jueves, 8 de octubre de 2009

A mi hermano Leo: Unas manos no son más que unas manos, pienso


Por Jessica Isla
Fuente: poetasdelmundo.com

HONDURAS: Las que tengo enfrente: heridas, astilladas, vueltas pedazos. Unas manos con dedos imperfectos, quebrados por otras manos llenas de odio. Unas manos que sostuve entre las mías de hermana grande, desde la cuna para que fueran creciendo, poco a poco, para que moldearan su propia vida. Unas manos que defendí para que pudieran crecer sanas, sin moretes, ni golpes, para poder acariciar y abrazar la vida, para estudiar, tomar notas y escribir. Unas manos para dibujar y sanar. Unas manos para reír.

Ese mismo par de manos se defendieron sorprendidas, mientras caminaban alegres a la par del cuerpo que las acompaña hacia la casa de un amigo. Solo pudieron formar un muro frente a los golpes y las patadas de veinte policías. Dos manos, contra cuarenta extremidades de furia. Esas manos solo pudieron quebrarse por la violencia sin sentido, por la violencia que se cree en el derecho de la razón. Unas manos que ahora son yeso y están inmóviles, que nunca quedarán igual, que tendrán que recorrer un camino largo de ida y vuelta para curarse. Unas manos que son la cara angustiada de mi madre y su pregunta ¿cómo te voy a dejar así? Unas manos que son mi rabia y mi impotencia. Un dolor que explota en cada parte de mi cuerpo y que se abre paso en mis entrañas. Sale, se retuerce, parpadea.

Pienso porque me duele tanto, y me imagino que haría yo sin mis manos. Sin los dedos que teclean estas notas, sin mi herramienta de vida, sin mi voz. Sin todas esas manos que me sostienen: Las manos de mi compañero y mi hija sobre mis manos consolándome, las de Manitos Negras sobre mi espalda blanca, doliente, haciéndome llorar, las de la Margarita que desde la computadora traducía a las otras mis mensajes de auxilio y apoyo mientras sufría su propio dolor, su propia pérdida. Las manos de la hermana con nombre de abeja que cada día se aseguraba de que estuviera bien. Las manos que sostienen la manta de la solidaridad infinita de El Salvador, de Costa Rica, México, Cuba y Guatemala. Las de mis hermanas escritoras y la red de araña paciente que han tejido mis hermanas y hermanos hondureños desde esta resistencia. Las manos de mis ancestros, ancianas, brujas y guías espirituales. Las manos de Obatalá y Oshún.

Esas manos quebradas son las manos de la resistencia. Apaleada, quebrada, pero firme. Unas manos dignas que gritan un mensaje al mundo que no escucha por ahora. Que cuidan y acogen, que acunan, se acurrucan, cocinan, se levantan y abrazan. Unas manos que con paciencia, tiempo y ternura volverán a curarse y a crear. Que no volverán a ser las mismas. Que crecerán de otra forma, que sanarán más o menos, que se extenderán al mundo. Que en sí mismas forman una voz. Que son miles de manos y una sola.

Unas manos son todas las manos…

ENTREVISTA a LUIS MENDEZ*: “La estrategia del régimen de facto falló...


Por Mario Casesús
Fuente: poetasdelmundo.com

HONDURAS: En entrevista telefónica desde Tegucigalpa, el poeta Luis Méndez Torres [1969] aboga por un diálogo con los siguientes resultados: “La salida del poder de la dictadura de Micheletti. La Restitución del Presidente Zelaya a su cargo sin condiciones, de forma inmediata y segura; y Definición de mecanismos para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente democrática, incluyente y participativa”.

A 100 días de Resistencia afirma: “Llegará el efecto bumerán. De ida y vuelta. Entre la razón del soberano y la idiotez de un régimen de facto que más temprano que tarde tendrá que responder ante la Corte Penal Internacional”

Autor del libro: Subterráneo [2005] y de varios poemas inéditos; Luis Méndez realizó estudios de Teatro y un Diplomado en Investigación y Monitoreo de Proyectos por la Universidad Pedagógica Nacional. Ostenta el título de Embajador del Movimiento Poetas del Mundo y Fundador del Programa de Bibliotecas Comunitarias de la Asociación Compartir con los Niños y Niñas de la calle, y forma parte del Consejo Editorial de la revista Lectura y Vida [Argentina].

En la actualidad es fotógrafo de la Resistencia al golpe de Estado y colabora en los boletines informativos antigolpistas: “El régimen de facto controla el 99% de los medios informativos, pero otro punto muy diferente es el control de la conciencia, del pensar y sentir del pueblo hondureño. Aspectos diametralmente opuestos, una especie de norte y sur que hacen visible: por un lado las estrategias de control de los medios informativos de los golpistas y por otro lado, el trabajo artesanal y alternativo del frente como piezas valiosas de la dignidad rebelde. Una especie de perlas entre el fango de los cerdos”

MC.- Luis, criticaste el millonario contrato de publicidad para limpiar la imagen del régimen de facto: “Mientras en la Resistencia vamos pasando los panfletos con información del Frente, el boletín diario, y utilizamos los mensajitos telefónicos para pasar la voz y algunas fotografías que hacemos circular en la red, mientras localizamos pequeñas fisuras en medios informativos”, ¿consideras que el trabajo artesanal se extinguirá ante el maquillaje de los dólares golpistas?

LM.- El trabajo artesanal multiplicado por la participación y la organización popular sobrepasa el maquillaje de los dólares golpistas. No tanto los dólares de los golpistas sino lempiras - convertidos al devaluado dólar- producto de la carga tributaria que al final de cuentas pagamos como pueblo hondureño, es una especie de paradoja de la dictadura. Un punto de referencia importante a valorar consiste en que el régimen de facto controla el 99.9% de los medios informativos, sin embargo otro punto muy diferente es el control de la conciencia, del pensar y sentir del pueblo hondureño. Aspectos diametralmente opuestos, una especie de norte y sur que hacen visible: por un lado las estrategias de control de los medios informativos de los golpistas y por otro lado, el trabajo artesanal y alternativo del frente como piezas valiosas de la dignidad rebelde. Una especie de perlas entre el fango de los cerdos.

