viernes, 11 de diciembre de 2009

Redes sociales y literatura: importante vitrina mediática


Por Elizabeth Quezada | © mediaIsla

Los escritores tendemos a ser introvertidos, de poca vida social, y vivimos en la generalidad soñando despiertos con los personajes que estamos creando. Se nos olvida socializar y vender nuestro producto que son nuestros libros y nosotros mismos como creadores. Las herramientas del Internet son catalogadas, a veces, como simple tecnología en las que se tiende a perder el tiempo más que a ganar información certera y conocimiento buscado en uno u otro caso.

En este artículo no me referiré ni a las múltiples ventajas que ofrecen los servicios en red, que nos colocan con un solo clic en cualquier rincón del mundo, convirtiendo a este, en un traspatio de fácil acceso; ni me avocaré a los usos inapropiados que suelen brindarse como solaz y a veces se convierten en dolores de cabeza, cuando se trata de llegar a la meta que nos hace sentarnos frente al ordenador. Hoy elogiaré las redes sociales, en este caso, Facebook, ya que nos pone de manifiesto personajes tan importantes y que no logramos conocer por medios tradicionales como René Rodríguez Soriano, (viejo-conocido de mediaIsla y Sensibilidades); José Luis Muñoz (lo descubrí gracias a Letras Libres); y a Virgilio López Azuán, a quien conozco gracias a las redes sociales hace muy poco tiempo y quien me mueve a escribir estas líneas.

Me encanta que intelectuales de la talla de estos magníficos escritores se relacionen con aquellos que estamos forjando un camino en el mundo literario. Bajan de su posición de catedráticos, fecundos paraninfos de interminables alas y se codean con nosotros los que vamos tras las huellas pintadas por grandes como para saber el misterio del milagro de la creación y la aceptación.

Para mí siempre fue un ejemplo René Rodríguez Soriano, dominicano de pura cepa; quien, aunque joven aún, tiene una larga trayectoria y es una hormiga trabajando en el campo de lo cultural y de la literatura en sentido general, desde la ciudad de Miami, viajando a donde se le convoque... Su más reciente obra, El mal del tiempo, con la cual ha recorrido varias ciudades de Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana.

En el ámbito internacional me gustaría poner como ejemplo de amigos escritores que hacen lo mismo y son grandes como José Luís Muñoz, español adorable, (ganador de diversos premios importantes). Su más reciente novela El corazón de Yacaré ha comenzado a generar importantes expectativas en el mercado editorial.

Y es tan importante tener estos modelos porque el ser humano siempre se avocará a la creación, si no existiesen, hasta de ídolos de barro, como en la antigüedad bíblica… No tenemos a un César Vallejo que nos escriba unas palabras de aliento, ni a un rebelde como García Lorca que nos ponga la mano en la espalda en señal de solidaridad. Muchísimo menos a un Walt Whitman o a una genial Virginia Wolf para hablarles y hacerles miles de preguntas. ¡Vamos a disfrutar los vivos, carajo!

Tenemos a un icono importante dentro de nuestra realidad dominicana: Virgilio López Azuán. Acabo de descubrirlo y es todo un personaje de mi patria dominicana. Y me ha pasado con otros que recién leo (pienso en Adrián Javier) con la diferencia y es lo que destaco, que este, Virgilio, amén de su encumbrada posición en las letras dominicanas se da sus paseos por los senderos nuevos que nosotros podemos brindar y eso… me da tanto orgullo y me honra porque me ayuda a ser mejor. Su última publicación es Cuentos en la mano, en homenaje al profesor Juan Bosch en el centenario de su natalicio.

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