miércoles, 25 de noviembre de 2009

La porfiada memoria de Dedé Mirabal


Por Jochy Herrera| © La Jornada
Fuente: mediaIsla, Boletín 1152

El régimen del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo, el más sanguinario de los dictadores latinoamericanos del pasado siglo, marcó la historia individual y colectiva de la media isla República Dominicana. En una suerte de pesadilla que no desaparece, aquellos treinta y un años de horror sobrevivieron al tirano: el trujillato fue balaguerato durante las décadas de gobierno de Joaquín Balaguer –hijo político de Trujillo– fundador de un ethos del poder que hoy se reviste de caras y colores nuevos. Vivas en su jardín (Aguilar 2009) son las memorias de una sobreviviente, Dedé Mirabal, quien cuenta a viva voz cómo su corazón logró sanar, sin olvidar, uno de los más horrendos crímenes políticos en los anales de nuestro continente: el asesinato por el régimen trujillista de sus hermanas Patria, Minerva y María Teresa.

Heroínas hechas mariposas junto a sus maridos, las Mirabal representaron lo mejor de una juventud inmolada en pos de la justicia; junto a los miles de torturados y asesinados y el Movimiento 14 de Junio, su sacrificio no fue fútil, ya que contribuyó a poner fin a aquellas negras décadas de la dominicanidad. Hoy, en un poderoso testimonio de trescientas páginas, Dedé Mirabal ha contado a las jóvenes generaciones la historia de Las muchachas. Con un lenguaje tan real como las confesiones de los asesinos descritas en Vivas en su jardín, este libro fluye como documento revelador de mentiras y distorsiones sobre una época "tabú" en un país cuyos historiadores pocas veces contaron la verdad.

Minerva, la segunda de Las mariposas, no sólo fue una luchadora por la causa política junto a sus hermanas, sino también una defensora de la enmancipación femenina, asunto poco tratado en aquellos años de la década de 1950. No en vano desde 1998 la ONU declara el 25 de noviembre, aniversario de su asesinato, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Minou, hija de Minerva Mirabal, en palabras insustituíbles, ha establecido el punto de partida desde donde este libro debe reconocerse: como arrebato de valentía y heróica humanidad "a pesar de la inmortalidad de las heridas" que arranca del olvido lo sucedido e impide que se pierda para nosotros y para el mundo.

Casi medio siglo después de aquel crimen, Dedé Mirabal narra cómo, al caminar por la carretera donde Patria, Minerva y María Teresa fueron asesinadas, aún le invade una sensación simultánea de desasosiego y paz: "Se me ocurre que fue en este lugar donde por última vez ellas vieron el cielo, donde por última vez nos recordaron a nosotros, sus seres queridos, donde vieron la cara demoníaca de la dictadura personificada en sus verdugos, y donde pronunciaron sus últimas palabras, las cuales nunca conoceremos con certeza. En este lugar de horror estoy segura que ellas tuvieron algún bello pensamiento para la vida que tanto habían amado y que en parte encarnaba en sus hijos, en mamá, en mí, en sus esposos, en los amigos...y en la fuerza única de la libertad."

[Jochy Herrera, dominicano, miembro de la mesa editorial de Contratiempo, Chicago. Autor de Extrasístoles y otros accidentes, 2009]

Guerra, paz y el Nobel de Obama


Por Noam Chomsky | © In These Times - Rebelion
Fuente: mediaIsla, Boletín 1152

Las esperanzas y perspectivas para la paz no estaban bien fundadas ni de lejos. La tarea consiste en afinarlas. Presumiblemente fuera ése el intento de la comisión del Premio Nobel de la Paz al elegir al presidente Barack Obama. El premio "parecía una suerte de plegaria e impulso de la comisión del Nobel a un liderazgo estadounidense más consensuado", tal y como escribieron Steven Erlanger y Cerril Gay Stolberg en The New York Times. La naturaleza de la transición Bush-Obama radica directamente en la probabilidad de que las plegarias y los ánimos puedan implicar algún progreso.

