representantes de Citigroup, Barrick Gold y la Cámara Americana de Comercio.

Fernández visitará a la NYU School of Law, donde tendrá una reunión y luego un encuentro con estudiantes de último año del JD, donde hablará sobre el RD-CAFTA o Globalización del Derecho. Estarán presentes, además, las autoridades académicas del centro.

jueves, 17 de septiembre de 2009

PRD manifiesta su postura ante la comparecencia que el Secretario de Hacienda y Crédito Público

El titular de la dependencia entregó la semana pasada a la Cámara de Diputados el paquete económico y los criterios generales de política económica para la iniciativa de la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos correspondiente al Ejercicio Fiscal del 2010:

El paquete incluye las siguientes iniciativas: Ley de la Contribución para el Combate a la Pobreza; la iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, así como la iniciativa de decreto que reforma diversas disposiciones fiscales, y otra correspondiente a la Ley Federal de Derechos y una referente a la Ley General de Derechos Relativos al Régimen Fiscal de Petróleos Mexicanos.

Con esta propuesta, el gobierno de Felipe Calderón pretende gravar con un 2 por ciento general al consumo, denominado “impuesto de los pobres”; aumentar del 28 al 30 por ciento el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y aumentar gravámenes a diversos servicios, así como los precios de la gasolina y el gas.

El impuesto del 2 por ciento general al consumo sería una forma de gravar alimentos y medicinas y es un intento de aplicación del Impuesto al valor Agregado (IVA), con lo que afectará a los sectores más económicamente vulnerables de la sociedad.

Por otra parte, el aumento el ISR implica cobrar aún más impuestos a pequeños y medianos empresarios, profesionistas y trabajadores calificados, el sector cautivo de la política fiscal.

Estas medidas implican cobrar impuestos a quienes menos ganan y aumentar la carga a los contribuyentes cautivos. En contraste, hay sectores de comercio informal que no pagan impuestos y, a cambio, son parte de la estructura político-electoral del Partido Acción Nacional. Tampoco se cobrará impuestos a los que más ganan en el país, que son los multimillonarios consorcios empresariales como Telmex, Bimbo, Kimberly Klark, Coppel y otros. Estos empresarios privilegiados reciben como pago a sus favores la concesión fiscal de pagar un porcentaje menor de impuestos respecto al resto de los mexicanos. Es una situación insostenible en un estado democrático y en una verdadera economía de mercado porque beneficia a un grupo minoritario de sociedad en perjuicio de una mayoría cada vez más depauperada.

La propuesta fiscal del gobierno calderonista anula los beneficios que pudieran obtenerse por la desaparición de tres secretarías de Estado, afectan a los que menos tienen y ponen al país en riesgo de un estallido social

El PRD considera que las medidas de austeridad anunciadas por el gobierno federal son insuficientes y propone ajustes mayores y aumentar el déficit presupuestal y ha planteado a través de sus legisladores y órganos de dirección tanto a nivel nacional como estatal que el camino para enfrentar a la actual crisis económica es la aplicación de un verdadero programa de austeridad y el manejo eficiente y responsable de los recursos públicos.

Es una acción absurda e irresponsable tratar de obtener más recursos públicos con más impuestos y el aumento de precios y la acción pertinente es aumentar la base de contribuyentes (que paguen impuestos aquellos que se encuentran en formas de economía no regulada por el control fiscal) y revisar y regular el actual esquema fiscal, sobre todo en lo referente a los regímenes especiales de tributación, para que paguen más impuestos quienes más ganan.

El PRD respalda la postura de sus legisladores federales de rechazar la propuesta fiscal del gobierno federal y asume su compromiso de impulsar políticas sociales responsables, sobre todo en beneficio de los sectores más vulnerables de la sociedad.

La muerte de mamá: Yván Silén y el fetiche del hijo loco


Voy vagando por las calles con | la mirada extraviada, sin ver nada, | yo que todo lo he visto, cerrando | a veces los ojos convulsivamente cuando | se asoma a ellos el recuerdo de aquella | cuyo nombre no me atrevo a pronunciar | por miedo de su recuerdo […] | … Y nada temo tanto como la muerte. Leopoldo María Panero / El lugar del hijo


Por Rey Andújar | © Claridad
Fuente: mediaIsla, Boletín 1142

Toda escritura acerca de la muerte es referencial: sobre ésta se escribe de oídas. La escritura acerca de lo fúnebre siempre se establecerá desde la euforia melancólica que implica la ausencia absoluta y que confirma la muerte como un trayecto sin regreso.

Podría decirse lo mismo de la madre. La escritura de la maternidad siempre será alusiva para ciertos seres humanos: mujeres que no pueden o no deben procrear; hombres que aunque lo deseen, aunque lo logren, nunca podrán experimentar la creación de una manera total, ya que su constitución morfológica los exime del proceso de gestación. La concepción maternal define género, no necesariamente de una manera social pero definitivamente de orden físico y orgánico.

Lo planteado anteriormente no anula ni limita las posibilidades de escribir una buena novela; todo lo contrario. La novela es un espacio de lo imposible, en donde influye dramáticamente la articulación de una verdad no declarada y la imaginación del autor. Lo determinante es la manera en que se cuenta la historia, el nivel de compromiso [Sábato] y verosimilitud de la voz narrativa, la complejidad y fluidez de la trama. ¿Cómo novelar desde la periferia? Quizás desde el desvío de un sueño; desde la vigilada esquizofrenia de una alerta flotante: desde la novela como propuesta de contradicción y controversia en relación con ciertos postulados de condicionamiento y orden social.

