martes, 26 de mayo de 2009

La revolución de los sostenes


Por Gorka Andraka | © Gara

Si las palabras hablarán se nos caería la lengua de vergüenza. Si cada vez que maldecimos una, por ejemplo, amigo, justo o democracia, las palabras pudieran defenderse, peligraría nuestro vocabulario. Enmudecerían, desaparecerían, una tras otra, por incumplimiento de palabra.

"Yo me daría por satisfecho si consigo salvar o significar una palabra", afirmó Albert Camus. No es fácil. Acaba de nacer, impulsada por dos empresas de publicidad, la Plataforma para el Reconocimiento de la Palabra Sostenibilidad. Pese a estar en boca de todos, malmetida la mayoría de las veces, y ser un término correcto, la sostenibilidad no aparece en el diccionario de la Real Academia Española. "No todos los derivados morfológicamente posibles cuyo sentido se deduce fácilmente de la palabra base aparecen en los diccionarios generales", alegan desde la RAE. La Plataforma (www.sostenibilidadaldiccionario.com) ha lanzado una campaña de recogida de definiciones y reclama su admisión.

Tener o sostener… Hace un par de primaveras, mientras paseaba con mi hijo en brazos por Bilbao, se acercó un señor mayor y me regaló una enseñanza sostenible. "Por fin, ya era hora de que alguien llevara a los niños como Dios manda. Tanta mochila para bebés y tanta tontería…", sentenció. Entonces, imitó mi gesto, como si él también cargara un crio, y añadió solemne: "Ya lo decía mi madre, a los niños hay que llevarlos así, en la mano izquierda y pegados al corazón". No está mal, pienso ahora, seguro que a ella le gustará. Puestos a definirla, antes de que se extinga, aquí queda, y ojalá prenda, nuestra propuesta: Sostenibilidad, corazón y mano izquierda con la vida.
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Maestros inolvidables


Por José María Guelbenzu | © BABELIA
Fuente: mediaIsla.net, Boletín 1126

Las amistades peligrosas, de Choderlos de Laclos, no sólo lleva a su máxima expresión la novela epistolar sino que es una obra maestra de la intriga de pasiones. La apuesta entre Valmont y la marquesa de Merteuil acerca de la seducción de la presidenta de Tourvel por el primero y la historia paralela de los amores desgraciados de Cecilia Volanges y el caballero Danceny por culpa del enredo puesto en marcha por la marquesa y Valmont componen una trama perfecta cuyo final debería de ser el cobro de la apuesta, que termina en tragedia. Es admirable, además, cómo se desarrolla la diferencia dieciochesca entre Valmont y la Merteuil, libre el primero como hombre y fingida la segunda como mujer, a la hora de actuar. Y es un retrato admirable de la moral de la aristocracia francesa del XVIII. Esta edición en formato de lujo con ilustraciones de estilo moderno es un regalo excelente. Como complemento, es muy recomendable la lectura de los Cuentos y relatos libertinos recopilados por Mauro Armiño, recién aparecidos en Debolsillo, que son espejo de la época de Luis XVI, donde la sociedad francesa se vuelca en un exceso sentimental que la empuja ciegamente al lujo y al deseo como forma de vida.

Juliette o las prosperidades del vicio (Tusquets) es la otra cara de su famosa Justine del Marques de Sade; la suma de ambas no tiene otra intención que mostrar al Vicio triunfando y a la Virtud siendo víctima de sus sufrimientos. En la historia de la hermana de Justine seguimos su triunfo y fortuna al entregarse a la mala vida, que le proporciona una buenísima vida recompensada con el dinero y el placer. Estamos en el Siglo de las Luces y si esta actitud tiene mucho de provocación, bajo ella subyace toda una cruda filosofía de la naturaleza. Junto con Justine, se ha convertido en uno de los títulos incontestables de la literatura erótica.

