Las muertes se cuentan por centenares y quizás sobrepasen el millar
Por JONATHAN M. KATZ
PUERTO PRINCIPE. AP.- Residentes de la capital haitiana apilaban cadáveres el miércoles en las calles devastadas por el terremoto más fuerte en más de 200 años en la empobrecida nación caribeña, que derrumbó miles de edificios desde escuelas y viviendas precarias al Palacio Nacional y la sede del cuerpo de paz de la ONU.
Muchas personas seguían atrapadas entre escombros, pero la destrucción era tan grande que sólo se podía estimar que la cifra de muertos sería de miles de personas. El arzobispo católico de Puerto Príncipe estaba entre los fallecidos y también al parecer el jefe de la misión de Naciones Unidas.
La Cruz Roja estima que podría haber hasta tres millones de personas afectadas por el terremoto de magnitud 7 y que llevaría uno o dos días tener una idea clara de los daños sufridos, según el vocero Paul Conneally.
Algunas réplicas continuaban sacudiendo la capital, donde viven dos millones de personas, mientras mujeres cubiertas de polvo se arrastraban entre llantos para salir de los escombros. Habitantes atontados vagaban por las calles tomados de las manos.
Miles de personas cantaban himnos religiosos en las plazas públicas. La gente sacaba cuerpos de los restos de casas derrumbadas y los cubría con sábanas al costado de las calles. Otros que buscaban a sus seres queridos levantaban las sábanas para ver el rostro de los cadáveres. Cinco niños y tres adultos muertos yacían afuera de un edificio destruído.
Países desde Estados Unidos a Islandia a Venezuela prometieron ayuda y equipos de rescate el miércoles, mientras comenzaba una operación de emergencia de grandes proporciones. La Cruz Roja y otras organizaciones de asistencia anunciaron importantes operativos para ayudar al país más pobre del hemisferio occidental.
Los extranjeros también deberán ayudar a sus propios representantes. La embajada de Taiwán quedó destruida y el embajador estaba internado, dijo ese país. La sede diplomática española también sufrió graves daños.
“Haití está en el centro de los pensamientos y la compasión del mundo”, dijo el primer ministro británico Gordon Brown. Decenas de miles de personas perdieron sus hogares en una ciudad en que los edificios son peligrosos incluso en condiciones normales.
“Los hospitales no pueden hacerse cargo de todas estas víctimas”, dijo el ex senador Louis-Gerard Gilles, mientras ayudaba a los sobrevivientes. “Haití necesita rezar. Todos debemos rezar juntos”.
Gran parte del Palacio Nacional colapsó pero el embajador haitiano en México, Robert Manuel, dijo que el presidente René Preval y su esposa sobrevivieron, sin dar más detalles.
Un recorrido por la capital mostró que decenas de miles de personas habían perdido sus viviendas y numerosas habían muerto.
Un camarógrafo de la Associated Press vio un hospital derrumbado en el que la gente gritaba pidiendo ayuda en Petionville, un distrito en el que residen muchos diplomáticos y familias ricas, así como personas pobres.
Reporteros de The Associated Press que estaban en la capital en el momento del sismo — el más poderoso en azotar Haití en más de 200 años — dijeron que el daño es asombroso incluso en un país acostumbrado a tragedias y desastres.
Unos 9.000 soldados de paz de la ONU apostados en Haití, la mayoría de ellos de Brasil, buscaron sobrevivientes durante la noche entre las ruinas de que había sido su cuartel general. El Ejército brasileño dijo que al menos cuatro de sus soldados murieron y cinco resultaron heridos. La agencia noticiosa oficial de Jordania dijo que tres de sus soldados de paz estaban muertos y otros 33 habían resultado heridos.
Un diario estatal en China dijo que ocho chinos miembros de las fuerzas de paz habían muerto y 10 estaban desaparecidos — aunque las autoridades dijeron más tarde que esa información no había sido confirmada.
El jefe de misiones de paz de la ONU Alain Le Roy dijo que más de 100 empleados de la ONU estaban desaparecidos, incluyendo el jefe de la misión en Haití Hedi Annabi, y había “menos de cinco muertos”.