Pensar en la extinción del trabajo artesanal a 100 días de resistencia es inconcebible tomando en cuenta que desde el mismo 28 de junio los golpistas ejecutaron acciones de represión, asesinatos, encarcelamiento, amenazas, coartaron la libertad de expresión, la libre circulación y asociación con los mal recordados toques de queda consolidados hasta hoy día mediante la aplicación del decreto PCM-M-016-2009 que suspende las garantías constitucionales fundamentales como la más clara postura de un régimen dictatorial. Puedo atreverme a llamar a todo esto una dictadura de efecto bumerán. De ida y vuelta. O mejor planteado, entre la razón del soberano y la idiotez de un régimen de facto que, más temprano que tarde, tendrá que responder ante la Corte Penal Internacional por las violaciones a los derechos humanos.

“En relación a mi crítica sobre el millonario contrato de publicidad para limpiar la imagen del régimen de facto es sencillamente espantoso saber, ver y analizar el cómo nos enfrentamos ante un monstruo apocalíptico de la derecha y de la ultraderecha latinoamericana desde una resistencia pacífica. Contrato que tiene dentro de sus s la identificación de escenarios, mapeo de actores e influencia de estos en la opinión pública, temas polémicos y su manejo de acuerdo a los intereses del régimen de facto. Asimismo, la definición, implementación y desarrollo de un plan para el manejo de la situación política que les permita alcanzar la imagen deseada en función a objetivos, estrategias y tácticas aplicables y bien definidas. Lo anterior por la suma de $ 360,000.00 dólares en pago al consultor internacional norteamericano Peter Schechter. Denunciar tal acto es un deber y un derecho que nos asiste como ciudadanos.”

MC.- El 9 de agosto, escribiste una Carta abierta al Secretario de la OEA, ¿no estás decepcionado del artificio diplomático que le ha dado tiempo al régimen de facto?

LM.- Escribí una carta al Secretario Insulza y mis planteamientos continúan en la misma ruta. Todo el pueblo hondureño sabe cuál es la ruta. Quizá decepcionado de que la OEA le haya permitido al régimen de facto alargar los procesos de diálogo como estrategias claras para consolidarse en el poder. Sobretodo que la OEA haya sido beligerante en sus discursos pero muy pobre en su accionar. En otro sentido, el tema del artificio diplomático tiene sus límites. Es un tema frágil pero también existe una postura contundente por parte del Frente Nacional contra el golpe de estado donde sostenemos que: “El diálogo es un medio adecuado para solventar diferencias, pero éste no es posible bajo las medidas de represión que desde el 28 de junio ha adoptado la dictadura militar-civil, violentando garantías constitucionales y los derechos humanos fundamentales. Mientras se mantengan esas medidas de fuerza no hay un ambiente propicio para que el diálogo que sea válido”
En tal sentido, el Frente coincide con las condiciones puestas por el Presidente Zelaya para que dicho diálogo sea posible, que son:
1.-La derogación del decreto PCM-M-016-2009 que suspende garantías constitucionales fundamentales.
2.-Termine el aislamiento, el hostigamiento de que es objeto el Presidente Manuel Zelaya así como la desmilitarización del perímetro donde está ubicada la Embajada de Brasil.
3.-El respeto a la libertad de expresión, restituyendo inmediatamente el funcionamiento de Radio Globo, Canal 36 y otros medios que han sido clausurados y censurados, así como el cese de la persecución contra periodistas independientes y contra redes de comunicación alternativas.
4.-Exigimos la libertad inmediata de los Presos Políticos detenidos por la dictadura.

Demandamos que el diálogo debe tener como resultados:
1.-La salida del poder de la dictadura militar-civil.
2.-La Restitución del Presidente Manuel Zelaya a su cargo sin condiciones, de forma inmediata y segura.
3.-Definición de mecanismos para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente democrática, incluyente y participativa.

MC.- Definiste el Estado de Sitio de forma acertada: “Lo que están haciendo los golpistas es una acción desesperada ante la imposibilidad de parar la movilización nacional hacia Tegucigalpa… Si están restringiendo nuestra capacidad de organizarnos y movilizarnos es porque no pueden contra el pueblo soberano y organizado”; ¿qué pasará cuando deroguen el Decreto de suspensión de las garantías individuales?

LM.- En este preciso momento las radios están anunciando la derogación de dicho decreto. Lo que va a pasar tiene varias lecturas. Una parte es que con el decreto trataron quebrantar nuestra lucha en las calles. Pero, en consecuencia el Frente se posesionó en los barrios de los sectores populares ubicados en la periferia de la ciudad. De igual forma se agilizó la organización en los niveles departamentales y municipales. Silenciaron a Radio Globo y Cholusat Sur como la censura de otros medios. Consecuentemente con la derogación del decreto están en la obligación de restituir las frecuencias y permisos de operación de ambas empresas. Eso en términos legales debería de ser, pero en términos de un régimen opresor se inventarán cualquier artimaña para negar al pueblo la posibilidad de informarse.

“En otro sentido, la derogación del decreto no constituye un acto realizado para salvaguardar la vida y los intereses del pueblo hondureño. Con ello, tratan de no afectar a los grupos empresariales que están financiando el golpe de Estado. Continuar con la vigencia del decreto sería negar todo proceso electoral y sería contraproducente para los intereses de otros aliados del golpe de estado. Hago referencia al Partido Nacional representado por Porfirio Pepe Lobo, su absoluto silencio durante todos estos 100 días es ejemplar de un “Lobo” astuto y feroz como se apellida, dispuesto al acecho de sus víctimas. En una lectura superficial pareciese que Pepe Lobo tiene servida en bandeja de plata la banda presidencial. Pero puede ser solamente un espejismo de oportunistas e impostores. La restitución de Manuel Zelaya puede ser el Iceberg de los procesos de transformación del país”

MC.- ¿Cómo celebró la Resistencia el natalicio de Francisco Morazán?, ¿y los golpistas por qué se enorgullecen del día del soldado?

LM.- Para la Resistencia Morazán es nuestro Ernesto Guevara, nuestro Bolívar centroamericano y hondureño. El legado de Morazán está presente en las marchas y celebramos ese día con todo el espíritu Morazanista que nos inspira recordando cuando dejaba constancia de su último pensamiento político, afirmando, “Declaro: que mi amor a Centro América muere conmigo. Excito a la juventud, que es llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imite mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra”. Los golpistas celebran con sus aviones y helicópteros, sus tanques y fusiles, sus fuerzas, tácticas y estrategias para reprimir al pueblo. El circo. Muy lejos de Morazán y más cercanos a Somoza y Pinochet.

