La ex presentadora de televisión teme por su vida
Ha pasado tanto tiempo después de mi salida de aquel lugar, diríamos que un año y días; aún me parece que fue ayer. Tras mi forzosa salida, recibí constantes amenazas, persecuciones y abuso de poder, que aun continúan y no paran. Cuando crees que todo esta bien, no es así, siempre surge algo nuevo.
En todo ese tiempo me he dado cuenta que el poder y el dinero vale más que la verdad en cualquier lugar del mundo, pero en especial aquí en mi República Dominicana. En este tiempo he aprendido tantas cosas y conocido personas con traje y corbata, guardando detrás un alma sin moral, sin dignidad, sin valor humano; lamentablemente de eso esta lleno este mundo, pero en particular mi país.
Se que la mayoría de ustedes conocen o han conocido por referencia equivocada mi caso, un caso que parece sacado de una película de terror y lo digo así porque muchos de los que conocen la historia así la han denominado.
Me da mucha pena que hay personas que se pasan la vida mostrando sus valores humanos, queriendo ayudar al prójimo y al final, lo que hacen con la mano, lo desbaratan con los pies.
Personas que se encargan de destruir alegrías, vivencias, felicidad, futuro y sobre todo amor por la vida. Son seres sin alma, vacíos, fríos, sin cariño, sin compasión, calculador y peor aun con mucho odio; “un don nadie”…
Con esto quiero dejar mi sentir a mi país. Quiero decir que temo por mi vida y la de mi esposo, porque desde que decidí ser feliz de verdad, no he tenido felicidad, porque el destino se ha encargado de que así sea.
Quiero que sepan que he tocado muchas puertas y pocas se han abierto. Es lamentable ver como la Justicia de mi país no funciona en favor de buscar la verdad. Es lamentable ver como personas puedan “comprarla” como si se tratara de un objeto. Pero es más lamentable tenerte que callar, aun queriendo gritar a los cuatro vientos la indignación y la impotencia que emana de lo más profundo de tu alma.
Con sentimiento, a través de estas letras, deseo hacer eco de mi dolor, de mi sufrimiento, de mi impotencia y hacerle un llamado a las autoridades públicas y privadas, a todos los medios de comunicación, a periodistas y hasta el presidente de la República, Doctor Leonel Fernández; a que se unan a mi dolor y a la injusticia que han cometido con mi esposo Affe Gutiérrez y contra mi, que sin hacer nada estamos pagando por el capricho de un don…
“Enseñen a la justicia a ser justa con lo que es justo y ser fuerte con lo que no esta correcto”
Sarah Pepén
www.sarahpepen.com
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