lunes, 19 de diciembre de 2011

El cuidado tras una cesárea


Medidas posquirúrgicas. Una mujer que recientemente ha dado a luz por cesárea debe cuidar muy bien su herida con medidas higiénicas y una buena alimentación


Por RAYSA CORPORAN
(r.corporan@hoy.com.do)

La paciente debe observar los cambios en la herida. Una herida muy roja o caliente es un síntoma de que está formando un absceso. En tal caso, visite a su médico.

Es sabido que cuando una mujer se desembaraza por parto natural su recuperación es más rápida que cuando el parto ha sido por cesárea. Cuando ha sido necesario efectuar el procedimiento quirúrgico, se requerirán otras medidas en el proceso de recuperación, especialmente relacionadas con el cuidado de la herida.

La atención tras una cesárea va en dos vertientes: la primera supone el cuidado que debe tener toda mujer después de un parto, sin importar de qué tipo sea. Luego de esto, son necesarias medidas que se derivan de la intervención quirúrgica.

Toda mujer que ha dado a luz atraviesa un proceso pos parto conocido como “riesgo”, durante el cual está expuesta a tres complicaciones frecuentes: el aumento de la presión arterial (relacionado a una pre-eclampsia), una infección o sangrado.

Y aunque algunas complicaciones podrían ser consecuencia de ciertos eventos durante el parto, la paciente tiene gran parte de la responsabilidad en evitar que éstas se presenten.

Según explica el ginecólogo-oncólogo Eleazar Santana “la herida quirúrgica de una cesárea tiene una etapa crítica de cuidado en los primeros ocho días. Debe mantenerse limpia y descubierta ya que cubrir la herida en este clima caluroso, fomenta que se humedezca y se macere la herida, lo que contribuye a que se infecte”.

El especialista indica que el buen cuidado de esta herida inicia con el lavado de las manos antes de manipularla y recomienda cubrirla al momento de bañarse para no humedecerla. En vez del uso de jabones especiales, aconseja sólo el uso de alcohol.

“El cuido con el alcohol previene cualquier tipo de infección. Se rocía sobre la herida, sin tallarla, tres o cuatro veces al día”, explica Santana.

Pero las recomendaciones sobre el cuido de las heridas depende mucho de la experiencia del cirujano, indica el ginecólogo. Por eso hay otros especialistas, que pueden recomendar jabones antibacterianos, cremas antibióticas y cicatrizantes, que también ayudan a curar la herida, y uno de ellos es el ginecólogo-perinatólogo Miguel Montalvo, quien prefiere no usar alcohol y sí recomienda lavarla.

“Lo recomendable es que incluso te puedas bañar, luego secar la herida con un paño estéril y después poner una crema cicatrizante. No necesariamente con antibióticos, porque ya tomaste antibióticos por vía oral, simplemente con una crema cicatrizante, más nada”, dice Montalvo.

En lo que sí coinciden ambos especialistas es en que la herida debe estar aireada, nunca tapada con apósitos (gasas) como antes se tenía por costumbre.

Además es importante evitar el uso de ropa interior que roce con la herida y pueda maltratarla.

“Las heridas por cesárea tienen una atención prácticamente sin nada especial, porque después del procedimiento donde todo se ha hecho con la mayor asepsia y limpieza posible, se supone que ya queda libre de gérmenes.

Entonces, si se usan antibióticos de manera profiláctica, es muy difícil que una herida se contamine ya después de cerrada”, apunta Montalvo.

El uso de fajas. Actualmente se está implementando mucho el uso de fajas posquirúrgicas y tiene mucho que ver con otro aspecto importante del cuidado después de una cesárea. Una paciente recién operada no debe hacer esfuerzos al moverse o tratar de levantar cosas pesadas, ya que esto puede provocar que la herida se deshaga (deshicencia) y conllevar complicaciones mayores.

Por eso especialistas como Santana recomiendan el uso de fajas que dan más libertad de movimiento y reducen el riesgo de deshicencia de la herida. “Las fajas quirúrgicas te mantienen erguida, en buena posición, y tu herida está protegida. Ese punto débil de la herida, la faja te lo refuerza”, dice Santana.

Montalvo, en cambio, opina que “las fajas no son buenas porque aunque es cierto que ayudan a comprimir y evitar los hematomas, al mismo tiempo en nuestro clima caluroso pueden provocar un ambiente favorable a infecciones”.

Más recomendaciones

No tome “botellas”

En nuestro país es muy común que se preparen brebajes conocidos como “botellas” para limpiar la matriz de la mujer después del parto, pero los ginecólogos señalan que estas “botellas” podrían provocar daños al hígado o los riñones. “Esas mujeres que toman botellas pueden en algún momento desarrollar una cirrosis hepática y no saber de dónde vino”, dice Montalvo.

Alimentación

Tras el parto, los especialistas recomiendan el consumo de proteínas (carne, leche, huevos) y vegetales verdes por los tocoferoles, que ayudan en cierta medida a cicatrizar. “También vitamina C. Cuatro o cinco naranjas que una mujer puérpera se coma con todo y hollejo le sirve como vitamina sin oxidar y como residuo que da fuerza a la pared abdominal”, dice Santana.

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