Las preocupaciones de la comisión del Nobel eran válidas. Escogían la retórica de Obama en punto a la reducción del armamento nuclear. Precisamente ahora las pretensiones nucleares de Irán dominan los titulares. Las advertencias son que Irán puede estar ocultando algo a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) y violando la Resolución 1887 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el mes pasado y jaleada como una victoria de los esfuerzos de Obama por contener a Irán. Significativamente, el debate sigue sobre si la reciente decisión de Obama de reconfigurar los sistemas de defensa de misiles en Europa es una capitulación ante los rusos o un pragmático paso adelante en la defensa de Occidente ante un ataque nuclear iraní.

El silencio es a menudo más elocuente que el más atronador de los clamores, de modo que atendamos a aquello que permanece implícito.

En pleno furor sobre la doblez iraní, la IAEA aprobó una resolución en que exhortaba a Israel a suscribir el Tratado de no proliferación nuclear (NPT) y abrir sus instalaciones nucleares a su inspección. Los Estados Unidos y Europa intentaron bloquear la resolución, pero ésta salió adelante de todos modos. Los medios de comunicación obviaron en la práctica el acontecimiento. Los Estados Unidos aseguraron a Israel su apoyo al rechazo de la resolución, reiterando un acuerdo secreto que ha permitido a Israel mantener su arsenal nuclear a resguardo de las inspecciones internacionales, según funcionarios habituados a esos arreglos. De nuevo los medios de comunicación permanecieron en silencio.

Los funcionarios indios saludaron la Resolución 1887 de la ONU con el anuncio de que la India "puede construir ahora armas nucleares del mismo poder destructivo que los arsenales con mayor poder nuclear del mundo", según informó Financial Times. Tanto la India como Pakistán están aumentando sus programas de armamento nuclear. Han estado por dos veces cerca de la guerra nuclear, y los problemas que a punto han estado de encender la catástrofe permanecen vivos en gran medida.

Obama saludó la Resolución 1887 de modo distinto. El día antes de que se le concediera el premio Nobel por su compromiso con el estímulo de la paz, el Pentágono anunciaba que estaba acelerando la distribución de las más letales armas no nucleares en su arsenal: 13 toneladas de bombas para bombarderos sigilosos B-2 y B-52, diseñadas para destruir búnkeres ocultos en profundidades y protegidos por 10.000 libras de hormigón. No es ningún secreto que esos cazadores de búnkeres podrían emplearse contra Irán. Los planes por tales "destructores de artillería masiva" empezaron en los años de Bush, pero languidecieron hasta que Obama hizo un llamamiento a desarrollarlos más rápidamente cuando llegó al poder.

Unánimemente aprobada, la Resolución 1887 exhorta a poner fin a las amenazas de fuerza y a la firma por todos los países del NPT, como hiciera Irán hace años. Quienes no lo han firmado son la India, Israel y Pakistán y todos ellos han desarrollado armas nucleares con la ayuda de los EEUU, violando el NPT. A diferencia de los Estados Unidos, Israel y la India (que ocupa brutalmente Cachemira), Irán no ha invadido a ningún otro país desde hace centenares de años. La amenaza de Irán es minúscula. Si tuviera armas nucleares y sistemas de transporte para utilizarlos, el país sería desintegrado. El analista estratégico Leonard Weiss apunta que creer que Irán vaya a utilizar armamento nuclear para atacar a Israel o a cualquier otro "es tanto como asumir que los líderes iraníes están locos" y que están deseando ser reducidos a "polvo radioactivo", y añade que los submarinos portamisiles de Israel son "prácticamente impermeables a los ataques militares preventivos", por no hablar del inmenso arsenal estadounidense.

En sus maniobras navales de julio, Israel envió sus submarinos Dolphin, capaces de transportar misiles nucleares al mar rojo a través del Canal de Suez, a veces acompañados de buques de guerra, a una posición desde donde podrían atacar a Irán, ya que tienen el "derecho de soberanía" para hacerlo, según el vicepresidente de los EEUU, Joe Biden.