Tres grandes clásicos modernos franceses se han editado en este año. De André Gide se publica Los falsificadores de moneda (Alba; tradicionalmente conocida hasta ahora en España como Los monederos falsos). Si bien Gide es sobre todo un homme de lettres, con esta novela compleja, caleidoscópica, de enrevesados lazos emocionales, gran cantidad de personajes y un trasfondo claramente homosexual, en la que se expone el problema de la libertad de elección, consigue sacar adelante una narración especulativa de altos vuelos y es una de sus obras más logradas y apreciadas. Otra gran figura dominante es Jean Cocteau, de quien se ofrece una verdadera curiosidad: La corrida del 1 de mayo (Demipage). El 1 de mayo de 1954, en Sevilla, Dámaso Gómez brindó un toro al poeta eximio y el poeta, tan entregado a la belleza como a sí mismo, escribió este texto cargado de imágenes, ideas y sensaciones. Al texto inicial le siguen otros sobre el mismo tema de España, los toros, Picasso, Lorca… El tercer clásico de nuestro tiempo, el más grande, es Céline. En Semmelweis (Marbot) relata vida y muerte del doctor Semmelweiss —médico como él—, que diagnosticó anticipadamente la muerte de las parturientas por fiebre puerperal debido al hecho de no lavarse las manos médicos y enfermeras. Fue sañudamente atacado por sus colegas y murió tras infectarse él mismo para probar su teoría en un acto de desesperación y honestidad. Años después, Pasteur y otros demostrarían su razón. Es una pequeña obra maestra.

Romain Rolland, pacifista, premio Nobel, admirador de Tolstói y Gandhi, influido por la filosofía hindú, excelente biógrafo, vivió dedicado a la literatura en sus múltiples facetas. Colas Breugnon (Nortesur) es la historia de un hombre del siglo XVI, apegado a la tierra y a las costumbres tradicionales, un trabajador manual —ebanista— al que el tacto de las cosas, la sensualidad y una bondad natural convierten en una especie de filántropo para sus coetáneos. Es una suerte de fantasía divertida y encantadora de corte moralista. Y dentro de la primera mitad del siglo XX, se publica otra novela de Iréne Nemirovsky, El maestro de almas (Salamandra). La verdad es que se trata de un folletón donde conocemos a un médico inmigrante que no encuentra confianza ni trabajo y que se acaba vendiendo para prosperar; pero, con todo, tanto el drama de ese torcimiento de la conciencia como la frescura del relato acaban por seducir al lector.

Para cerrar, regresemos al siglo de la novela. Guy de Maupassant fue descubierto por Flaubert, quien lo introdujo en el mundo literario francés de la época a la edad de 17 años. Si Flaubert guió los esfuerzos narrativos de su discípulo, éste le correspondió convirtiéndose en su lector más agudo y certero, el que mejor percibió la nueva concepción de la novela que Flaubert representaba. Todo lo que quería decir sobre Flaubert (Periférica), una joya para los lectores de ambos genios, recoge todos los textos de Maupassant sobre su maestro así como un estupendo conjunto de recuerdos y anécdotas. Un libro ideal para amantes de la literatura.
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La esquina de un icono hispanoamericano


Por JORDI GRACIA | © BABELIA
Fuente: mediaIsla.net, Boletín 1126

En la trayectoria intelectual y política del uruguayo Mario Benedetti (Paso de los Toros, 1920-Montevideo, 2009), fallecido el pasado 17 de mayo, confluyen virtudes insuperables para convertirlo en icono de una progresía occidental predispuesta a mitologías acogedoras y sentimentalmente cálidas. Sus años de exilio, su compromiso político con la izquierda, su sintonía de edad y época con los nombres intocables de la narrativa hispanoamericana del último medio siglo (pero sin pertenecer a cuadra alguna), incluso su vinculación particular con España a través de Joan Manuel Serrat o la simpatía misma de Manuel Vázquez Montalbán son avales altamente cualificados para que su nombre resuene entre tantísimos lectores de la izquierda sensible pero algo decapitada de símbolos. Una virtud objetiva del autor es la calidad de algunas de sus obras, para mi gusto, en particular, antes que su poesía, La tregua y, sobre todo, Primavera con una esquina rota.

