jueves, 29 de julio de 2010

Ciudadanos comentan el ensayo “De la Independencia a la Revolución: antecedentes y orígenes de la opinión pública en Guanajuato”


El escritor Eduardo Estala junto al periodista Federico Velio Ortega.
Foto Especial.

Por Federico Velio Ortega

Guanajuato, Gto., México. — Las tertulias, los clubes políticos, los círculos mutualistas, las aulas y las páginas de los periódicos fueron los espacios donde se conocieron, debatieron y difundieron las ideas políticas en la época colonial, el México independiente y la Revolución en Guanajuato. Fue una etapa de opinión pública que discutió proyectos de nación, ideologías e intereses de grupo.

Así lo afirmó el periodista Federico Velio Ortega, en una charla sobre su ensayo “De la Independencia a la Revolución: antecedentes y orígenes de la opinión pública en Guanajuato”, ofrecida al público en general en Plaza Pozuelos el pasado 25 de julio, como parte de las actividades de la Feria Municipal del Libro en Guanajuato.

Velio Ortega dialogó con un público interesado en la historia, inquieto por conocer el desarrollo del periodismo crítico de Guanajuato.

Eduardo Estala Rojas, escritor y periodista cultural, e integrante de “Biblionia” Gremio de Libreros de México, organizadores de la Feria Municipal del libro en Guanajuato, leyó una breve semblanza de Velio Ortega, con 24 años de trayectoria profesional y que acaba de concluir sus estudios de maestría en Investigación Histórica en la Universidad de Guanajuato.

El texto comentado obtuvo Mención de Jurado en el concurso Premios de Literatura León 2009 en la categoría de Ensayo Histórico y fue publicado en enero de 2010 por el Instituto Cultural de León, el Patronato de la Feria Estatal de León y el Ayuntamiento de León.

Velio Ortega aclaró, en principio, que la historia no es algo aburrido: “primero, la historia no sólo es hecha por los llamados ‘héroes’; segundo, en ella hay intrigas, amores, odios, suspenso y traición; es más emocionante que una telenovela”.

Describió que a partir de esa concepción, la opinión pública se originó, en las tertulias de la época colonial. Fue en ellas, explicó, donde Hidalgo y los demás insurgentes comenzaron a conspirar contra la corona española. En las tertulias leían libros y periódicos prohibidos, añadió.

Al iniciar la independencia, explicó, lo insurgentes comenzaron a publicar sus ideales en los primeros periódicos: El Despertador Americano y La Gazeta del Gobierno Americano, para contraponerse a los ataques que los españoles dirigían desde sus propios periódicos.

Durante el siglo XIX, explicó, los periodistas debatieron entre proyectos monarquista y republicano, centralista o federalista, liberal o conservador.

Lo publicado era debatido en las reuniones de las logias y en los convivios, lo que explica que la opinión pública tenía espacios sociales y espacios mediáticos.

Enumeró periódicos de la época, mencionó que La Sombra de Mina y El Chismoso fueron los primeros periódicos de Guanajuato en la era del México Independiente y cómo a lo largo del siglo XIX se generó un periodismo militante, pues el periodista no sólo publicaba sus ideas, sino que también tomaba abiertamente partido.

El autor del ensayo comentó que con el triunfo de los liberales en 1867 la libertad de expresión tuvo mayores espacios en el país y que la estabilidad económica del régimen de Porfirio Díaz, quien llegó al poder en 1877, generó la proliferación de publicaciones y la modernización de los sistemas de edición y circulación de los periódicos. Sin embargo, aclaró, la prensa crítica al régimen fue perseguida y existían periódicos afines al gobierno ya sea por convicción, pues calificaban de héroe a Díaz, o por conveniencia o interés monetario.

A pesar del control de la prensa porfiriana, añadió, en espacios como El Colegio del Estado (hoy Universidad de Guanajuato), en los clubes políticos y las sociedades mutualistas la ideas eran debatidas. De esa manera se generó una opinión pública que asumía una postura crítica hacia el gobernador porfirista de Guanajuato, Joaquín Obregón González; luego surgieron partidarios de Bernardo Reyes y más tarde de Francisco I. Madero.

Aunque Guanajuato no se distinguió por tener más que a Cándido Navarro como el más significativo caudillo militar, su prensa y sus centros de convivencia eran lugares donde se forjó una opinión pública que tomó partido a favor o en contra del maderismo, de la lucha armada o del modelo constitucional discutida en 1917.

Al terminar la exposición los asistentes hicieron preguntas y comentarios sobre el tema, con especial énfasis en el papel de los periodistas en las luchas libertarias del país y si la prensa contemporánea es mejor que la de hace 100 años.

Concluida la charla, fueron regalados 40 libros a los asistentes. Los textos resultaron insuficientes, y para quienes no alcanzaron ejemplar se les enviará por correo electrónico una versión en PDF.

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