No es la primera vez que se cubre con un velo de silencio lo que aparecería en titulares de portada en sociedades que valoraran su libertad y se preocuparan por el destino del mundo. El régimen iraní es duro y represivo y persona humana alguna quiere que Irán o cualquier otro disponga de armamento nuclear. Pero un mínimo de honestidad no haría daño al tratar estos problemas. Al Premio Nobel de la Paz, huelga decirlo, no le interesa sólo la reducción de la amenaza de una guerra nuclear terminal, sino más bien la guerra en general y la preparación para ésta. En lo tocante a esto, la selección de Obama produce sorpresa, no menor en Irán, rodeado de ejércitos de ocupación estadounidenses.

En las fronteras de Afganistán y Pakistán, Obama ha intensificado la guerra de Bush y es probable que prosiga ese camino, quizás con dureza. Obama ha dejado claro que los Estados Unidos proyectan a largo plazo un despliegue mayor en la región. Lo indica suficientemente esa enorme ciudad dentro de la ciudad llamada la embajada de Bagdad, distinta de cualquier otra embajada del mundo. Obama ha anunciado la construcción de macroembajadas en Islamabad y Kabul y consulados enormes en Peshawar y en todas partes.

Informes independientes sobre presupuestos y controles de seguridad para el ejecutivo sostienen que la demanda de la "administración de 538.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa en el año fiscal 2010 y su acreditada intención de mantener un nivel alto de financiación en los próximos años colocan al presidente en el camino de gastar más en defensa, en dólares reales, que cualquier otro presidente en un solo mandato desde la Segunda Guerra Mundial". "Y no se contabilizan los 130.000 millones adicionales que la administración ha solicitado para financiar las guerras de Iraq y Afganistán durante el próximo año, lo que supondrá un gasto militar previsto para los próximos años aun mayor."

La comisión del Premio Nobel de la Paz bien podría haber elegido opciones verdaderamente dignas, entre las que destaca la excepcional activista afgana Malalai Joya. Esta valiente mujer sobrevivió a los rusos y después a los islamistas radicales, cuya brutalidad fue tan extrema que la población dio la bienvenida a los talibanes. Joya ha resistido también a los talibanes y ahora al retorno de los señores de la guerra bajo el gobierno de Karzai. Durante todo este tiempo, Joya ha trabajado concienzudamente por los derechos humanos, especialmente por los de las mujeres; ha sido elegida al parlamento y posteriormente expulsada por seguir denunciando las atrocidades de los señores de la guerra. Actualmente vive bajo gran protección, pero prosigue el combate, de palabra y de hecho. Mediante acciones así, repetidas en todas partes lo mejor que podamos, las expectativas de paz se acercan lentamente a las esperanzas.

[Noam Chomsky, figura emblemática de la resistencia antiimperialista mundial, profesor emérito de lingüística en el Instituto de Tecnología de Massachussets en Cambridge y autor del libro Imperial Ambitions: Conversations on the Post-9/11 World. Traducción: Daniel Escribano]

Mambo del esquizo


Mamá, ellos son de la loma | Mamá, ellos cantan en llano | Sí señor… Miguel Matamoros


Por René Rodríguez Soriano | © mediaIsla

En el Palacio de la esquizofrenia no hay rockolas como las de antes. Ni hace falta, la tisana de la tarde hierve un mambo que bate y cuela toda la tersura y el mirar de "mediolao" del más conspicuo de los miembros de número del club de la humildad fingida. Caliente o frío, el cafecito le da el toque justo a las miradas que te eluden al decir "qué bueno verte, cuánto tiempo". Afuera hay más que adentro, lo confirma el floreteo de guías y buhoneros que son capaces de venderte una vez más los tesoros y los mapas del pirata Francis Drake. La Catedral, solemne y saboteada, no nos deja mentir.

En el palacio de la esquizofrenia, florecen los geranios con racimos de poetos, y las mandarinas, las sandías y los melones resbalan por los pastizales de la tarde que se vuelca en la plaza llena de palomas (las palomas aquellas, que decoran pelos e indumentarias)… y las poetas, sí, las jugosas y las pasas, —si es que pasan—, endulzan el café o encienden amapolas y azucenas.