La biografía de Hortensia Campanella cuenta algunas de estas cosas, pero siempre demasiado poco, como si el respeto por el autor no sólo fuese insuperable sino genético y tan activo que ha volatilizado la aptitud misma de una cierta distancia crítica. Da pistas de la importancia de su vinculación a la revista Marcha, apunta menos de lo que sería gustoso leer en torno a él y Juan Carlos Onetti -con el reciente ensayo de Mario Vargas Llosa al fondo, y su libertad de juicio- o incluso un crítico del valor de Ángel Rama y otros equipos intelectuales de la izquierda; subraya una y otra vez su vocación de compromiso y defensa de los más vulnerables, pero no da mucho más que el retrato de un hombre bueno, íntegro, inteligente y casi de una pieza. Es todavía la biografía de un escritor con peso de icono y así es difícil ir más allá de la peripecia más externa y el relato algo banal de una vida. Le falta el conflicto y el dolor, le falta la duda y el arrepentimiento y hasta explota escasamente una noción tan original como el desexilio -con el tiempo "nos convertimos en un modesto empalme de culturas, de presencias, de sueños"-, desaprovechada entre tantas páginas a ratos aduladoras y a ratos tan respetuosas del personaje que no asoma la persona. La embarazosa devoción del biógrafo no basta para que el resultado sea una buena biografía, incluso si se trata de escribir la vida de un hombre bueno.
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El cerebro y la lectura: la transición del papel a la pantalla


La lectura no es algo natural, es una actividad aprendida de reciente masificación. Nuestra manera de leer está cambiando con la tecnología.


Por ÓSCAR CONTARDO | © El Mercurio
Fuente: mediaIsla.net, Boletín 1126

En el libro Proust y el calamar: una historia sobre la ciencia y el cerebro lector, Maryanne Wolf recuerda un episodio en la historia de la lectura a veces pasado por alto. El episodio se refiere a Sócrates y su fuerte oposición a la expansión de la palabra escrita. La autora -experta en neurociencia y psicolingüismo- explica que el filósofo advirtió entre otros peligros la inflexibilidad de la escritura -"el discurso muerto" frente a la "oratoria viviente"-, la relegación de la memoria como principal herramienta y la pérdida del control sobre el lenguaje. Las cosas cambiaban y Sócrates veía en eso una amenaza.

En el libro de Wolf confluyen la historia y la ciencia para explicar el desarrollo de la lectura, una actividad humana de reciente masificación y que con las tecnologías digitales experimenta nuevos cambios que mantienen atentos a investigadores en neurociencia, lingüistas y educadores.

A diferencia del habla o la visión, la lectura no tiene un programa genético que se traspase a través de las generaciones. El desarrollo del cerebro lector no fue continuo en el tiempo ni en su aparición geográfica. Transcurrieron 2 mil años desde el primer sistema de escritura hasta el alfabeto griego del que Sócrates sospechaba. "Aprender a leer sólo es posible por la plasticidad del diseño cerebral, y cuando se logra, el cerebro del individuo cambia para siempre", sostiene Maryanne Wolf. La flexibilidad del cerebro permite coordinar aspectos visuales, auditivos, semánticos, sintácticos y espaciales que de otro modo no entrarían en relación.

Las zonas cerebrales que se activan varían según las exigencias del sistema de lectura. Este hecho es un descubrimiento relativamente reciente. "Antes de los 70, las teorías sobre lectura eran muy débiles, se suponía que el cerebro guardaba una especie de fotocopia de lo que leía en la cabeza", explica Ricardo Martínez, lingüista, magíster (c) en estudios cognitivos y académico de la U. Diego Portales.

