viernes, 16 de enero de 2009

Cambita; municipio mediterráneo pero sus desechos son globales


CAMBITA GARABITO.-La provincia San Cristóbal es una de las 32 provincias en que se divide la República Dominicana, está ubicada a unos 15 kilómetros al suroeste de su capital, Santo Domingo.

Se subdivide a su vez en ocho municipios, cinco de ellos mediterráneos como son los casos de Villa Altagracia, Los Cacaos, Yaguate, Cambita Garabito y el propio municipio cabecera de San Cristóbal, los demás son costeros, tales los casos de Palenque, Nigua y Haina.

De esos municipios, el que más problemas causa con el caso de los desechos sólidos, es Cambita Garabito, pues pese a que, afortunadamente no es un municipio que produzca un gran volumen de desechos, por solo contar con unos 29 mil y tantos habitantes de los cuales entre el sesenta y ocho y setenta por ciento vive en las zonas urbanas de El Cruce y el distrito municipal Cambita El Pueblecito, estos son lanzados, en un vertedero “improvisado” a cielo abierto y en el cause del río Yubazo, un afluente del río Nigua.

El vertedero ocupa un área de alrededor de cinco mil metros cuadrados, precisamente en la comunidad de Las Nueces, sin embargo, decimos que es un vertedero global, porque una vez ocurren chubascos de importancia, los desechos depositados allí, son arrastrados al Mar Caribe, específicamente a la playa de Nigua, ubicada a unos veinticinco kilómetros aguas abajo.

Los orígenes del problema son complejos, pues pese a que las autoridades municipales, no han hecho mucho esfuerzo por enfrentar el problema, tampoco las autoridades que tienen que ver con el sector ambiental en el país, se han interesado mucho por el problema.

A mi modo de ver, el problema va de lo menor a lo mayor e incluso, inicia en una pequeña comunidad ubicada a unos dos kilómetros de la zona urbana del municipio y denominada La Toma.

Cito esta pequeña comunidad, porque el caso que se está dando es especial, pues se trata nada más y nada menos que un caso educativo. Se trata de una pequeña escuela ubicada en esa zona, cuyos desechos sólidos producidos allí producto del desayuno escolar, son lanzados de manera indiscriminada a una cañada que es un manantial de un pequeño riachuelo, denominado arroyo La Toma que vierte sus aguas en el río Yubazo.

Los profesores de éste pequeño centro de enseñanza primaria, incluyendo su directora son los responsables de la educación de éstos pequeños, sin embargo, ¿Qué se les enseña? ¡Nada con relación al cuidado del medio ambiente! Más que lanzar desperdicios y dañar su ambiente, aunque algunos han expresado su desacuerdo con dichas acciones criminales.

Podemos observar como se inicia aquí el problema, razón por la cual decíamos que va de lo menor a lo mayor, pues pese a que citamos que las autoridades municipales ni ambientales, no se preocupan por el problema, aquí hemos demostrado que tampoco la clase magisterial, que posee una gran influencia en la educación de los pequeños, le importa un comino el caso ambiental.

Desde ésta pequeña comunidad se inicia el recorrido de los desechos sólidos, los cuales van a parar al río Yubazo, que ya dijimos es afluente del río Nigua, el que a su vez lo deposita en el mar Caribe. Así, el vertedero a cielo abierto, que como ya señalamos posee unos cinco mil metros cuadrados, se constituye en un vertedero global para desgracia de todos, pues ese mar que recibe los embates de la descomunal contaminación, es el mar de todos.

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