Desde el Palacio de la esquizofrenia se domina en segundos la conciencia colectiva y el imaginario ¿nacional? Eso, antes de que llegue Carlos Goico con su acuarela sorda y tres o cuatro pinceladas de cordura perdidas en su pelo o de sus ojos que hace tiempo hicieron ruta en La Vía Láctea, y te pinte a tembloroso pulso, lúdica la tarde y la llovizna. Cestero posa distraído con el púrpura mordaz que se le chorreó por sobre la blanca túnica del nalCarde. Hay duendes y otros peces, rielando en la pecera, la mayoría fumando entre las turbias aguas y el hastío.

El palacio de la esquizofrenia es una catedral primada donde Colón aún sueña con los bucles de la beltraneja; y los adoquinados de los alrededores, te hacen sentir que si no estás, nunca te irás de la cafetería donde Abreu, además de servirte unas tostadas, sabe más del poema que el dudoso Premio Nacional de cada año. Si no me lo crees, puedes preguntar por Lassosé o por el tipo aquél que secuestró a la secretaria de educación de Balaguer y, según dicen —no me crean—, se intoxicó con la peluca que ese día llevaba la encopetada funcionaria, y todavía anda pidiéndole indemnización a Canadá…

Lo sé Romón, de vez en cuando elido lo que aludo cuando eludo lo evidente o su trasfondo. Soy de los tigres del Licey y nunca adulo, colecciono uno por uno los graffitis de Crucita Yin, ¿debo esperar que lleguen otros contertulios a aguarnos el café? Un merengue es un merengue, apambichao, o pa bailar de empalizá, la diáspora no es mas que un mambo guabinoso y tenue que "probablemente es virgen, todavía".

Jorge Volpi: América Latina no existe


La cercanía del Bicentenario "sólo sirve como mecanismo de distracción nacionalista", asegura, provocador, el autor mexicano, que presentó en el país "El insomnio de Bolívar", Premio de Ensayo Debate-Casa de América.


Por Guido Carelli Lynch | © Clarín
Fuente: mediaIsla, Boletín 1152

Triste noticia la de enterrar a América Latina. Más, si se tiene en cuenta que entre 2009 y 2012, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Sal­vador, México, Paraguay y Vene­zuela celebrarán los 200 años de sus respectivas independencias. Triste noticia, si se cuentan los muertos de la causa continental.

Tal vez el tricentenario de 2110 encuentre una América unida de Alaska a Ushuaia bajo el nom­bre de los Estados Unidos de las Américas, quizás entonces quepa hablar de integración regional, del sueño de Bolívar, y no de su in­somnio. Pero hoy, otra vez, procé­selo, América Latina no existe.

La provocación sale de la boca del mexicano Jorge Volpi, sen­tado cómodo en el lobby de un hotel cinco estrellas del micro­centro porteño, adonde viajó para presentar El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempes­tivas sobre América latina en el si­glo XXI, que le valió el Premio de Ensayo Debate-Casa de América. "La vieja idea de América Latina que tanto fascinó al mundo occi­dental, mezcla de dictaduras de compromiso político; de eso prácticamente ya no queda nada. Es esa la América Latina que ya no existe", explica con su tono tran­quilo el también ganador del Pre­mio Biblioteca Breve –el mismo galardón que ayudó a construir el espejismo del boom , que ahora desmitifica.

Mercosur, Unasur, Comuni­dad Andina, Unión Sudameri­cana, ALBA, ALCA: "Al carajo", como dijo Hugo Chávez en la re­cordada Cumbre de Mar del Plata. Al carajo también con la mentada integración regional, podría decir Volpi, que insiste: "América La­tina no existe". "No existe como una realidad sociopolítica com­pleta. Ni tampoco existe como el sueño bolivariano de una Améri­ca hispana por completo unida. Quizá lo que no existe son estas imágenes construidas de América Latina que habían estado vigentes hasta hace muy poco tiempo. Lo que existe ahora es una América Latina distinta, fragmentada, que se conoce muy poco a sí misma, que es prácticamente incapaz de mantener flujos constantes de in­formación de un país a otro, aun­que a veces sean incluso vecinos", larga sin pausas y sin vehemencia Volpi. Para él, lo que queda de la región está sometido a la nueva ló­gica de la globalización, que admi­te como corriente central todo lo que viene de los Estados Unidos y de Europa. Todo eso en el marco de un continente donde EE.UU. y Brasil comienzan a ser las dos po­tencias fundamentales que guían a las demás, dos potencias que no hablan castellano.