Los jeroglíficos egipcios debían ser leídos de derecha a izquierda y luego de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba o viceversa según la arquitectura del recinto. Esto exigía un espectro de habilidades distinto de sistemas más abstractos como el basado en el alfabeto que relaciona signos con sonidos. El chino -basado en ideogramas- involucra patrones neuronales diferentes del inglés y el castellano. Actualmente es posible rastrear esas diferencias a través de la tecnología de neuroimagen -que hacen visible el funcionamiento del cerebro- desarrollada a partir de los años 90 (ver recuadro).

Maryanne Wolf tituló su libro "Proust y el calamar" como un contrapunto entre la experiencia literaria y los intentos de la ciencia para comprender el funcionamiento de la lectura.

En su ensayo "Sobre la lectura", Marcel Proust evoca los libros como un refugio, la posibilidad de un estado mental complejo: leer no sólo exige descifrar información, también despierta recuerdos, visiones, sensaciones, y en el mejor de los casos un "placer divino", según el autor francés. Menos expresivos son los calamares. Wolf los eligió para su título porque los moluscos sirvieron como conejillos de indias en los 50 para las primeras investigaciones sobre transmisiones de neuronas. En un extremo la lectura es una actividad que involucra la vida misma del ser humano, por el otro (en el caso del calamar) se trata sólo de células que transmiten información de una manera aprendida que perfectamente podría ser otra.

"Uno puede entender entonces las aprensiones de Sócrates a una transición entre la cultura oral y la literaria reflejadas en nuestras propias preocupaciones en la inmersión de nuestros niños en el mundo digital", apunta Wolf. Las nuevas tecnologías están cambiando los hábitos de lectura, y Google es para muchos el símbolo de lo que fue el alfabeto para el filósofo. De hecho, hace un año la revista Atlantic Monthly provocó una polémica cuando en su portada preguntaba "¿Está Google volviéndonos tontos?". El artículo proponía que navegar en internet podría ser una amenaza para las capacidades de lectura profunda y concentración.

Pantallas encendidas

En abril pasado, un estudio de la Universidad Southern California reportaba que en un año los usuarios de internet norteamericanos aumentaban el tiempo de lectura de diarios electrónicos. En 2007 eran 41 minutos por semana, en 2008 los lectores ocupaban 53 minutos de su semana para leer prensa en internet, esto en medio de una cierta fiebre por los nuevos aparatos que permiten bajar literatura desde la red y leerla en pantalla. Inglaterra en tanto ha incorporado la lectura en internet en sus estudios de lectoría mientras se desarrollan nuevos diseños de Kindle de Amazon o el Reader de Sony.

Actualmente la lectura en pantalla es un formato cotidiano que no existía hace 20 años: correos electrónicos, redes sociales (Facebook, Twitter), blogs, medios online. Este hecho provoca una paradoja: en tanto el sentido común indica que cada vez se lee menos, los datos constatan que gran parte de nuestra comunicación actual se basa en la escritura. "La lectura como proceso está probablemente en el momento más activo de la historia", sostiene Ricardo Martínez. El punto es que cuando se piensa en lectura no se piensa en pantallas, sino en papel, "se asume que la lectura es de libros, diarios y revistas. Por alguna razón consideramos que los medios impresos son el fundamental sistema de difusión de la información y son más serios y nos parece que los medios electrónicos no tienen esa seriedad", apunta el lingüista.

En 1894, el escritor Octave Uzanne escribía "El fin de los libros", advirtiendo que la invención de Gutenberg sucumbiría a la invención del fonógrafo. "Es fácil hacer ciencia ficción sobre los efectos que tendrán los cambios tecnológicos en la lectura en el actual escenario", comenta Ricardo Martínez aludiendo a la fascinación que suelen ejercer las nuevas tecnologías entre los entusiastas del minuto.