MC.- ¿La voz de la liberación y la convocatoria para una Asamblea Constituyente han llegado hasta lo más recóndito de Honduras?

LM.- Honduras tiene que ser un país liberado. Es una liberación dolorosa porque en el día a día de nuestra lucha hay compañeros y compañeras asesinados, encarcelados, torturados, perseguidos. Ayer asistimos al velatorio de la compañera: Olga Osiris Uclés que murió a causa la inhalación de gases emitidos por las bombas lacrimógenas lanzadas para desalojarnos de Radio Globo el día miércoles [30 de septiembre]. Olga Osiris deja 4 hijos. El domingo anterior murió la compañera Wendy Elizabeth Ávila por la misma causa. A eso se suman los asesinatos durante la semana pasada de dos docentes y un campesino por parte de escuadrones de la muerte que disparan y huyen para hacer parecer los asesinatos como muertes comunes. Ese es el verdadero Estado de Sitio en que vivimos. Honduras tiene que ser un país liberado y la Asamblea Nacional Constituyente del pueblo debe dar el salto cualitativo a los verdaderos procesos de transformación nacional. Hoy en día existe la estructura nacional, departamental y municipal del frente de resistencia. Allí se está gestando todo el proceso. Las semillas de la liberación están naciendo y florecen en tierra fértil. Llegará el tiempo de la cosecha.

MC.- Ostentas el título honorífico de Embajador de los Poetas del Mundo en Honduras, ¿qué réplicas y resonancias tiene la poesía para denunciar el golpe en el extranjero?, ¿qué recepción tuvo tu llamado desde dicha ONG poética?

LM.- Soy parte de Poetas del Mundo. Mi canal inmediato cuando recibí la noticia del golpe de Estado fue a través de Luis Arias Manzo, Secretario General del Movimiento. Fueron mis hermanos poetas del mundo que andan desde el norte de Canadá hasta la Patagonia, Europa, África, los países Árabes, Asia y Oceanía quienes se unieron como dice la canción de Quilapayún: “Alcemos una muralla, que vaya desde el monte hasta la playa”. Una muralla de solidaridad mundial. El efecto que tuvo mi llamado pudo visibilizarse mediante denuncias y artículos en muchos países del mundo.

“El 28 de junio, día del golpe de Estado, me encontraba fuera de Honduras, días después pude sumarme al trabajo de la resistencia y creo que las réplicas y ecos de la poesía para denunciar el golpe de Estado se han hecho visibles de diferentes maneras. También el trabajo incansable de muchos poetas hondureños que permanecen en resistencia, poetas como: Samuel Trigueros, Fabricio Estrada, Alberto Destéphen, Delmer López, Óscar Amaya, Víctor Manuel Ramos, José Adán Castelar, entre otros valiosos compañeros que convocan acciones de resistencia y evocan la poesía como una fuerza para la denuncia y justicia social”

MC.- Eres autor de un poema a los compañeros: “Compa, qué buena estuvo esa pinta/‘No pinten blanquitos que mañana volvemos’/Y los blanquitos/intentan entrecubrir con pintura sobre pintas y pintura/la basura putrefacta de sus actos/como si se tratase de borrar con brocha y color/la maldad, el horror, sus maquiavélicos actos”, ¿por qué los timoratos blanquitos ya no salen a las calles?

LM.- Es un poema que dediqué a los Compas y las compas, con una dedicatoria para mi amiga: Vanessa Medina, compañera de la Resistencia, además coincidía con los 69 días de lucha de la Resistencia y que eran los días que había durado y resistido la huelga de 1954. Es un poema memorable por la huelga del 54 y desenfadado por el discurso poético. Tengo una colección fotográfica de las pintas y por eso entrecrucé versos y denuncia. Además, en una lucha pacífica, cuando asesinan, torturan y desaparecen a tus compañeros y compañeras y te niegas al hecho de una lucha armada como vía, incluso niegas a los demás esa posibilidad como una línea de acción y de pensamiento por no considerarla oportuna, entonces, el dolor es mayor. En ese sentido, la poesía nos salva y nos crucifica a la vez. Es igual de doloroso. Se puede llorar sobre los versos distendidos en el papel como se llora ante los cuerpos indefensos y asesinados por la bota militar. Una especie de doble dolor para el poeta.

“Pienso que los blanquitos no salen a las calles porque la estrategia del régimen de facto falló. Está debilitada y en Honduras. Intentaron generar una guerra civil del pueblo contra el pueblo. Incluso recientemente convocaron a una marcha de blanquitos frente a la embajada de Brasil con el fin de que nos acercarnos Resistencia y blanquitos y crear a partir de allí un conflicto civil con la infiltración de paramilitares vestidos de blanquitos para disparar a mansalva contra la resistencia. Ese día, la Resistencia subió a los barrios del sector popular para la organización de base y desde allá se neutralizaron los planes golpistas. Al final, es más claro que esta lucha no es del pueblo contra el pueblo. Es la lucha del pueblo contra un régimen de facto maniobrado por un grupo de poder económico y por la fuerza militar controlada por esos mismos grupos. La lucha del pueblo contra la oligarquía y la fuerza militar”

MC.- ¿Cómo interpretas que Micheletti e Insulza se vean a escondidas en la Base norteamericana de Palmerola?

LM.- Mi interpretación la catalogaría como un acto que genera mucha inquietud, sospechas, dudas y preguntas en la ciudadanía hondureña. Pareciese que la OEA tiene interés de avalar un proceso electoral, pero la única validación es mediante el acuerdo de San José e implica la restitución del Presidente Manuel Zelaya. Para eso, Micheletti debe devolver el poder al soberano representado a través del Señor Presidente de la República. Si ese fuera el panorama estaríamos a las puertas del retorno del Presidente a Casa de Gobierno en los próximos días. Otro escenario posible es la clarificación al poder de facto a través de Insulza, para aclararle de una vez por todas que sin la restitución de Manuel Zelaya el proceso electoral no será reconocido y estaremos a las puertas de una catastrófica crisis económica, política y social. Sostengo que la reunión a escondidas no ha sido saludable para el bien de la democracia.

MC.- ¿Qué cortina de humo preparan los golpistas para las elecciones presidenciales de noviembre?