Mamá ha muerto

La muerte de la madre es el silo desde donde Yván Silén (Santurce, 1944) pretexta una búsqueda de lo estético. El desgarramiento que se manifiesta con la desaparición de un ser es planteado en algunos textos de este escritor como un espacio de producción. He aquí donde de inmediato se presenta la paradoja: la muerte, considerada básicamente como ausencia, se concibe aquí como el elemento que se equipara a la madre como fuente creativa. Para Silén la muerte es predecible en su naturaleza; es en realidad el único absoluto certero; es la parte inevitable, innegable y necesaria de la vida. Aunque también asume el papel de materia positiva: es el renacer de las pasiones, el acceso a la verdad y la ascensión a la poesía. Sólo en la muerte se reconoce a la madre como el rescate de las miserias e ingratitudes del mundo. La madre y la muerte no son dos elementos que se corresponden o complementan: son dos presencias totales, abarcadoras, que al friccionar, generan una tensión fundamental.

Es dulce y doloroso, en suma. La madre debe morir. Va a morir. Y este silogismo, esta diatriba de placer y tristeza, es la chispa de euforia que justifica el luto narrativo; porque Silén es, ante todo, escritor: su objetivo final no es explicar sus carencias personales o razonar acerca de estas partículas sociales como elementos antropológicos. La función del escritor es escribir, y [Onetti] escribir bien. Escudriñar en el absurdo, en lo innoble, en la imperfección corriente, hasta encontrar la belleza.

La violencia definitiva, controversial, se instala desde la primera línea del relato. Instaurado el ímpetu, es necesario encontrar un código verosímil que permita establecer una conexión dramática. La voz narrativa se fundamenta en una especie de delirio artístico y confesional; una travesía onírica basada en la plástica que funda [Barthes], simultáneamente, la belleza y el amor.

La voz de Ivanoskar –independientemente de que cuente la locura encerrada en un sueño- se hace creíble gracias a su capacidad de apelar a los sentidos. Al leer La muerte de mamá, se tiene la sensación de que ese sonido ha sido insertado en el texto mismo desde mucho antes de su concepción, ya que esta voz tiene el peso de una acción vital que busca apelar al sensorio en su totalidad, especialmente al sentido de la visión: mirar establece una relación directa con lo otro; esta acción admite la presencia de lo exterior y permite al escritor y su interlocutor (el lector) encontrarse en lugares comunes. Desde la primera parte del texto, frases como "Las enfermeras me miraron…" y "He venido a contemplar la muerte de mamá", otorgan supremacía al sentido de la visión. La mirada permite, procrea, relaciona e intenta dar sentido al mundo exterior.

El estadio erótico, sacro

Lo erótico reafirma la propuesta con relación a la maternidad y a lo funerario. La cópula es el exceso de los cuerpos. Dos de sus componentes principales son la penetración, en donde el que penetra regresa al cuerpo; y el orgasmo, que ha sido comparado por diversos autores con una pequeña muerte. Pero el texto no se revela totalmente en ninguno de estos dos estadios, sino que se mantiene en un constante vértigo cerca del abismo; podría decirse que esta novela sugiere el acto, nunca lo impone.

Aunque no es sino hacia el final de la novela en donde puede identificarse la confluencia entre la sicalipsis y la fuerza bíblica: el autor utiliza el símbolo cristiano de la Santa Cena (la cópula), para alegorizar los argumentos que sustentan la exaltación de la figura de Mamá como deidad meta-textual, cuasi-omnipotente. Esto se consigue al subrayar uno de los pilares en que se sustenta el mito de la cena [ayuntamiento de la carne]: el sacrificio. Pero la inmolación tiene sus principios, sus límites; esa muerte no debe ser una ausencia cualquiera; Mamá tiene que ser pura, "[…] planchas la catalufa de Dios y tu sudario de virgen."; Mamá es profeta, "La muerte de mamá anunciaba la caída del imperio." Mamá es guardarraya y fin, "El cáncer de su cuerpo se había convertido en el límite del mundo."; Mamá es objeto idolatrado, "La madre es el fetiche del hijo loco […]"

Lo antisocial

Con la solidificación de la imagen de Ivanoskar como mártir-delincuente, podría asegurarse que la novela cumple con su propuesta príncipe: la elaboración de una obra de arte desde la tensión contradictoria del conflicto humano; la creación de una novela rechazando los principios literariamente estipulados para su confección; un texto universalmente puertorriqueño que no favorece las corrientes de escritura de la ínsula. La muerte de mamá no es el ruido de luto que entona el hijo ante el cuerpo inerte de la creadora; es un poema novelizado; un amago de Cantar de los cantares. La muerte de mamá es la canción que entona un coro de seres destinados al fracaso del amor y la muerte.
[Rey Andújar, escritor dominicano residente en Puerto Rico, autor de Candela, 2007]

La cuestionada supremacía estadounidense en América Latina


Por Noam Chomsky | © La Jornada
Fuente: mediaIsla, Boletín 1142

Estados Unidos fue fundado como un imperio infante en las palabras de George Washington. La conquista del territorio nacional fue una gran aventura imperial. Desde los primeros días, el control del hemisferio fue una meta vital.

América Latina ha conservado su primacía en la planeación global de Estados Unidos. Si Estados Unidos no puede controlar a América Latina, no puede esperar lograr un orden exitoso en otros lugares del mundo, declaró el Consejo Nacional de Seguridad del presidente Richard M. Nixon en 1971, cuando Washington estaba considerando el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende en Chile.

Recientemente el problema del hemisferio se ha intensificado. América del Sur se ha movido hacia la integración, un prerrequisito para la independencia; ha ampliado sus vínculos internacionales y ha empezado a enfrentar sus desórdenes internos, entre los cuales destaca el tradicional dominio de la minoría europeizada pudiente sobre un océano de miseria y sufrimiento.

El problema se agudizó hace un año en Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, donde, en 2005, la mayoría indígena eligió a un presidente de sus propias filas, Evo Morales.

En agosto de 2008, después de la victoria de Morales en un referendo, la oposición integrada por elites respaldadas por Estados Unidos se tornó violenta, desembocando en la matanza de unos 30 partidarios del gobierno.

En respuesta, la recién formada Unión de Repúblicas Sudamericanas (Unasur) convocó a una reunión cimera. Los participantes –todos los países de América del Sur– declararon su pleno y firme apoyo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue ratificado por una gran mayoría.