Pero hay cosas que no son ciencia ficción y es que la pantalla provoca patrones distintos de lectura. La interacción con un texto electrónico hace más relevante la tarea de localizar información por sobre las tareas de interpretar y evaluar. "La lectura es diagonal, de revisión y general, que permite hacernos una idea general". Una suerte de lectura algunas veces caracterizada como "promiscua", que depende de las decisiones del lector de pinchar un link, mover la barra de la pantalla o acceder a alguna ventana audiovisual. "El papel, por el contrario, ata al lector a una obra determinada, pero eso no es necesariamente malo", decía en una columna de El País el escritor español José Antonio Millán. En una columna titulada "Leer sin papel", Millán comentaba la gran cantidad de reflexiones y estudios que se están haciendo sobre el avance de la lectura digital. "Y de ellos podemos concluir que leer en papel es una operación muy diferente de la lectura en pantalla: mucho más de lo que podría parecer".

Mundo post-tipográfico

Un estudio de comprensión lectora realizado por la Universidad Católica de Valparaíso en un grupo de alumnos arrojaba que cuando buscaban una comprensión profunda de un texto, no basta con la pantalla y se recurre a la impresión. "Los datos científicos recabados indican que la comprensión profunda y el aprendizaje perdurable exige una lectura dedicada y ésta se alcanza muchas veces de mejor modo a través del papel", añade Giovanni Parodi, director del programa de posgrado de lingüística de la UCV. Parodi hace hincapié en la cantidad de variables que condicionan el proceso de lectura, "muchas de ellas no indagadas científicamente aun, como por ejemplo la motivación, los conocimientos previos, la edad, el nivel de escolarización, la extensión del texto, el tipo de organización lingüística y retórica de la información".

La variable edad es especialmente relevante si se trata de comparar la generación educada antes de la irrupción de internet con aquellos nacidos en la segunda mitad de los 90: la llamada generación Google. Es posible que para esa generación la valoración cultural que se le atribuye al texto impreso en nuestra sociedad ya no sea la misma.

El investigador norteamericano David Reinking habla de un mundo post-tipográfico como una forma de etiquetar el impacto de las nuevas tecnologías en la alfabetización o "literacidad". Reinking plantea que las tecnologías -y particularmente internet- transforman la experiencia de la lectura. En lugar de seguir un texto de principio a fin de manera unidireccional, internet hace posible crear una ruta propia dependiendo de los intereses y de las opciones de links de la pantalla. Una experiencia distinta que también implica saber evaluar y escoger la ruta de información que puede sobrepasar los miles de páginas con un solo clic. Frente a esto, Maryanne Wolf, la autora de "Proust y el calamar", ensaya una respuesta parafraseando a Darwin: "Biológica e intelectualmente, leer le permite a la especie ir 'más allá de la información dada' para crear infinitos pensamientos más bellos. Debemos evitar perder esta cualidad esencial en el momento de transición histórica actual hacia nuevas formas de adquirir, procesar y comprender información".

Las neuronas frente a las letras

Los distintos sistemas de escritura y lectura activan diferentes áreas del cerebro. A diferencia de los sistemas alfabéticos (como el inglés o el castellano) el chino (logosilábico) "involucra áreas considerables del hemisferio derecho, conocido por contribuir a requerimientos de análisis espacial" explica Maryanne Wolf. Un grupo de científicos de la U. de Pittsbourgh descubrió que las áreas de memoria motora resultan más activadas en la lectura del chino que en la de otros idiomas, porque esta es la manera en que los jóvenes lectores de símbolos chinos los aprenden: escribiéndolos una y otra vez. En esta diferencia en el uso de hemisferios hay un caso curioso registrado en 1930. Se trata de un hombre de negocios bilingüe en inglés y chino que sufrió un ataque severo en las áreas posteriores del cerebro. Lo curioso es que el paciente perdió la habilidad de leer en chino, pero no en inglés. Por otra parte el japonés integra dos sistemas lectores: un silabario (kana) usado para palabras extranjeras, neologismos y nombres y una escritura logográfica (kanji) de origen chino. "Cuando leen kanji los lectores japoneses registran patrones de actividad cerebral similares al de los chinos; cuando leen kana, registran patrones parecidos al de los lectores de alfabetos".
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Charlot