LM.- Comenzaron ya con la masificación de las campañas publicitarias: radio, prensa y televisión enarbolando a los candidatos presidenciales como héroes nacionales ante la crisis política actual. En otro sentido, utilizando el diálogo, la unidad, la paz y la voz de la iglesia católica y evangélica como “concilios redentores” de la crisis. La otra cortina, es hacer saber que todos los países del mundo validan y apoyan las elecciones como única salida a la crisis. En el circo comenzó la función y los gorilas se roban el show mediante la represión como medio para neutralizar la denuncia en las calles y la abolición del Estado de Sitio como un acto democrático por la paz.

MC.- Finalmente, ¿estás escribiendo poesía en Resistencia?, ¿o te expresarás con la lente fotográfica para lograr mensajes más directos?

LM.- Escribo poesía en resistencia. En este momento prefiero no hacerla circular, al menos por ahora. Apoyo al equipo de comunicación del Frente mediante el trabajo fotográfico y algunos reportes breves. Coincido en que el mensaje fotográfico es directo y ayuda no sólo a la denuncia sino a la sistematización misma de los hechos. La lente se vuelve testigo ocular de los hechos y sirve como evidencia importante para cada reporte informativo. Entre poesía y trabajo fotográfico estoy concentrado en una propuesta de Mesas Comunitarias de Resistencia del Frente Nacional contra el golpe de Estado [MCRF]. Integramos esta propuesta a la estructura departamental y municipal con el fin de la organización de grupos de reflexión patriótica y el desarrollo de liderazgo local como elementos preparatorios para la Asamblea Nacional Constituyente del pueblo. En suma, la organización de base.

Luis Mendez*, [Embajador - Honduras] POETAS del MUNDO

Flagrante


Por Leo Castillo | © mediaIsla

¡Bravo! Este artículo acerca del arte de novelar, libro de James Good, aborda un asunto de una flagrante actualidad. ¿No es A sangre fría una novela realista?: ciento por ciento. La incapacidad en el género no la podrá disimular la tendencia: se es talentoso, o no se lo es. Rulfo cuenta una historia (Pedro Páramo) que debemos rotular de fantástica; pero igual de geniales son Diles que no me maten, Luvina, o Nos han dado la tierra (cuentos que figuran en El llano en llamas), decididamente de corte realista.

Entonces deviene una ligereza, si no craso desconocimiento del arte literario y su tradición, esto de descartar hoy ni nunca el recurso realista para la creación de brillantes piezas en la narrativa de siempre. García Márquez, "contaminado" de su momento, arrancó con piezas fantástica, no ciertamente las mejores que le debemos, de inflexión surrealista: Eva está dentro de su gato, La otra costilla de la muerte, La tercera resignación y otras nada memorables por igual, recogidas en su primer volumen de narraciones breves, están acompañadas por esa brillante y hasta precoz excepción, decididamente de corte realista, que constituye En este pueblo no hay ladrones.

Pero vendrían otros libros. Acaso por la línea del aludido Capote, su Relato de un náufrago; Crónica de una muerte anunciada, o ese su impagable El coronel no tiene quien le escriba, etc.

Ahora bien, en Ojos de perro azul, degústese su fantástico Un señor muy viejo con unas alas enormes.. Lo que viene a confirmar el aserto ejemplificado con Rulfo: se tiene talento, fortuna al acometer uno u otro género, o no se es diestro de ninguna manera; mas no califica echar la culpa de la ineptitud, la ineficacia, a tal o cual recurso.

¿Y las Novelas ejemplares, de Cervantes?;¿y La Celestina?, ¿y el sabrosos Lazarillo de Tormes?: realismo, señores, del mejor linaje. No creo necesario abundar en ejemplos, recordar al Hawthorne de La letra escarlata, o al Mauppassant de Vendetta, el Hemingway de Adiós a las armas, todo Henry Miller. Lo mismo respecto de los relatos de Saul Bellow, como de su par (¿debo décir epígono?) Philip Roth, de quien sólo he padecido El lamento de Portnoy, en nuestros día ya virtualmente insufrible.., todos éstos seguidos de un interminable etc.

¿Dijo alguien que el realismo no es sino una decimonónica invención de unos tíos franceses y rusos?

Buena por Mr. Wood. Que tiene madera, se nota en la notable nota que anoto. [Leo Castillo (Costa Caribe colombiana, 1961) autor de De la acera y sus aceros, 2007]

Luis López Nieves: No me quemarán vivo


Por René Rodríguez Soriano
| © mediaIsla, Boletín 1145

Nos unen y nos distancian el mismo sol, la misma luz y el mismo mar; nos une, en cierto modo —con pasión, con saña—, la sabiduría de lo incierto. Luis López Nieto, quizás haciendo acopio de una alta dosis de energía creando formas y un ovillo de relativas y contradictorias verdades, hace trizas y echa por el suelo la ambigüedad del mundo que heredamos. Con desenfado y sin malicia, pedalea a manos sueltas por esa frágil línea que separa lo real de lo posible y nos interna a toda luz por los más inhóspitos pasajes de la Historia, en sus historias.


Luis López Nieves básico

Puertorriqueño, 1950.

Luis López Nieves es autor del relato histórico Seva, uno de los mayores éxitos literarios de Puerto Rico. Su novela El corazón de Voltaire ha sido aclamada por la crítica literaria internacional como una de las obras más originales del siglo XXI. López Nieves ha ganado el Premio Nacional de Literatura de su país en dos ocasiones. Es doctor en Literatura Comparada por la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook. También es el fundador y director del primer programa de Maestría en Creación Literaria de América Latina (en la Universidad del Sagrado Corazón, en San Juan de Puerto Rico) y de la Biblioteca Digital Ciudad Seva (CiudadSeva.com). Desde el 2007 ocupa la posición de Escritor Residente de la Universidad del Sagrado Corazón.

Desde sus primeras andanzas por los caminos del entronque y el trastrueque (Seva, 1984), López Nieves fabula y confabula contra los sacrosantos valores de la «visión única y el sueño de de Newton». La historia oficial y el público de a pie tuvieron que lanzarse sin camisa por los descampados de la imaginación; el narrador, como una especie de fiscal, ponía en escena innumerables folios de visiones contrapuestas a las tradicionalmente aceptadas.