El sismo de magnitud 7 ocurrió a las 16:53 horas del martes y tuvo su epicentro unos 15 kilómetros (10 millas) al oeste de Puerto Príncipe, a una profundidad de 8 kilómetros (5 millas), informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Saqueos
Anoche hubo reportes de saqueos en supermercados de la zona norte de Puerto Príncipe, donde una multitud salió a las calles y cargó con todo lo que encontró a su paso. Un periodista de AFP dijo que fue testigo de más de un saqueo a tiendas de alimentos.
Don Blakeman, analista del servicio Geológico en Golden, Colorado, dijo que Haití había sido ya sacudido por varias réplicas, las dos principales de magnitudes 5,9 y 5,5. “Esperamos más réplicas porque éste fue un terremoto poderoso a poca profundidad”, dijo.
Una geofísica de ese mismo servicio, Kristin Marano, dijo que éste fue el terremoto más intenso ocurrido en lo que es ahora Haití desde 1770.
Presidente Préval
MIAMI, (AFP) - El presidente de Haití René Préval teme que sean miles los muertos tras el devastador terrmoto que afectó al país, según cosignó este miércoles a la prensa estadounidense al tiempo que solicitó ayuda internacional.
En su primer entrevista tras el terrmoto de magnitud 7,0, Préval le dijo al periódico Miami Herald que su nación caribeña estaba destrozada y que creía que había miles de muertos, pero se negó a brindar un número preciso. "Debemos hacer una evalución", dijo Préval, agregando que el paisaje era "inmiaginable".
"El parlamento se derrumbó. La oficina de rentas se derrumbó. Las escuelas se derrumbaron. Los hospitales también se derrumbaron", dijo. "Hay muchas escuelas con mucha gente muerta en su interior. La primera dama del país Elisabeth Préval le dijo al periódico: "Esto es una catástrofe".
"Camino por encima de cuerpos sin vida. Mucha gente se encuentra debajo de los edificios. El hospital general colapsó. Necesitamos apoyo. Necesitamos ayuda. Necesitamos ingenieros", añadió.
Ban dice ONU enfrenta mayor catástrofe humanitaria y avanza cientos víctimas
Catástrofe
Naciones Unidas. EFE. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó hoy que la comunidad internacional y Naciones Unidas se enfrentan a su mayor catástrofe humanitaria con el terremoto ocurrido en Haití, del que avanzó que ha causado “cientos" de víctimas.
“No hay duda de que nos enfrentamos a una gran emergencia humanitaria y de que se necesitarán los mayores esfuerzos de asistencia” para los haitianos, dijo Ban, que pidió “ayuda urgente" a la comunidad internacional.
Asimismo, aseguró que los reconocimientos desde el aire que han efectuado los “cascos azules” de la ONU destinados en el país confirman que “el terremoto ha tenido un efecto devastador en la capital, Puerto Príncipe".
“Todavía no se ha establecido el número de muertos y heridos, pero tememos que ascienda a cientos”, resaltó en una conferencia de prensa el secretario general, al tiempo que expresó su preocupación por la suerte del centenar de empleados de la ONU que se encontraban en la sede de la misión del organismo en Haití (MINUSTAH) cuando se desplomó a causa del sismo.
Los equipos de rescate han recuperado al menos cinco cadáveres de entre los escombros del edificio situado en la parte alta de la capital haitiana, así como un número indeterminado de heridos, pero todavía hay un gran cantidad que personal de la ONU que permanece desaparecido, entre ellos el jefe de MINUSTAH, Hedi Annabi, aseguraron fuentes del organismo.
Ante la gravedad de la situación, el secretario general apeló a la “generosidad” y pidió la comunidad internacional que “acuda al rescate de Haití en este momento de necesidad".
“Lo sucedido es una tragedia para Haití, el pueblo haitiano y Naciones Unidas”, agregó el secretario general, que ha estado en “estrecho contacto” con las autoridades de países donantes como EE.UU. para coordinar la operación de ayuda.
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