Por José Saramago | © Boomeran(g)
Fuente: mediaIsla.net

Una de estas últimas noches vi en televisión algunas películas antiguas de Chaplin, a saber, dos o tres episodios en las trincheras de la primera guerra mundial y un filme más extenso, "The Pilgrim", en el que retoma, con menos felicidad que en otros casos, el tema recurrente de un Chaplin sin culpas perseguido por la policía. No sonreí ni una sola vez. Sorprendido comigo mismo, como si hubiese faltado a un juramento solemne, me tomé el trabajo de intentar recordar, tanto cuanto es posible ochenta años después, qué risas, qué carcajadas me hizo soltar Charlot en los dos cine populares de Lisboa que frecuentaba cuando tenía seis o siete años. No conseguí acordarme de mucho. Mis ídolos en esa época eran dos cómicos suecos, Pat y Patachon, que esos, sí, eran, para mí, auténticos campeones de la carcajada. Seguí reflexionando para mis adentros, siempre los adentros son buenos consejeros porque en principio no mudan de casa ni de opinión, y llegué a la inesperada conclusión de que Chaplin, finalmente, no es un cómico, sino un trágico. Obsérvese lo triste que es todo, todo es melancólico en sus películas. La propia máscara chaplinesca, toda ella en blanco y negro, piel de yeso, cejas, bigote, ojos como pingos de alquitrán, es una máscara que no desentonaría nada al lado de las representaciones plásticas clásicas del actor trágico. Y hay más. La sonrisa de Chaplin no es una sonriso feliz, al contrario, me aventuro a decir, sabiendo a lo que me arriesgo, que es tan inquietante que quedaría bien en la boca de cualquier drácula. Si yo fuera mujer, huiría de un hombre que me sonriese así. Esos incisivos, demasiado grandes, demasiado regulares, demasiado blancos, asustan. Son una mueca en el encuadre rígido de los labios. Sé de antemano que poquísimos estarán de acuerdo comigo. El caso es que, una vez que se decidió que Chaplin es un actor cómico, nadie le mira la cara. Créanme lo que les digo. Mírenlo de frente sin ideas preconcebidas, observen esas facciones una a una, olviden por un momento la danza de los piececitos, y díganme después qué han visto. Chaplin se pasaría todos sus películas llorando si pudiese.
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Concejal dominicano afirmó que preferiere morir antes que fallar como alcalde de la ciudad de Trenton


Por Rolando Hernandez

Nueva Jersey, EU.-“Prefiero morir antes que fallarle como alcalde de la ciudad de Trenton”, afirmó el concejal y candidato a la alcaldía de esa ciudad, Manuel-Manny-Segura.

Ante decenas de sus seguidores que asistieron a un encuentro con la finalidad de recaudar fondos para su candidatura, el político se comprometió a sacar del atraso y luchar por el desarrollo de la capital del Estado de Nueva Jersey.

“Trenton, a pesar de ser el centro del gobierno del Estado de Nueva Jersey-especificó-en los últimos años, se encuentra sumida en un avanzado estado de deterioro en las áreas económica, social, de servicios públicos, cultural y esta situación de seguro que cambiará si somos elegidos al frente del gobierno municipal”.

Segura un concejal que cuenta con el apoyo de ámplios sectores del Partido Demócrata, manifestó que desde el gobierno municipal se enfocará en superar el nivel de pobreza, deficiencia en los servicios públicos, seguridad ciudadana y deterioro del sistema educativo.

“La pobreza se ha convertido en la cara principal de Trenton y eso no es verdad que lo permitiremos bajo nuestra administración”, explicó el inmigrante de origen dominicano quien llegó hace varias décadas a los Estados Unidos.

Segura que por momentos era interrumpido por el aplauso de los presentes, quienes exclamaban la consigna de “si se puede, si se puede”, criticó a los últimos gobiernos locales por darle la espalda a las verdaderas necesidades de la población.

“Los alcaldes que hemos tenido al parecer se les olvidó-expresó-el interés de la mayoria, lo que ha llevado a los residentes de Trenton a vivir en dificiles condiciones, en particular bajo la presente recessión económica que afecta a la Unión Americana”.