A Seva le seguirían dos nuevos libros de relatos (Escribir para Rafa, 1987 y La verdadera muerte de Juan Ponce de León, 2000). Luego habría de llegar El corazón de Voltaire (2007), donde, sin muchos miramientos y apoyado en la sagacidad de una de las más originales historiadoras de todos los tiempos, pasa por la piedra los turbios manejos del poder. Ysabeu de Vassy, como si viajara de una galaxia a otra y en una poderosa nave del futuro, rompe todos los cercos y encerronas para hurgar y entresacar verdades por tanto tiempo escamoteadas en los celosos archivos de la Iglesia, Los Estados y los Ejércitos.

Aclamada y celebrada por centenares de lectores en Europa y Latinoamérica, El corazón de Voltaire ha sido objeto de múltiples reconocimientos y ediciones que, de hecho, han preparado un excelente escenario para la llegada de El silencio de Galileo (2009), novela que ya anda pisándole muy de cerca los talones a la anterior. Desde hace largo rato tenía la intención de cruzar unas cuantas palabras con Luis López Nieves. Ha llegado el momento, aprovecho que descansa de las ferias, los encuentros, los aeropuertos, y lo abordo:

—Luis, tengo noticias de que acabas de participar en la Feria del Libro de Islandia y que cubres una apretada agenda con la promoción de tu novela, a propósito, ¿cómo va El silencio de Galileo?

—En efecto, acabo de regresar de la Feria del Libro de Islandia. Fue una experiencia tan hermosa como exótica, porque la mayoría de los autores eran nórdicos, de países como Noruega, Dinamarca, Suecia y, por supuesto, Islandia. Todos estos países hablan idiomas germánicos. El único autor latinoamericano residente en América Latina era yo. El otro latinoamericano era Junot Díaz, quien vive en Estados Unidos.

El Grupo Editorial Norma, mi editorial, publicó dos grandes ediciones de El silencio de Galileo: una en América Latina y otra en España. La edición de América Latina se agotó en menos de un mes y ya está en imprenta la segunda. De España todavía no me han llegado datos concretos, aunque me informan que las ventas también son buenas.

—Me llama la atención de que, como aconteció en El corazón de Voltaire, las mismas instituciones y poderes (la Iglesia y el Estado, principalmente) interpusieron un sinnúmero de dificultades y escollos, ¿acaso, en la vida real, tanto el poder político o militar y las encumbradas familias de la más rancia aristocracia, temen que sean de común conocimiento ciertos secretos y verdades a media?

—Creo que hay ciertas lecciones básicas que nos enseñan los libros de historia. Una de ellas es que por lo general un grupo relativamente pequeño de personas controla a las grandes masas. Como resultado de este control, disfrutan de riquezas, poder, privilegios, etc. También nos enseñan los libros que, para lograr este control, las clases dominantes deben manipular las mentes de las clases dominadas. Lo hacen de diferentes maneras. A veces con propaganda intensa, diaria, incesante, como es el caso actual de los Estados Unidos, donde no se puede ver ni un juego de baloncesto sin que se toque el himno nacional ni se puede ver un noticiero que no tenga algún elemento propagandístico. Otra manera es por medio de la ignorancia total. Ese fue el caso de los egipcios antiguos. Un grupo pequeñísimo de sacerdotes se apropió de la "verdad" y de los "conocimientos", y le prohibió al pueblo el acceso a los mismos. Les llamaban "grandes secretos divinos" u otros nombres pomposos. Los sacerdotes decían que ellos eran los "elegidos" para interpretar esos secretos y que cualquier otra persona que intentara hacerlo era un hereje soberbio que merecía la muerte.

En los tiempos de Galileo, la Iglesia Católica se consideraba la única poseedora de la "verdad". Pensar de manera diferente a la permitida por la Iglesia se castigaba con severidad. Quemaron vivos a varios científicos solamente por diferir de las enseñanzas bíblicas. Quemaron vivo al famoso Giordano Bruno sólo por decir que había múltiples sistemas solares. A Galileo también lo amenazaron con quemarlo vivo a menos que renunciara públicamente a sus ideas.

En el caso de los egipcios y de muchos otros, estoy seguro de que eran unos grandes manipuladores de la verdad. Realmente no creían mucho de lo que decían. Eran trucos para mantener al pueblo ignorante y dominado.

En el caso del catolicismo no estoy seguro. A veces pienso que los inquisidores realmente creían que estaban haciendo el bien. En realidad pensaban, por ejemplo, que la tierra tenía que ser plana y que nuestro planeta tenía que ser el centro del universo. Lo creían por fe y porque, según decían, era la palabra de Dios.

—A propósito de la Iglesia y el poder, ¿no ha aparecido algún cura, obispo o coronel que haya visto en tu novela o en alguna de tus historias leña fértil para la santa hoguera?

—Que yo sepa, no. Pero recuerda que el papa Juan Pablo II perdonó a Galileo en el 1992. Por tanto, podríamos decir que tengo permiso oficial para hablar bien sobre Galileo. No me quemarán vivo.

—Ysabeau de Vassy, hermosa heroína que, al parecer reúne las mejores condiciones de Sherlock Holmes, Pepe Carvalho y la Mujer Maravilla, más que una avinagrada estudiosa de apolillados folios y pergaminos parece una explosiva presentadora de uno de esos súper ranqueados talk shows de las grandes cadenas televisivas, ¿también aquí podemos encontrar un guiño o una clave de la desacralización de los viejos mitos de la historiografía tradicional y sus verdades de Perogrullo?

—Durante 32 años he sido profesor universitario, he vivido en el mundo académico, y he conocido muchísimas profesoras tan inteligentes como bellas y valientes. Apenas tuve que usar la imaginación para crear a Ysabeau, porque todos los días trabajo con colegas profesoras iguales que ella a mi alrededor. ¿Por qué persiste el cliché de la profesora asexual y poco atractiva? No lo entiendo.

—¿Acaso hay otra sutil llamada de atención o velada crítica en el hecho de que, al igual que esclarecidas heroínas como Luisa Lane, Narda, Mimi, la propia Mujer Maravilla y todas las novias de Fantomas, sostienen y defienden su perpetua soltería, y, como el diablo a la cruz, eluden a toda costa entrar en detalles o dejar abiertas las posibilidades de formar familia?