Por primera vez en la historia de América del Sur, los países de nuestra región han decidido cómo resolver nuestros problemas, sin la presencia de Estados Unidos, observó Morales.

Otra manifestación: el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha prometido poner fin al uso por parte de Estados Unidos de la base militar de Manta, la última instalación de ese tipo de Estados Unidos en América del Sur.

En julio, Estados Unidos y Colombia firmaron un acuerdo secreto para permitir a Estados Unidos la utilización de siete bases militares en Colombia.

El propósito oficial es contrarrestar el narcotráfico y el terrorismo, pero altos oficiales militares y funcionarios civiles de Colombia familiarizados con las negociaciones revelaron a la Associated Press que la idea es hacer de Colombia un centro para las operaciones del Pentágono.

El acuerdo proporciona a Colombia un acceso privilegiado a abastecimiento militar de Estados Unidos, según informes. Colombia ya es actualmente el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense (aparte de Israel-Egipto, una categoría separada).

Colombia ha tenido de lejos el peor historial de derechos humanos en el hemisferio desde las guerras centroamericanas de los años 80. La correlación entre la ayuda de Estados Unidos y las violaciones a los derechos humanos ha sido notada desde hace tiempo por académicos.

La Ap citó también un documento de abril 2009 del Comando de Movilidad Aérea de Estados Unidos, en el que se propone que la base Palanquero en Colombia podría convertirse en locación de seguridad cooperativa.

Desde Palanquero, "casi la mitad del continente puede ser cubierta por un (trasporte aéreo) C-17 sin recargar combustible", señala el documento. Esto podría formar parte de una estrategia global en ruta que ayude a lograr la estrategia y contribuya a encaminar la movilidad a África.

El 28 de agosto, la Unasur se reunió en Bariloche, Argentina, para analizar la cuestión de las bases militares en Colombia.

Después de un debate intenso, la declaración final subrayó que Sudamérica debe mantenerse como una tierra de paz y que fuerzas militares extranjeras no deben amenazar la soberanía e integridad de ninguna nación de la región. E instruyó al Consejo de Defensa Sudamericano que investigue el documento del Comando Aéreo de Movilidad.

El propósito oficial de las bases no escapó a las críticas. Morales dijo haber sido testigo que soldados de Estados Unidos que acompañan a tropas bolivianas dispararon contra miembros del sindicato de cultivadores de coca.

Así que ahora somos narcoterroristas, continuó. Cuando no pudieron seguir llamándonos comunistas, nos llamaron subversivos, y después traficantes, y terroristas desde los ataques del 11 de septiembre. Advirtió que la historia de América Latina se repite.

La responsabilidad final de la violencia en América Latina yace con los consumidores de drogas ilegales en Estados Unidos, dijo Evo Morales. Si la Unasur enviara tropas a Estados Unidos para controlar el consumo, ¿lo aceptarían? Imposible.

El hecho de que la justificación de Estados Unidos por sus programas antidrogas en el extranjero sea considerada siquiera digna de debate es una ilustración más de la profundidad de la mentalidad imperial.

El pasado febrero, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y democracia emitió su análisis sobre la guerra contra las drogas de Estados Unidos en las décadas pasadas.

La comisión, encabezada por los ex presidentes latinoamericanos Fernando Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia) llegó a la conclusión de que la guerra contra las drogas había sido un fracaso total y exhortó a un cambio radical de política, alejada de medidas de fuerza en lo interno y en el exterior, y hacia medidas mucho menos costosas y más eficaces de prevención y tratamiento.

El informe de la comisión, como estudios previos y los antecedentes históricos, careció de un impacto detectable. Esta falta de respuesta refuerza la conclusión natural de que la guerra contra las drogas, como la guerra contra la criminalidad y la guerra contra el terrorismo se libran por razones ajenas a las metas anunciadas, que son reveladas por las consecuencias.

Durante el decenio pasado, Estados Unidos ha incrementado la ayuda militar y el adiestramiento de oficiales latinoamericanos en tácticas de infantería ligera para combatir el populismo radical, un concepto que, en el contexto latinoamericano, envía escalofríos a la espalda.

El adiestramiento militar está siendo desplazado del Departamento de Estado al Pentágono, eliminando previsiones de derechos humanos y democracia antes bajo supervisión congresional, siempre débiles pero al menos un disuasivo para los peores abusos.

La Cuarta Flota de Estados Unidos, desbandada en 1950, fue reactivada en 2008, poco después de la invasión de Colombia a Ecuador, con responsabilidad para el Caribe, Centro y Sudamérica, y las aguas que la rodean.

Sus operaciones diversas incluyen el combate al tráfico ilícito, cooperación de seguridad en el teatro, interacción de militares a militares y adiestramiento bilateral y multinacional, detalla el anuncio oficial.

La militarización de América del Sur se alinea con designios mucho más amplios. En Irak, la información es virtualmente nula acerca de las bases militares de Estados Unidos allí, así que debe suponerse que permanecen para proyección de fuerza. El costo de la inmensa ciudad-en-una-ciudad que es la embajada en Bagdad se elevará a mil 800 millones de dólares al año, de mil 500 millones que se habían estimado.

El gobierno de Obama también está construyendo megaembajadas en Pakistán y Afganistán.

Estados Unidos y el Reino Unido están exigiendo que la base militar de Diego García sea exenta de de la zona libre de armas nucleares de África, como lo están las bases de Estados Unidos en zonas similares en el Pacífico.