El político quien cumple su segundo periodo como miembro del concilio municipal, sostuvo “que aunque no soy el mejor político, si soy el mejor trabajador de la política que como político ha demostrado lo mucho que puede hacer por la ciudadanía”.

En la actividad política desarrollada en el restaurante Branch Brook Manor localizado en el 13 de la Washington Avenue, entre las ciudades de Newark y Belleville, entre sus logros Segura destacó, la creación de una orden ejecutiva que le asegura los mismos derechos y protección a todos los residentes de Trenton, sin tomar en cuenta su estatus legal.

Ademas, medidas que han contribuido al progreso económico, lo que ha ayudado a la formación de pequeñas empresas; creación de fondos económicos para servicios de salud de las mujeres y los niños, la formación de ocho organizaciones comunitarias y de comerciantes que se han convertido en la plataforma para la capacitación de los negocios y residentes de Trenton.

“Esta batalla para la alcaldía será dura-vaticinó-pero estoy confiado de que el poder público lo tienen los electores que son los que elijen a sus representantes y pueden estar seguros que si me elijen, gobernaré una ciudad en la que todos tengan los mismos derechos”.

En Trenton a pesar de que como ciudad, ha caido en el olvido, significó “es la ciudad donde se cuela el café (toman las decisiones políticas) y ese café quiero colarlo para que todos ustedes puedan beber de el”, afirmó entre risas y aplausos de los presentes.

Manuel Segura quién agradeció a los presentes su asistencia al acto, reafirmó de que “yo creo en el futuro de Trenton y del estado de Nueva Jersey y sigo comprometido con ustedes en el mejoramiento de la educación de nuestros hijos; en el progreso económico y la seguridad de nuestras familias por lo que juntos podremos lograrlo”.

Hablan políticos

En la actividad política organizada por el Comité de la ciudad de Newark que encabeza el activista social Gregorio Torres, tomaron la palabra el recién reelecto alcalde de la ciudad de Passaic, doctor Alex Blanco, el Asambleista por el condado de Manhattan, Adriano Espaillat y el concejal por la ciudad de Paterson, Julio Tavarez.

En su intervención el encargado del gobierno municipal de Passaic, calificó a Segura como un político de mucha energía que llegará con el apoyo de la población al gobierno municipal.

“Many siempre como candidato me dio su apoyo y ahora el puede contar con mi apoyo, ya que es un orgullo para la comunidad hispana el que él nos pueda representar como alcalde y de seguro Many que daremos la cara por tí. La política es importante y los hispanos podemos hacer la diferencia desde la política”, estimó Blanco, un médico dominicano que ha crecido en la vida politica.

Mientras que su compatriota Adriano Espaillat, manifestó que el candidato a la alcaldía de Trenton, una comunidad con un elevado porcentaje de hispanos, es un político que se distingue por su carisma, integridad y honestidad.

“Many Segura un político preparado, tiene los mejores sentimientos para todas comunidades por lo que debe llegar a la alcaldia de Trenton, una ciudad en la que discute el futuro político del Estado de Nueva Jersey. Estoy seguro que Manny llegara para hacer de Trenton una ciudad segura y próspera, pero para ello necesita nuestro apoyo económico”, especificó el político.

En tanto que el concejal también dominicano, Julio Tavarez, estimó que Segura “es un guerrero de la política y eso debe constituir un orgullo para los hispanos. Estamos listos para ayudar al que será el mejor en toda la historia política de Trenton”.

El encuentro que fue vendecido por un pastor, se entonó el himno de los Estados Unidos y en el que Manny Segura fue presentado por el empresario Alfredo Rodriguez, contó con la presencia de representantes del Comité Político Peruano, el concejal de Paterson, Rigo Rodriguez, la concejal de la ciudad de Bogotá, Jesenia Frias, el Consejo de Organizaciones Dominicanas, la Asociación, El Desfile y Parada Dominicana del Condado Unión, entre otras.