—Creo que muchas mujeres inteligentes optan por la soltería, o por el compromiso a medias, porque no encuentran un hombre que las acepte como iguales. Eso es lo que me han dicho muchas colegas. Me dicen que se les hace difícil encontrar un hombre que no se sienta intimidado por la inteligencia y la independencia de criterio que exhiben.

No padezco ese problema porque a mí me criaron mi madre, que es una profesional, y mi hermana mayor, quien también lo era. Por tanto, toda la vida he estado rodeado por mujeres educadas, profesionales, femeninas y admirables.

—¿Tendremos Ysabeu para rato?

—Creo que no. A Ysabeau realmente la perdimos tras esta última novela, porque yo la veo dedicando el resto de su vida a Galileo, sin interesarse por ninguna otra cosa en la vida. Allá sigue ella encerrada en el taller de Galileo, y de allí creo que no hay quién la saque. Pero ¿quién sabe? Sólo soy el autor. Son los personajes los que mandan.

—¿Dónde se ayuntan y dónde se divorcian la historia tradicional y la trocada en El silencio de Galileo?

—Es muy difícil hacer la separación. De hecho, ese es el objetivo de la historia trocada que escribo: que el lector no pueda ponerle el dedo a ese "divorcio" que mencionas. Hay detalles de la novela que los lectores presumen, automáticamente, que son falsas. Luego verifican en libros de historia y se pasman al descubrir que son ciertas. Igualmente sucede al contrario: importantes datos de la novela que han aceptado con naturalidad como ciertas, luego descubren que no lo son. No daré ejemplos concretos de El silencio de Galileo, porque muchas personas todavía no la han leído. Pero tengo ejemplos relacionados con mi novela anterior: El corazón de Voltaire. Muchas personas, en charlas o conferencias, me dicen que les pareció muy ingeniosa la idea de decir que el corazón de Voltaire estaba preservado en una urna en la Biblioteca Nacional de París, y me preguntan cómo se me ocurrió. Cuando les contesto que no se me ocurrió esa idea porque el corazón de Voltaire realmente está en la Biblioteca Nacional de París, que es un hecho real y comprobable, se quedan con la boca abierta.

—¿Cuánto tiempo tomó armar y escribir El silencio de Galileo, cuáles escollos se presentaron en el camino tras los pasos del cerebro más grande de todos los tiempos?

—Me tardó unos tres meses pensar, calentar, leer, tomar notas… y luego nueve meses redactar. No recuerdo ningún escollo particular. Claro, en esta novela nuevamente me puse la camisa de fuerza que significa escribir una novela solamente con correos electrónicos. Me autoimpuse unas limitaciones, porque al carecer de narrador hay recursos literarios a los que no tengo acceso. Pero una vez acostumbrado a esta limitación, y a encontrar siempre una manera alterna de contar lo que quería contar, pues la novela fluyó con naturalidad. Además, siempre conté con el apoyo de mi santo favorito, san Google, a quien le rezo cada vez que tengo una pregunta… y siempre me contesta.

—Luis López Nieves entra a la literatura puertorriqueña y del Caribe a través del cuento, es histórica la polémica que generó la publicación de Seva en el periódico Claridad, ¿cuándo tendremos un nuevo volumen de cuentos?

—Como ya había publicado tres libros de cuentos, pues mis dos últimos libros han sido novelas. Y creo que mi próximo libro también será una novela. La vida tiene fases. Pero, mientras tanto, he estado escribiendo cuentos sueltos que tengo guardados. Hace tiempo tengo la idea de escribir un libro de cuentos que se llame Últimas palabras, que consiste de una colección de relatos en que se cuentan las muertes de personajes célebres de la historia… y, por supuesto, terminan cuando estos personajes emiten sus últimas palabras. Ya tengo varios cuentos en esta línea. También he escrito un grupo de cuentos históricos. Así que pienso que pronto tendré material para dos libros de cuentos.

—¿Qué hay de cierto en lo que dicen ciertos editores y promotores del mercado del libro, aquello de que el cuento y los cuentistas están agotados o que ya el cuento no tiene público ni lectores?

—No creo que la premisa sea correcta. No olvidemos que Borges, Cortázar, Felisberto Hernández, Arreola y muchos otros autores son del canon y deben sus grandes famas (y ventas) a sus cuentos, que se siguen leyendo hoy como hace muchos años.

El cuento moderno tuvo su momento en los siglos XIX (y una parte del XX) porque los periódicos los publicaban con frecuencia. No había televisión ni radio ni cine. Por la noche los pequeños y grandes burgueses llegaban a sus casas y podían divertirse con la lectura de un cuento... ya que no había mucho más para hacer. Sin embargo, en gran medida esa necesidad práctica de una o dos horas de descanso y lectura la han sustituido hoy día la televisión e Internet. La gente llega a la casa de noche y ve televisión un rato o navega por Internet, como antes leía un cuento. Así que tal vez la gente no lea los cuentos en libros y periódicos como antes, pero yo tengo un portal de Internet, CiudadSeva.com, que contiene 3350 cuentos clásicos. Mi portal recibe hasta 32,000 visitantes diarios de todo el mundo. Por tanto, te diría que hay mucha gente leyendo cuentos clásicos pero nadie se entera porque no se refleja en las ventas de las librerías ni en las visitas a las bibliotecas de papel. Por tanto, no es que el cuento esté agotado. Es que se está leyendo de otras maneras.

Por otra parte, la novela es mucho más fácil de mercadear que un libro de cuentos. Los editores prefieren las novelas. Pero, normalmente, una vez un autor de novelas se da a conocer, sus lectores también leen sus cuentos.

—Entre el ajetreo que ocasionan los aeropuertos, la docencia universitaria, las lecturas, conferencias y encuentros con la prensa, ¿cómo saca tiempo para leer y qué lee y escribe Luis López Nieves en la actualidad?

En cuanto a la escritura, ahora mismo estoy tomando un descanso porque acabo de terminar El silencio de Galileo. Mientras reposo, escribo cuentos y tomo notas para mi próxima novela. Tal vez esto no suene mucho a "descanso", pero hay que verlo desde el punto de vista mental. Estoy desconectado de un gran proyecto como tal, porque una vez que empiezo a escribir una novela me entrego día y noche, sin descanso, durante cada momento libre.

