El Fondo de los Hechos

La competencia del Metro en el transporte capitalino beneficia a los usuarios

Por Santo Domingo Guzmán

En principio la mega obra construida por el gobierno de Leonel Fernández en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, despertó gran oposición como todo lo que se ha emprendido en la historia de nuestro país.

Hoy, a una semana de la inauguración oficial del megaproyecto, genera más opiniones a favor que las que se generan en contra del tren que, en realidad beneficia solo a una pequeña parte de los habitantes del gran Santo Domingo.

Sin embargo, ¿cual es el gran beneficio de la mega obra, que tantas polémicas ha generado en la opinión pública nacional? Sencillo, la gran competencia que genera y que a la postre a quien beneficia es a los usuarios del servicio del transporte en la ciudad capital y la provincia de Santo Domingo.

Para nadie es un secreto que los empresarios del transporte, aquellos que se hacen llamar sindicalistas, aun están abusando con los precios del pasaje, llegando algunos de ellos hasta a negarse públicamente a bajar el pasaje alegando costos de operación.

Nos referimos a Ramón Pérez Figuereo, quien se negó tajantemente a bajar el precio del pasaje en las rutas que maneja su “sindicato”, la tal Confederación Nacional de Transporte Unificado (CNTU), aun desafiando a la autoridad, que en este caso es la Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT), que hay que decir, que en cuanto a autoridad se refiere, en esta ocasión quedó evidenciado que no posee ninguna.

Aun todavía persiste éste “sindicato” cobrando 15 pesos en las rutas que controla, cuando las demás cobran 13 pesos, como si ellos fueran un país aparte, como si no existiese autoridad, actuando como juez y parte.

Es por lo que entendemos que El Metro de Santo Domingo viene a desempañar un buen papel y trae competencia a lo que era un monopolio de estos desenfrenados delincuentes del volante, quienes hasta en ocasiones se han constituido en verdugos y dictadores de los usuarios, impidiendo en una sociedad que supuestamente es libre, a que se utilice este privilegio.

Ya se pueden ver los beneficios, pues en la transitada ruta de la Máximo Gómez han bajado el precio del pasaje de tal modo que los ciudadanos en ocasiones dejan de usar el modernísimo servicio del Metro para abordar tanto los destartalados carritos de la CNTU como las denominadas voladoras de FENATRANO, lo que también es interesante, pues si bien es cierto que el servicio del Metro es de primerísima calidad, también es cierto que se han elaborado un plan que le deja opción a los usuarios sobre si usarlo o no, que es el que tiene que ver con las denominadas tarjetas que representa un costo adicional al pasaje.

Ahí entra lo de la competencia, pues éste método le deja al usuario la opción de elegir entre pagar un servicio extra o usar el servicio obsoleto de las rutas del transporte de pasajero, sometiéndose con ello al vejamen de los choferes y cobradores, quienes no poseen la más mínima capacidad para trabajar con personas.

La libre elección se la dejo de tarea a los distinguidos usuarios, un servidor ni siquiera se molestará en decir hacia cual de los servicios se inclina, pues esta bien claro que necesitamos tanto al uno como al otro, pero respetando el derecho a la libre elección, recordemos lo que decía el apóstol mexicano de la libertad; don Benito Juárez: “el respeto al derecho ajeno, es la paz”.