—¿Qué significa ser latinoame­ricano hoy?


—Uno puede seguir diciendo que es latinoamericano porque sigue teniendo esta carga, por un lado nostálgica y por el otro lado idea­lista, de cercanía con los habitan­tes de los demás países, pero que en términos reales ya tiene un pe­so muy limitado.

—En su libro señala que la posi­bilidad de un futuro latinoameri­cano está inexorablemente ata­do a la relación con EE.UU.

—Es paradójico, pues estamos lle­gando a un nivel de normalidad que significa que los conflictos tienden a ser resueltos directa­mente en los países. Y salvo la amenaza de Chávez, que termina siendo a veces mucho más dis­cursiva que real para los Estados Unidos, el resto de los países no están en absoluto en la agenda central de EE.UU. Ni siquiera ahora, en la era Obama. Puede ser que nos encontremos frente a un EE.UU. mucho más tolerante, abierto y dispuesto al diálogo y a la no intervención que en la era Bush, pero al mismo tiempo es un momento en el cual EE.UU. no tiene en absoluto a América Latina como prioridad. La priori­dad número uno de Obama hoy es interna, y la segunda es la agenda de seguridad en Oriente Medio. En ese panorama, América Lati­na ya no es la región más pobre, tampoco es una de las regiones de mayor crecimiento, es una región relativamente normal, pero que para los ciudadanos de América latina representa una normali­dad endeble, una normalidad en la cual, por un lado, la democracia no está por completo consolidada, y segundo, el problema central de América latina que es la pobreza sigue sin resolverse.

—Usted analiza la caída de las grandes narrativas en América latina ¿Cómo afecta eso a los habitantes de cada país?

—La caída de las grandes narrati­vas, el fin de esa época utópica, también le llega a América Latina y se manifiesta de dos maneras distintas, contemporáneas y para­dójicas. Por un lado ha desapare­cido esta división entre izquierda y derecha y la cadena utópica. Pero, al mismo tiempo, en muchos de los países, lo que ha terminado por pasar es la ansiada llegada de la democracia, entendida en muchos momentos anteriores de América Latina como esa utopía posible. La democracia, que está en todos los países del continente, con la excepción de Cuba, ha ter­minado en muchos casos por des­encantar a los ciudadanos, porque no resuelve de manera inmediata todos los problemas que frecuen­taban anteriormente. Entonces, a partir de ese desencanto, surgen estos nuevos liderazgos carismá­ticos populistas que intentan revi­vir las grandes narrativas. Ese es el mayor anhelo de Hugo Chávez; el de crear una nueva gran na­rrativa de un continente con una globalización alterna, controlada desde luego desde Venezuela, en contra de la que se lleva a cabo en el resto del mundo. En Europa se sigue vendiendo la imagen de una izquierda latinoamericana unifica­da, pero en realidad no es verda­dera. Se trata de fenómenos casi siempre nacionales y distintos.

Crítico activo, cínico por mo­mentos, a Volpi le tocó lidiar con la caída de las grandes narrativas en la política y también en su campo; el de la literatura. Lejos de la nostalgia que inunda a los editores españoles, no lamenta que la mecha del boom latinoame­ricano se haya extinguido. "Somos la primera generación que nunca creyó en esas grandes narrativas. No hay una generación desencan­tada de los 60, porque en realidad nunca estuvo encantada con algo. La mía ha sido la generación bisa­gra a la que le ha tocado observar el derrumbe de esas narrativas y el paso a una indiferencia o a una profunda desconfianza de las generaciones siguientes hacia lo político, hacia el compromiso, ha­cia la democracia, hacia la vincu­lación de lo intelectual en la vida política", explica este organizador de los festejos del 80 cumpleaños de Carlos Fuentes, quien no ha dudado en señalarlo más de una vez, como su sucesor literario.