En cuanto a leer, no puedo vivir sin leer. Leo mientras como. Leo en las filas de los bancos, en las oficinas médicas, durante cualquier receso, en los aviones. Llevo siempre un libro conmigo. Nunca salgo a la calle sin un libro. Y en mi casa, durante el día, saco tiempo siempre para leer, ya sea libros o en la computadora. Y, claro, al acostarme. Nunca me duermo sin haber leído al menos 4 ó 5 páginas. Rutinariamente, a pesar de mis muchos compromisos, leo grandes novelas de 500 ó más páginas y lo hago sin que sea un problema. Al contrario, es uno de los mayores placeres de mi vida. Mi otro gran placer es estar con mi esposa: Mara.

Este asunto de leer mucho ha sido parte de mi vida desde niño. No sé cómo sería mi vida sin el hábito de leer. No la visualizo.

—Y para concluir, ¿cómo tergiversarías o trocarías, en escasas palabras, este encuentro resumido en estas trece preguntas?

—Bueno, para mucha gente el 13 es un número de mala suerte. Pero no hay que preocuparse. Yo nunca he sido supersticioso, porque la superstición trae mala suerte. [mediaIsla]

Lucy in the Sky with Diamonds


Por René Rodríguez Soriano | © mediaIsla
Fuente: mediaIsla, Boletín 1145

Lucía amaneció esta mañana tarareando canciones de Lennon y McCartney. Manejó toda la cotidianidad de la casa como si de un juego de muñecas se tratara y salió apresurada, dejándome apenas un beso oculto en la más blanca de las servilletas.

Desde hacía cierto tiempo la percibía cada vez más despistada y no lograba descifrar sus vaivenes y atareos tan ajenos a todo lo que, en un principio nos unió. Al darme cuenta, lo confieso, no le di la menor importancia a todo esto. Después, comencé a preocuparme, al verla a cada tanto mas ligera, más evasiva y volátil.

Mi preocupación, realmente comenzó aquella mañana en que la sorprendí ensimismada con el vuelo de una mariposa amarilla que jugueteaba en el jardín. Me quedé mudo en un rincón, observándola, oliéndole un nuevo y desconocido aroma, escuchando su soliloquio, su pensamiento en voz alta, planteando el deseo de tener alas y elevarse como mariposa y flotar y volar libre y lejos de todo, de todos. No quise interrumpirla y me alejé en puntillas, dejándola sola, con sus alados pensamientos.

Después, más a menudo, fueron mis sorpresas: en la playa, con las gaviotas; en la plaza, con las palomas; siempre volando lejos, tratando de remontar un vuelo limpio y amplio como el viento. Transustanciada, totalmente otra Lucía, distinta a mi Lucía de amapolas y madreselvas.

Por eso, esta mañana, cuando me levanté y percibí su nuevo aroma por toda la casa y, al buscarla, sólo encontré su beso en la servilleta, me llegó de repente la idea de que podría encontrarla en uno de esos lugares donde a menudo ella venía a soltar al vuelo sus pensamientos. Llegué hasta el Mirador del Este y la alcancé a ver, en el preciso instante en que remontaba vuelo junto a una bandada de golondrinas, que revoloteaban sobre la fuente seca que tantas veces nos había visto discutir y abrazarnos luego tan tiernamente. Se fue elevando de a poco, en un principio no se percató de mi presencia, luego, creo que notó que estaba allí. Lo sé por su sonrisa ya lejana, con la que me premiaba siempre que se sentía descubierta. En uno de sus últimos giros me lanzó una ramita y, con ella, el pendiente que le regalé en nuestro viaje por Florencia. Lo atrapé y la miré. Hice mil señales para que volviera. Me miró, se encumbró y se perdió en la distancia para siempre, dejándome el sabor indescriptible de un adiós que no sé hasta cuándo ni hasta dónde se prolongará.

Borges y Judas


Por Tomás Eloy Martínez | © LA NACION
Fuente: mediaIsla, Boletín 1145

Hace dos mil años, y aun algunos siglos después, la religión era una pasión absorbente y avasalladora. Estaba en juego algo mucho más trascendental que la supremacía de los apóstoles depositarios de la doctrina, que habían escuchado las enseñanzas del Maestro después de la Resurrección, cuando Jesús ya se había desprendido de su cuerpo mortal y su alma estaba en relación directa con Dios.

Para las primeras pequeñas comunidades cristianas eran intolerables las desviaciones heréticas que se expandían entonces velozmente en el territorio de Palestina y las tierras adyacentes. Simonianos, ebionitas y nazarenos no tardaron en ser aplastados. El fuego de la piedad era aplacado por rencillas incesantes. Aunque la memoria de la pasión y muerte de Cristo era el lazo que unía a todos los fieles, había pasado menos de un siglo desde la crucifixión y las disputas no tenían fin.

Se discutía sobre el perdón de los pecados, sobre la virginidad de María, sobre la salvación o la perdición del alma inmortal y sobre el significado oculto de las palabras de Jesús, que, en definitiva, eran revelaciones de Dios. La autoridad de las profecías de la Biblia hebrea disiparon muchas de las dudas. Miles de cristianos iban a la guerra y sucumbían para imponer la idea de que Jesús era una encarnación humana de Dios y para negar o afirmar que Dios era uno y trino. En cada soldado había un teólogo. Cada capitán defendía un dogma que se declaraba el único verdadero y consideraba que las otras creencias eran blasfemias o herejías que debían ser castigadas con la muerte.

En el siglo II, la cristiandad distaba de ser unánime. Se dividía en facciones enemigas, cada una de las cuales apoyaba sus creencias en cinco o más evangelios. Todos ellos se presentaban como los únicos intérpretes fieles de las enseñanzas de Jesús. Las luchas implacables se prolongaron durante siglos. A fines de la cuarta centuria, un grupo al que se conoció después como los protoortodoxos impuso una voz única. Si bien se aceptó que sólo cuatro evangelios formarían el cuerpo central de la doctrina, durante muchos años más esos textos fueron sometidos a supresiones y correcciones para eliminar anacronismos y contradicciones.

Los evangelios canónicos fueron escritos entre 65 y cien años después de la crucifixión. Se supone que el primero fue el de Marcos, y que Mateo y Lucas completaron los suyos hacia esa época. Los cuatro cuentan, con pocas variantes, las mismas historias sobre la vida, las enseñanzas y la pasión de Jesús. En los cuatro, la figura de Judas, el apóstol traidor, es estigmatizada cada vez con más énfasis. Juan, el último de los cuatro, no puede ocultar la cólera que le produce el delator. Lo describe aferrado a la bolsa del dinero, marchándose furtivamente de la Cena hacia su castigo infernal.