En pocas palabras, las acciones de un mundo de paz no caen en el cambio en el que puedes creer, para pedir prestado el eslogan de campaña de Obama. [ibyqueen]

Claudia Piñeiro: No puedo sacarme la muerte de encima


La autora de Las viudas de los jueves publicó una nueva novela, Las grietas de Jara, que permanece en el ranking de best sellers desde hace cinco semanas. En esta nota cuenta por qué volvió a recurrir al policial como disparador de la trama y cuáles son sus estrategias para seducir al lector

Por Natalia Blanc | © LA NACION
Fuente: mediaIsla, Boletín 1142

Hombres de traje y corbata en aparente reunión de negocios, señoras paquetas que conversan y toman el té y unas pocas parejas que intentan pasar inadvertidas ocupan las mesas de la confitería ubicada frente a Canal 7. Cerca de la ventana que da a Figueroa Alcorta, está sentada Claudia Piñeiro. Rodeada de papeles y diarios del día, con una computadora portátil encendida y un teléfono celular que suena varias veces, la escritora termina de revisar su correo. Mientras responde algunos mensajes, cuenta que suele elegir ese bar como base de operaciones cuando viene a Buenos Aires desde el country de zona norte adonde se mudó hace tiempo, antes de escribir Las viudas de los jueves.

Las grietas de Jara, su última novela, best seller desde hace cinco semanas, cuenta la historia de Pablo Simó, un arquitecto de cuarenta y pico con un trabajo rutinario y un matrimonio desapasionado a los que está resignado pero que le gustaría alguna vez cambiar. La aparición de una joven relacionada con una extraña muerte ocurrida tres años antes abre una grieta irreparable en la vida del personaje.

—¿Cómo surgió la idea inicial para este libro?

—Al principio no aparece una idea sino una imagen disparadora, que tiene que ver con una historia. No sé por qué surge esa imagen y no otra, pero queda en mi cabeza hasta que macera y comienza a tomar forma. Sólo cuando tengo una idea clara, empiezo a escribir. En este caso, la imagen era un arquitecto dibujando un edificio que nunca va a construir. Mientras proyecta, tiene fantasías con una mujer. Así empieza la novela. El primer acercamiento al tema llega cuando en la editorial escriben la contratapa. Entonces pienso: "Mirá vos de qué se trataba". Piñeiro se ríe y espera la siguiente pregunta. Piensa unos instantes y responde rápido, como si estuviera apurada. Luego, más relajada, dirá que desde que ganó el Premio Clarín por Las viudas... y se convirtió en una escritora a tiempo completo, su vida cambió en varios aspectos. Ya no tiene que mandar sus libros a concursos literarios para publicar ni trabajar como contadora, su primera profesión.

—¿Modificó su forma de trabajar que la escritura dejara de ser un hobby?

—Desde siempre, lo que más me interesa es leer y escribir. Es lo que tengo ganas de hacer cuando me levanto a la mañana. Antes, mandar los trabajos a concurso, además de ser una posibilidad de publicación, también me servía para ponerme un plazo y terminar el libro. En realidad, lo que presiona es lo que se construye alrededor. Hay escritores que toman un anticipo y deben entregar sí o sí un libro. Yo, hasta ahora, no he tomado ese compromiso; entonces, tengo más libertad: cuando termino la novela, le pregunto al editor si le interesa. No tengo la presión de escribir para pagar las cuentas. Mis libros anteriores me dan cierta tranquilidad económica.

—¿Cómo fue el proceso creativo de esta novela y qué diferencias tuvo con respecto al de las otras?

—El método de trabajo fue muy distinto. Cuando escribí Tuya y Las viudas..., iba al taller de Guillermo Saccomanno, donde los participantes leíamos nuestras producciones. Esas novelas se armaron como actividades del taller. En cambio, Elena sabe la escribí bastante sola. Cuando empecé Las grietas de Jara, quería tener una supervisión. Como mis libros anteriores habían tenido muchos lectores, esta vez me preocupaba que si no estaba del todo bien nadie me lo dijera. Aunque confío en los editores, quería un ojo bien atento y cuidadoso. Busqué, entonces, a Juan Martini, a quien respeto como escritor y además se dedica a ese trabajo. El proceso creativo fue muy metódico porque cada quince días le llevaba el material. Varias veces tuve que empezar de nuevo. Cuando llegué a la página 50, vimos que el inicio tenía que ir para otro lado. Me dio mucha seguridad recorrer ese camino con alguien que respeto.

Terminar el libro le llevó un año y medio. "Con el primero fue más difícil porque escribía con mis tres hijos alrededor. Tenía una sola computadora, que usábamos todos. Cuando me compré la primera notebook, pusimos la otra en el cuarto donde los chicos ven televisión. Me acuerdo de que al principio iba con la portátil adonde estaban ellos porque me había acostumbrado a escribir así. Mientras yo mataba a alguien en la ficción, ellos jugaban."

—Las grietas de Jara no es una novela de amor, ni un policial clásico. ¿Cómo la define?

—Creo que es una novela con elementos del policial. Siempre me preguntan por qué no digo que mis novelas son policiales y es porque no lo son. El policial me sirve para reflexionar sobre otros temas y para llevar a los personajes a un límite. Este hombre, que tenía una vida metódica, cambia su forma de mirar el mundo a partir de una muerte.

—¿Utiliza el policial como recurso para atraer al lector?

—No pienso qué hacer para atrapar a los lectores, pero la verdad es que escribo para ellos, así que siempre los tengo en la cabeza. Me gusta que la novela empiece de una manera atractiva. Lo pienso casi como una estrategia de seducción. En la que escribo ahora también hay una muerte. ¡No puedo sacarme la muerte de encima! Es un tema contra el cual no lucho.

—Por primera vez, el protagonista es un hombre. ¿Por qué?

—Quería intentarlo. Si bien tengo algunos personajes masculinos, las protagonistas de mis libros siempre fueron mujeres. Me pareció interesante meterme en otra cabeza. Como Pablo Simó reflexiona sobre las mujeres, el deseo, el sexo, tuve que confirmar con amigos si era cierto lo que yo imaginaba que él podía pensar. Me costó muchísimo que los hombres que consulté me dijeran si esas fantasías eran o no adecuadas. Ése fue el trabajo más difícil.

—¿Siempre hace investigaciones?

—Todo lo que me imagino trato de chequearlo. Tengo amigos que dicen que jamás investigan el tema sobre el que escriben. Yo lo hago siempre porque soy obsesiva. Necesito verificar que está bien.

—También salió a recorrer Buenos Aires con un especialista para escribir sobre la arquitectura de la ciudad, uno de los temas de la novela.