Dentro de los numerosos cli­chés del ser regional que Volpi revisa hay uno en particular, que "supimos conseguir" y que le arranca una sonrisa franca. "Los argentinos son esa entrañable excepción a casi todo. Es un este­reotipo, por supuesto; pero que se confirma en muchos sentidos", anuncia este activo participante de ferias y congresos literarias ibero­americanos. Para él, la concreción de ese lugar común se revela no solamente en la propia visión que en general la Argentina tiene de sí misma, sino también por una serie de peculiaridades históricas que efectivamente la distancian de otras partes del continente. "Mien­tras Chávez, Evo Morales, Correa o Uribe van socavando la demo­cracia desde adentro, reformando las constituciones ad hominem para mantenerse en el poder; la excepcionalidad argentina hace que aquí ni siquiera eso haya sido necesario. La peculiaridad única en el continente y pues, en reali­dad en el mundo, es cómo un pre­sidente puede hacer que su esposa se convierta en candidata, gane la presidencia, y cómo se abre ahora la posibilidad de que regrese otra vez Kirchner en un tercer perío­do" , interpreta Volpi. Para este extraño caso de autor y director de programación de un canal de te­levisión, ese rasgo de la excepcio­nalidad argentina se inscribe en la tradición de las mujeres políticas fuertes, que marcaron la historia nacional, y que no se ha reprodu­cido en ningún otro lugar.

El decálogo de la democracia en América Latina que traza Vol­pi comienza con los liderazgos carismáticos de los caudillos de­mocráticos. "Ejercen liderazgos y prometen que van a ser capaces de transformar al país porque tienen métodos mucho más drásticos, porque verdaderamente cumplen su palabra, son capaces de trans­formar al país incluso modifican­do la legislación con tal de resol­ver los problemas cotidianos de la gente", advierte.

—¿Pero el deterioro institucional es sólo discursivo?

—No. Los políticos llegan al poder de manera legítima, por medio de las urnas, pero en esta paradoja lógica que sólo ocurre en la demo­cracia –el único sistema que pue­de irse desmantelando desde den­tro– van incrementando cada vez más el control que ejercen sobre los distintos poderes que deberían de existir pluralmente en un Esta­do democrático. Los otros poderes, el Congreso y el Poder Judicial son constantemente objeto del ataque de estos liderazgos para minar su credibilidad. Y, en efecto, en casi todos los países, uno tiene la peor impresión posible tanto de los legisladores como de los jueces. Luego, existen pugnas por y con los medios de comunicación, refe­réndums, encuestas y recursos de democracia directa para ir ganan­do mayor legitimidad y sancionar lo que está siendo en el fondo un engaño a la legalidad. –

—¿Y por qué no existe un proyec­to intelectual latinoamericano? ¿Es imposible?

—No hay un medio realmente que llegue a todas partes, tal vez el único caso, y siempre por cable, es otra vez la televisión, CNN en español que sí llega a todas par­tes, pero ni siquiera es un medio latinoamericano. Fuera de eso, en realidad son muy pocos los instru­mentos que pueden existir a nivel continental para aumentar el nivel de conocimiento de lo que ocurre en América Latina. Tampoco en Internet, tenemos más bien algu­nos espléndidos sitios nacionales en los que colaboran escritores de otros países, pero el problema está más bien en que ninguno de ellos tiene un peso real continen­tal. Probablemente el que más lo tenga sea el diario El País, que otra vez, no es latinoamericano. No sé si un proyecto común es inviable, simplemente no existe por ahora.

—América latina no existe ¿Para qué debería servir este Bicente­nario latinoamericano?