Fuera del canon quedaron los relatos de evangelistas como Santiago, Bartolomé, Felipe, Tomás y Pedro. Se los consideraba apócrifos, palabra que en los primeros tiempos de la Iglesia significaba secretos u ocultos. Todos coincidían en señalar que, sin la traición de Judas Iscariote, sin los latigazos, sin la corona de espinas y la muerte en la cruz, la Redención no habría sido posible. Con esos actos se cumplían las Escrituras, en las que también se anticipa que el traidor va a recibir treinta monedas de plata.

La sombra satánica de Judas se arraigó a tal punto en la imaginación de la cristiandad que la iconografía medieval y la renacentista lo representan con la mirada huidiza, apartándose de la mesa de la Ultima Cena, separado de los otros apóstoles y aferrando la bolsa con el pago ignominioso por su crimen. En el último canto de la Commedia , Dante lo describe desgarrado por los dientes de Satanás en el círculo más hondo del infierno y, para artistas como Caravaggio y Leonardo, la fealdad de su cara y la hipocresía de su expresión fueron un reflejo de las tinieblas de su alma.

Como todos los educados en la cultura de la Iglesia de Roma, recuerdo haber leído con incrédulo asombro las Tres versiones de Judas, que Borges publicó en 1944. Es uno de los cuentos de su libro Ficciones . Allí Borges atribuye al teólogo escandinavo Nils Runeberg el descubrimiento de un Judas distinto del de los cuatro evangelios. Runeberg observa que el beso de Judas para marcar a su Maestro es un acto superfluo, por no decir inútil. No había por qué identificar a un Rabbi que predicaba con frecuencia en la sinagoga y obraba milagros ante millares de hombres. Pero, como bien señala Borges, "suponer un error en las Escrituras es intolerable". La traición de Judas, por lo tanto, dista de ser casual, y debe leerse como uno de los actos más misteriosos en la economía de la Redención.

Judas es el único de los apóstoles que intuye la divinidad de Jesús. Se rebajó a cometer la peor de las infamias sólo para que el Verbo se hiciera carne en la cruz y salvara a la humanidad. Para un joven de veinte años, los que yo tenía entonces, era una audacia, casi un escándalo, leer que el Supremo Mal se transformaba, por un malabarismo de la inteligencia, en un camino necesario para el Supremo Bien. Comenté ese estupor con algunos predicadores de mi provincia. Todos ellos coincidieron en que la tesis de Borges, creada con las armas de la razón, debía mantenerse en extremo secreto. Si por azar salía a la luz, era preciso refutarla de inmediato con las armas de la fe.

En 1978, un grupo de campesinos que buscaba tesoros enterrados en las cuevas del Egipto Medio descubrió algo mucho más valioso que el oro. Eran los libros del que más tarde sería conocido como Códice Tchacos, compuestos por un grupo de cristianos gnósticos que valoraban el conocimiento como camino esencial para llegar a Dios. Restaurar esos textos, poner un orden mínimo en el complejo rompecabezas, exigió una década de paciencia. Los papiros, resecos por la falta de cuidado, eran una parva de fragmentos minúsculos, ennegrecidos, casi ilegibles. Entre esos desechos estaba el Evangelio de Judas. Después de que National Geographic lanzó una primera edición en inglés, fue traducido a todas las lenguas occidentales.

Que el Evangelio de Judas haya sobrevivido a tantas negligencias y saqueos de los mercaderes es un prodigio. Más asombroso aún es que coincida casi letra por letra con las especulaciones de Borges.

¿Cómo pudo el autor de Ficciones adelantarse cuatro décadas a las revelaciones de un relato que, en 1944, no sólo era desconocido, sino que a la vez no estaba en la imaginación de nadie? ¿Cómo, además, fue capaz de hilar tan fino en la vislumbre de un problema teológico extremadamente complejo? Una respuesta posible es que Borges, lector atento como ninguno, pudo haber conocido, en la edición de Cambridge, los volúmenes de Adversus haereses , una minuciosa refutación de todas las herejías escrita por el obispo Ireneo de Lyon, quien, por supuesto, menciona el texto de Judas.

Según los gnósticos, que recibían su inspiración del apóstol infiel, el problema fundamental de la vida humana no es el pecado, sino la ignorancia. El único camino válido para llegar a Dios es el del conocimiento, no el de la fe, que es propia de los hombres simples y primitivos.

En el Evangelio de Judas, el apóstol se acerca a Jesús, quien lo instruye en el Gran Secreto. El Maestro no es un simple mortal. Procede de un mundo superior, situado más allá de toda comprensión. El cuerpo de Jesús no tiene una apariencia única, sino que adopta distintas formas, a voluntad. Para regresar al mundo perfecto del Espíritu, Jesús debe morir. Judas hará lo necesario para ayudar a Jesús en su tránsito a la eternidad. Al conocer el Secreto, Judas es el único discípulo que sabe. Está unido al Maestro no por las simplicidades de la fe sino por la firmeza del conocimiento. Dios es un infinito tan sublime que ninguna palabra puede describirlo. Hasta la palabra Dios es insuficiente e inadecuada para designar la Deidad.

Desde el siglo IV, el nombre de Judas quedó ligado a "judío" y "judaísmo". Se lo presentaba como el judío malvado que, con su beso traidor, había desatado los tormentos del Gólgota. Su paso fugaz por el Nuevo Testamento enciende las llamas de un antisemitismo que se prolongará por más de mil novecientos años. Susan Gubar, profesora de la Universidad de Indiana y autora de una excelente biografía de Judas, cree que la imagen del apóstol traidor y codicioso, repetida incansablemente durante centurias, fue el antecedente que permitió a los nazis justificar el exterminio de los judíos, a tal punto que, según Gubar, Judas fue para ellos "la musa del Holocausto".

Borges no aprueba ni justifica las herejías, aunque su relato, al enumerar las blasfemias, las reproduce sin censuras. Con clarividencia, advierte que sobre Judas convergen antiguas maldiciones divinas y se lamenta porque esas maldiciones, que deberían haber servido para glorificar la Redención, oscurecieron la santidad de su sentido. [giecoleon]