—Me interesa cómo la gente se apropia de la ciudad a través de la arquitectura. El padre de mis hijos es arquitecto; por eso escuché muchos años hablar del tema. Hay algo en la construcción de un edificio que se relaciona con el armado de una novela. Hay cuestiones estructurales, estilos, decisiones estéticas y funcionales que se repiten en la literatura. Siempre me interesó ese paralelo.

—¿Qué aprendió en el taller?

—En principio, creo que el que va a ser escritor va a serlo vaya o no a la universidad o a un taller. Cada uno encuentra su camino. Pero, básicamente, el taller te da mucha orientación en la lectura y también un ojo entrenado para ayudarte a corregir.

—¿Y qué le aportó a la escritura su formación como guionista?

—Me sirvió para la construcción de los personajes. Todo lo que aprendí sobre los conflictos de cada escena, el suspenso, está en mi literatura, para bien o para mal. Es la base de mi formación y eso hace que siempre piense en las acciones de los personajes.

—Estudió también dramaturgia. ¿Qué diferencias hay entre escribir una novela y una obra de teatro?

—Escribir novelas es lo que más me gusta. Escribir teatro es salir un poco del ostracismo. Pero hacer dramaturgia es muy distinto porque los textos deben tener una precisión, una poética y una intensidad que logren conmover al que está en la platea. En el teatro no se pueden desperdiciar parlamentos. Lo que se dice no puede ser banal o un sinsentido. Lo que tiene de terrible el teatro, y cada vez que me pasa digo que no lo voy a hacer más, es asistir al estreno. Ver las reacciones del público me genera un estrés terrible.

—Cuando escribió Las viudas de los jueves ¿pensó que podía convertirse en película?

—Jamás, pero cuando la terminé algunos me dijeron que parecía una película. Evidentemente algo hay, porque me pasó con varias de mis novelas. Marcelo Figueras y Marcelo Piñeyro escribieron solos el guión y después me lo dieron para leer. Me pareció fantástico. Y también la película. Hicieron un recorte de la historia que tiene más que ver con el thriller que con el costumbrismo. Trabajaron muy bien la decadencia de los personajes, que creían que tenían la vida asegurada.

—¿Cuánto de lo que aparece en sus novelas tiene que ver con su vida?

—Todas las novelas que escribí tienen que ver conmigo; eso no quiere decir que yo sea algún personaje ni que me haya sucedido lo mismo. Cuando se cuentan cosas que no tienen que ver con uno, se notan el artificio y la mentira en la escritura. Cuando uno cuenta cosas personales, no importa qué, la escritura gana en intensidad.

—Dijo en una entrevista que prefiere la gente que tiene grietas a la que no muestra ninguna. ¿Por qué?

—Creo que los héroes pueden terminar muy mal y los antihéroes tienen posibilidad de redimirse. Pero eso depende de lo que cada uno haga. Si aparece una grieta por donde se filtran cosas, aunque sean horribles, hay más posibilidades de cambiar algo. Por eso, no me resultan interesantes las personas que ponen hormigón para que no se les noten las grietas.

—¿Cambiar los balances por la literatura fue una grieta en su vida?

—Sí. Yo podría haber seguido trabajando catorce horas por día en una multinacional y ganar un sueldo importante. Aceptar que algo estaba mal fue una grieta en mi vida que me permitió cambiar y hacer lo que siempre había querido. [giecoleon]

Ausencia de malicia


Enarbolando a Cristo con la cruz | los garrotazos fueron argumentos | tan poderosos, que los indios vivos | se convirtieron en cristianos muertos. Pablo Neruda


Por René Rodríguez Soriano
| © mediaIsla, Boletín 1142

La justicia es un arte, tiende trampas y argucias. Lo justo es la injusticia, bilioso río de nauseabunda tinta que, desde que el mundo es mundo y vive gente, corre artero por los códigos. Es un juego de imágenes que se interponen, y se sobreponen en el lugar y en el momento justo. La paz y la justicia duermen en un jergón inmundo. Escasos bienes de consumo en los mercados de valores de la actualidad, sus pesadillas ya no asustan a nadie. Como perfume, la paz, apesta un poco a desperdicio. Como cartel se descolora en calles y avenidas. Tal vez la decencia también. Jueces e indignatarios, emborrachados en la baba mutua de sus propias fatuidades, no son capaces de subvertir la prángana moral que les acogota. No aciertan a salir del círculo, inflados de tanta teoría y tan poca praxis.

En el siglo XIV, Oresme, obispo de Lisieux, a la vez que esboza los fundamentos de la geometría analítica, con claridad y precisión –anticipándose a Copérnico–, demuestra "que la tierra cambia por el movimiento diario y el cielo no". En 1543 el polaco Copérnico, entrando en contradicción con la Biblia, reexplora las ideas de Oresme, y prueba que la tierra no es el centro inmóvil del mundo, que gira sobre sí misma y alrededor del sol. Por conveniencias o quien sabe qué, ninguno de los dos cuestiona lo establecido, y mueren en paz con Dios y los hombres. Años más tarde, en Pisa, Galileo osa enseñar en público las teorías copernicanas, los tribunales de la Santa Inquisición impiden con justeza la celebración de un funeral público al hereje que pone en duda la afirmación de que Josué había detenido el curso de la tierra.

Hoy como ayer, hurgando entre lo húmedo y lo infinito, haría falta cierta dosis de cinismo o de vergüenza. Una buena sacudida de vitalidad no le sentaría mal. Un fuego graneadito, a discreción, avivaría las apagadas mechas y enrumbaría el debate hacia vuelos más propicios. Magnánimo y justo, el soberano tribunal, hará menos de una docena de años indultó a Galileo. Torquemada murió convencido de que, al redactar las Instrucciones de los Inquisidores, actuó con justicia y apego a sus principios de Supremo Juez." [René Rodríguez Soriano]

La crítica literaria actual en República Dominicana I


Hay que renovar la crítica de la crítica. Es urgente dedicar un tiempo a reflexionar sobre la crítica literaria actual en República Dominicana.