—Debería servir para hacer una conmemoración crítica. No quiero decir que realmente no haya nada que celebrar. En efecto, América latina no había gozado de una eta­pa de paz ni de derechos cívicos tan poderosa como la que vivimos ahora en estos dos siglos. Sin em­bargo, quedan en la agenda pro­blemas por resolver, empezando de manera central por la desigual­dad. No obstante, lo que más me preocupa de los festejos es esta carga típicamente nacionalista. Casi siempre tienen el único obje­tivo, no de unir al país en abstrac­to, sino de unir al país en torno al gobierno de turno. Y eso hace que en las celebraciones de cada acto de prácticamente todos los paí­ses, el centro está en convertirse en, como dice el lema mexicano, "200 años orgullosamente mexi­canos, o argentinos, o chilenos o lo que sea." Y, en medio de una crisis global como en la que vivi­mos, con una enorme cantidad de conflictos sin resolver, solamente sirve como mecanismo de distrac­ción nacionalista. El Bicentenario debería servir para observar las independencias de América La­tina como un fenómeno de toda la región, para tratar de entender verdaderamente su naturaleza y, en segundo lugar, para reflexionar sobre qué problemas podríamos resolver de aquí en adelante.

Volpi Básico | Escritor. México, 1968.

Junto a sus colegas de la Generación del crack, novelistas mexicanos que comienzan a publicar en los 90, apostó por una literatura que retomará algunas líneas del boom, en especial su interés por construir novelas que lo contarán todo y desbordarán hacia territorios de la política, la historia o las ciencias. En la trilogía que inició con "En busca de Klingsor" (1999) trazó un arco narrativo que cruza la segunda mitad del siglo XX, en especial el vínculo entre las innovaciones científicas y la construcción del poder. Como ensayista, ha abordado temas como la revolución zapatista, la escritura de ficción o la figura de Simón Bolívar. Desde 2007 dirige Canal 22, el canal cultural de la televisión pública mexicana. Además obtuvo el Premio José Donoso por el conjunto de su obra narrativa. [giecoleon]

En Río de Janeiro, Brasil, Poetas del Mundo consolida presencia


Por David Altamirano
Fuente: www.poetasdelmundo.com

BRASIL-Estado de Rio de Janeiro: En la ciudad de Río de Janeiro continuaron las actividades que desarrolla el Movimiento Poetas del Mundo en Brasil, oportunidad en que literatos de este Estado y otros cercanos, compartieron la palabra y el manifiesto que mueve a esta organización en todo el planeta.

A través de la voz de los cónsules, se hizo hincapié en la necesidad de continuar mediante la poesía abriendo los espacios necesarios para llegar a todos los rincones de este páis, el mas grande de Sudamérica y potencia económica en el orbe y donde el 25 por ciento del Movimiento Poetas del Mundo se encuentra presente en el gigante de América latina.

El edificio de la Liga de Defensa Nacional de Río de Janeiro fue el espacio donde se brindó la bienvenida a los poetas participantes. En la ocasión, los literatos recalcaron la importancia de seguir expandiendo la palabra por medio de la poesía a los sectores más apartados de esta comunidad, como los pueblos indígenas, lugar hasta donde se orienta también el trabajo de los cónsules de Poetas del Mundo en Brasil.

Más tarde las actividades continuaron en la sala de artes de la Universidad Veiga de Almeida donde gracias a la gran acogida entregada por esta importante casa de estudios superiores de Río de Janeiro, Poetas del Mundo tendrá un espacio para difundir su obra.

Aqui la música, el canto y la poesía fue la combinación perfecta para una tertulia inolvidable
Luego la jornada se trasladó a las dependencias de la Cámara Municipal de Niterói, donde la poesía como siempre, fue la protagonista del encuentro
Al mismo tiempo que la institución brasilera, hizo un reconocimiento el Secretario genaral y fundador de Poetas del Mundo, Luis Arias Manzo, por su contribución a la paz mundial.

La cultura de Brasil se manifiesta también a través de la música, otro pilar fundamental que ha proyectado a este país en el Mundo entero
Más de 1600 poetas hoy en este páis son por el momento miembros del movimiento en los diferentes Estados y cada día son más los que se incorporan para difundir el compromiso de los literatos por la vida y el cuidado del planeta, consigna universal de Poetas del Mundo.

David Altamirano*, [Cónsul - Cuarta Región] POETAS del MUNDO:
.http://www.poetasdelmundo.com/verInfo_america.asp?ID=5915