Por Manuel Matos Moquete
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La crítica de la crítica

La crítica es un quehacer social que, como cualquier actividad de interés público, de tanto en tanto requiere ser sometida al debate y la evaluación. Hay que renovar la crítica de la crítica. Es urgente dedicar un tiempo a reflexionar sobre la crítica literaria actual en República Dominicana.

Situaciones recientes, como el Premio Anual de Novela otorgado este año a la obra A la sombra de mi abuelo, de Aída Trujillo, colocaron en la agenda de la opinión pública las dificultades de la crítica y de los críticos en nuestro país. Las intervenciones diversas y contradictorias en la prensa en torno a ese affaire deben ser interpre­tadas como un llamado a un abordaje general de esa práctica, pues invitan a interrogarse acerca de su crédito y validez.

Pero, más allá de esa inmediatez, son numerosos los problemas de la literatura dominicana que están pendientes de dilucidar por quienes hacen crítica literaria por formación o empíricamente. Existe, por demás, la sensación de cansancio y agotamiento de la crítica, univer­so en el que a menudo, ante la oportunidad de discutir los temas nodales de nuestra literatura con la altura intelectual que ameritan, los críticos se dedican a las querellas personales o con ribetes partidistas. Las polémicas se asemejan, a veces, a rebatiñas aldeanas que distan mucho de ser obra de personas dotadas de alta formación y cultura.

En 1982 tuve la oportunidad de prestar atención al comporta­miento de la crítica literaria en nuestro país. Esa vez mi interés estuvo centrado en el concepto de literatura dominicana que se infiere de la obra de Max Henríquez Ureña, Panorama histórico de la literatura domini­cana. También me interesé por el estatus de las antologías y cues­tioné los análisis poéticos existentes aplicados a poemas como Hay un país en el mundo, de Pedro Mir. En fin, situé las orientaciones histori­cistas, sociologicistas e impresionistas vigentes en la crítica literaria ejercida por reconocidos intelectuales. Mis reflexiones, publicadas luego en la obra La cultura de la lengua (1986), lograron algún impacto y provocaron una que otra roncha.

La reflexión de hoy parte de ese antecedente y de las observa­ciones a la situación actual de la crítica literaria en nuestra sociedad. Proponemos una metacrítica discursiva, una visión crítica sobre la crítica, que nada tiene de excepcional, pues forma parte de la misma crítica literaria y de la literatura de un país. Ese tipo de ejercicio es frecuente en todas partes.

Colocando el tiempo de esta reflexión en el meridiano de la crítica en el mundo hispánico, advierto preocupaciones similares en diversos países. El debate sobre la crítica en España, México, Vene­zuela, Colombia, Argentina, Chile, para solo mencionar sociedades de gran producción editorial, es un tema permanente y actual, lo cual es un indicador de la importancia que se le da a esa actividad en esos países. En Europa, en Francia en particular, el debate de ideas de esa índole se inscribe frecuentemente en los modos de la creación artística y la producción del conocimiento.

Recientemente, en los meses abril y mayo del presente año, en España se hizo una encuesta a los lectores del periódico El País acerca de la crítica literaria española. La mayoría aprobó el desempeño de la critica: "Según los resultados de la encuesta, 41,67% de los encuestados valoró la crítica por encima de la media frente a un 33,33% que la calificó de mala."

Como se ve, en España la crítica es valorada positivamente por el público ¿Puede decirse lo mismo en República Dominicana?

Desde luego, el asunto no se limita a opiniones de la gente. Las evaluaciones de los escritores y de los mismos críticos tienen un valor decisivo acerca de la validez y la función de la crítica literaria.

Al abordar un tema como éste es necesario referirse al esce­nario social en el que se ejerce la crítica. Tenemos también que lanzar un vistazo al desempeño de los críticos. Hay que hablar de las dificultades y los retos de la crítica en el país. Pero ante todo, es preciso comenzar por preguntarse: ¿Qué es la crítica literaria y qué no es la crítica propiamente dicha? [Manuel Matos Moquete, escritor y catedrático universitario, autor de mas de una docena de títulos entre los que destacan: Dile adiós a la época (2003) y Los pobladores del exilio (2006) ]

El mal del tiempo, de René Rodríguez Soriano, o la iniciación de «un aprendiz de intenso»


Una reflexión de pudoroso lirismo sobre el fluir del tiempo y la pérdida de la inocencia.


Por Maryse Renaud
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Leemos a menudo bajo la pluma de ciertos estudiosos de la literatura dominicana que está agotada la temática de la Era y sus horrores, ya prolijamente desarrollada, en forma casi obsesiva, en la novelística de la media isla. Aquí está, sin embargo, El mal del tiempo, la última novela de René Rodríguez Soriano, galardonada con el Premio de Novela UCE 2007, para probarnos lo contrario. Por cierto, no es el período histórico del trujillato propiamente dicho el que constituye el eje de la ficción, sino los años setenta del doctor Joaquín Balaguer, posteriores al ajusticiamiento del dictador en 1961, que lamentablemente demostraron que nada tenían que envidiarles a aquellos tiempos terribles. Años de fingida, de infernal democracia, en los que bucea René Rodríguez Soriano, discretamente, absteniéndose de imprimir de entrada a su texto un giro demasiado abiertamente ideológico. La sátira irá cobrando cuerpo poquito a poco, en forma casi fortuita, con pinceladas impresionistas. El mismo nombre de Balaguer, conviene notarlo, surge tardíamente en la página 160 («Ese maldito eterno Balaguer que te revuelve la bilis»), disipándolo de una vez por todas las posibles dudas sobre la identidad exacta de ese «auriga» que cruza la novela con su séquito de «áulicos» y «lambones», engendradas por la escritura elusiva, lacónica o metafórica deliberadamente desarrollada por el autor en no pocos pasajes del texto.

A diferencia de tantas ficciones anteriores de corte épico-dramático o acusadamente paródico, con toques incluso burlescos, El mal del tiempo opta por una escritura autobiográfica, particularmente en boga en la actualidad tanto en la literatura europea como latinoamericana. El texto reviste la modesta forma de un diario, pero de un diario ficcional se trata, ya que el narrador no es estrictamente el autor, sino un personaje ficticio de nombre Javier cuya trayectoria existencial, sin embargo, y esto no se le escapa al lector, guarda muchas semejanzas en lo fundamental con la del mismo René Rodríguez Soriano. Ahora bien, el carácter ficcional del diario no deja de presentar ventajas estéticas, liberando la imaginación y creatividad del escritor de la quisquillosa fidelidad referencial exigida por el verdadero discurso autobiográfico. Así, en el diario ficcional pueden darse con toda libertad la alianza de una veta intimista, testimonial, abrevada en vivencias y emociones de una infancia y adolescencia pueblerina, con anclaje en la historia nacional, y el despliegue gozoso, proliferante, con visos casi experimentales, de piruetas, corcovos, brillantes malabarismos verbales, plenamente autorizados por la ficción, por la imaginación fabuladora.

Lo que atrae la atención en El mal del tiempo, retiene y subyuga al lector es justamente la energía, el dinamismo, la fantasía crepitante del lenguaje que arranca el texto a la nostalgia —la «niebla» desrealizadora—, al sentimiento de malestar, a la rabiosa desesperación e impotencia que tiñen tantas páginas. René Rodríguez Soriano es ante todo un poeta, cuyos libros de poesía son de todos conocidos por su agilidad verbal y su humor (recordemos, por ejemplo, el jocoso Textos destetados a destiempo con sabor de tiempo y de canción, de 1979). Hay algo mallarmeano y cortazariano a la vez en su formar de enfocar el lenguaje, de hacernos escuchar con fruición la nueva música que emana de los vocablos más triviales, de las expresiones más estereotipadas con las cuales juega, desarmándolas de modo irrespetuoso y jocoso, rompiéndoles el espinazo, recomponiéndolas con humor, hibridándolas de modo sensual, bien caribeño, nunca arbitrario.

Repiquetean las aliteraciones y juegos paronomásticos (« Miel melosa », «Fardo sin fondo», «Retos del rato», «Tientos y tanteos»), todos los registros lingüísticos tienden a fundirse, lo mismo que se enriquecen mutuamente las músicas y lecturas a las cuales accede febril el narrador en busca de compensación: lo popular, lo soez, lo culto, lo sofisticado, lo universal, lo local se dan la mano, burlando la clausura asfixiante de la media isla. Con placer sigue el lector a ese exótico «gato estepario» del Caribe, soñador impenitente acogotado por la urbe a la cual intenta adaptarse trabajosamente, con placer hurga en su «cajón desastre», se entretiene con sus acertijos con sabor a infancia campesina («¿De qué color es el gallo» ?), espera ansioso la respuesta, nada inocente («Tinto en sangre, colorao»), se inquieta ante ese «gatillo alegre» que evidencia la presencia reptante de la violencia, se recupera, sumergiéndose por un instante en la sensualidad ardiente de ese «zumbao mulato y dulce que le alborota los cueros al más cenizo» («Se oye un tambor»), no sin dejar de prestar atención a los neobarrocos efluvios que le llegan de Cuba a través de ese «Enemigo rumor» lezamiano. Mil voces de sabor exquisito o áspero se adueñan de la ficción, acompañadas de la irrupción de mil imágenes fílmicas que sazonan de modo inesperado la vida «vacía y sosa» del narrador.

René Rodríguez Soriano es un cultor de la forma breve, de la escritura sincopada, amante de ritmos contrastados —precipitaciones acumulativas, vertiginosas, seguidas de bruscos refrenamientos, de extrañas pausas—, en cuyas manos el fragmento, de subjetividad asumida, sirve precisamente para evadir la pesadez monolítica del panfleto, la maciza grandilocuencia de una desgracia que parece eternizarse. Para poner de realce quizás, paradójicamente, como si nada, mediante contundentes yuxtaposiciones, la absurda dimensión del vivir humano («Estoy enamorado. Mataron a un hombre que conocía»).

Tal vez convenga leer esta emocionante novela, en última instancia, como una reflexión de pudoroso lirismo sobre el fluir del tiempo y la pérdida de la inocencia, como una lenta toma de conciencia del carácter lineal, irreversible, pero abierto del tiempo, pese a su aparente y engañoso estancamiento —que durante mucho tiempo pareció rimar únicamente, en la ficción, con miedo, atrocidad y abatimiento—, como una discreta e inevitable iniciación a la vida, que nos envejece, decepciona y fortalece a la vez, brindándonos a la postre la posibilidad de la acción, el coraje y el compromiso solidario. ¿Acaso no comienza, como lo insinúa el mismo texto al final, «una nueva etapa en la insulsa vida de un aprendiz de intenso»?: la del amor feliz, el deseo de resistencia y de superación («Es tiempo ya de darle la cara al tiempo por los dos. Ya está bueno»). [Maryse Renaud, escritora, catedratica de la Universidad de Poitiers, Francia. Autora de En abril, infancias mil -Corregidor, 2008]

El porqué de las vacas sagradas


El antropólogo Marvin Harris se preguntó por qué, en la India, las vacas, que podrían paliar la desnutrición y miseria alimentaria de una población muy pobre, son sagradas e intocables.


Por Marcelo Pisarro | © CLARIN

Al antropólogo francés Claude Lévi-Strauss le gustaba decir que cualquier principio de orden es mejor que ningún principio de orden. La mente no tolera un universo desordenado, se resiste a que haya cabos sueltos o cosas que sucedan porque sí. Y como no admite el caos, se lanza a estrechar nexos, entablar vínculos, entretejer acontecimientos que dan pie a nuevas estructuras cognitivas. "La clasificación –escribió Lévi-Strauss en El pensamiento salvaje–, cualquiera que sea, posee una virtud propia por relación a la inexistencia de la clasificación".

Por ejemplo, entre los yakutos del extremo nordeste de Siberia se cree que el pico del pájaro carpintero alivia el dolor de muelas. La cuestión –explicó Lévi-Strauss– no radica en determinar si el pico del pájaro carpintero de veras alivia un dolor de muelas, sino en establecer si es posible que, desde determinado punto de vista, el pico del pájaro carpintero y el diente del hombre "vayan juntos": si agrupando cosas y seres es posible introducir un principio de orden en un universo desordenado.

El más renombrado arqueólogo argentino, Alberto Rex González, anotó en su libro Tiestos dispersos: "Ciencia es un afán estético de orden". Lo es, pero no sólo la ciencia. Al extenderlo al "pensamiento primitivo", Lévi-Strauss quería decir que toda sociedad, en todo momento, está tratando de llevar orden al mundo circundante. Está tratando de juntar picos de pájaros carpinteros y dolores de muela, precisar si pueden "ir juntos".

Una buena manera de forzar un principio de orden es introduciendo vacas en la ecuación. Nunca falla. En un librito muy ameno, Bueno para comer, publicado en 1985, el antropólogo norteamericano Marvin Harris habló del "enigma de la vaca sagrada". Se refería al "más célebre de los hábitos alimenticios irracionales", la prohibición de sacrificar y consumir carne de vaca en la India. En ese país viven 1.150 millones de personas y un 27,5% está por debajo de la línea de pobreza (es decir, más de 316 millones). La India tiene también la mayor población de vacunos del mundo, unos 193 millones de Bos indicus (más unos 78 millones de búfalos). Entre un cuarto y la mitad son animales enfermos, inútiles, desnutridos, que vagan por los campos o que entorpecen el tráfico en las ciudades. A pesar de la necesidad de proteínas, minerales, calorías y vitaminas que padecen, los hindúes se niegan a comer su carne.

La protección de las vacas es uno de los ejes del hinduismo, la religión dominante en la India. Para el hinduismo, todo lo que proviene de una vaca es sagrado (su cuerpo contiene unos 330 millones de dioses y diosas). Ahora bien, tal como Harris se apresuró en aclarar, el enigma no se soluciona diciendo que los hindúes no comen vacas porque son hindúes y los hindúes no comen vacas. "El rechazo de la carne de vaca debido a las creencias hindúes es lo que constituye el enigma, no la respuesta". Las otras grandes religiones no tienen este reparo particular respecto de la carne vacuna. ¿Por qué el hinduismo prohíbe la faena y el consumo de vacas y no de cerdos, camellos o –ya que estamos– pájaros carpinteros? Harris sostuvo que no se trata de un capricho o una decisión arbitraria, sino de un conjunto definido de condicionamientos prácticos. "La religión ha influido en las costumbres dietéticas de la India, pero éstas han influido todavía más sobre la religión". Hecha la ley, hecho el tabú. Y deshecha la historia.

La protección de las vacas no siempre fue algo central en el hinduismo. Durante el período de los vedas (pueblo ganadero que dominó la India septentrional entre 1800 y 800 aC., y al que refieren los primeros textos sagrados hindúes), la carne de vaca se consumía sin compunciones. Pero la población humana creció y la bovina disminuyó, los bosques se redujeron y la provisión de carne comenzó a escasear. Los campesinos pobres enflaquecían, morían desnutridos, mientras que brahmanes y chatrias continuaban engordando. Limitando el consumo de carne y aumentando la explotación agrícola y lechera del ganado, los campesinos podían alimentarse más y mejor. Si los animales consumen cereales, y los hombres consumen esos animales, se pierden nueve de cada diez calorías y cuatro de cada cinco gramos de proteínas. Las vacas eran más valiosas pariendo bueyes que tiraran del arado y no asándose a la parrilla. Pero los brahmanes no estaban interesados en renunciar a sus privilegios alimenticios. Dicen que le explicaron a un sabio brahmán que no debían comerse vacas porque los dioses las dotaron de un gran poder cósmico, a lo cual el sabio brahmán respondió: "No digo que no, pero yo comeré de ella de todas formas siempre que sea tierna".

Hacia el año 600 aC. la población campesina, diezmada por hambrunas, guerras y sequías, se mostraba cada vez más renuente a cualquier sacrificio de ganado, símbolo de las diferencias del sistema de castas. El clima cultural aceleró la aparición de varias religiones contrarias al sacrificio de animales, de las que el budismo fue la primera y más importante. Durante los siguientes novecientos años, hindúes y budistas pelearon por reglamentar el espíritu y el estómago de los indios. Al final ganaron los hindúes, mediante una astuta estrategia: apelmazaron una religión popular con un sistema económico efectivo, abrazaron el principio de no matar ganado y se reconstruyeron como protectores históricos de las vacas sagradas (los grandes festines vedas, argumentaron, eran solamente una expresión figurada, una metáfora). En una economía agraria con baja industrialización, las vacas son más útiles vivas que muertas: proveen leche y bueyes, los cuales proveen fuerza motriz y estiércol (principal abono de la India e importante fuente de energía). El tabú impide que, en una mala época, los hindúes se coman a un animal que es más conveniente mantener vivo.

Esta fue la explicación de Harris. No le faltaron críticos, y en más de una ocasión se señaló su materialismo, su utilitarismo (o su "adaptacionismo", por emplear una expresión del arqueólogo Lewis R. Binford en Buscando el pasado. Descifrando el registro arqueológico). Sin embargo, ejemplifica muy bien esa búsqueda de orden que señalaron Lévi-Strauss y Rex González. También podría revelar por qué en India un hombre puede ser encarcelado por lastimar una vaca, y a la vez, por qué a los 3.600 mataderos habilitados se suman unos 30.000 mataderos ilegales.

"La vida, al cambiar, hace realidades con nuestras fábulas", subrayó el escritor francés Marcel Proust. Quizá quería decir que los sistemas de significados que legitiman las prácticas culturales se naturalizan con el correr del tiempo al punto de borrar sus umbrales empíricos. O quizá quería decir que a la larga terminamos creyéndonos nuestros propios cuentos. [giecoleon]