"Que me muera y vaya al infierno si es una estafa piramidal"

El magnate tejano Allen Stanford, acusado de un millonario fraude financiero en EE UU, niega ser culpable en una entrevista entre lágrimas
Fuente: elpais.com

Allen Stanford, el magnate tejano acusado de un fraude financiero de 8.000 millones de dólares (unos 6.300 millones de euros) que ha afectado a cientos de inversores en Estados Unidos y América Latina, asegura ser una simple cabeza de turco de la crisis financiera. Así lo ha asegurado este lunes en una entrevista con la cadena de televisión ABC, en la que, visiblemente emocionado y a ratos enojado, ha negado haber montado una estafa piramidal como la que confesó el financiero Bernard Madoff. "Que me muera y vaya al infierno si es un esquema Ponzi", dice Stanford en la entrevista con las lágrimas asomando a sus ojos, e insiste en que la "única razón" por la que ha sido inculpado es por ser "un rico tejano venido de ninguna parte".

Stanford fue acusado el pasado febrero por el organo supervisor bursátil estadounidense (SEC) de haber llevado a cabo un fraude masivo a través de la venta de "certificados de depósito" del Stanford International Bank Ltd., con sede en Antigua, con los que prometía "unas altas tasas de interés, improbables e infundadas", según la SEC.

Interrogado en la ABC por las similitudes de su caso con el de Madoff, el inversor neoyorquino procesado por estafar 50.000 millones de dólares a sus clientes a través de un esquema Ponzi, un sistema por el que los clientes más antiguos obtienen altos rendimientos que son pagados con el dinero aportado por nuevos miembros, el magnate tejano responde: "Tonterías. Son tonterías (...). Todo esto me pone furioso y me toca en lo más profundo de mi alma". "¿Si era un esquema Ponzi, por qué están encontrando miles y miles de dólares por todos lados?", pregunta el acusado.

Durante la entrevista, el millonario perdió varias veces los nervios, especialmente cuando el periodista le preguntó sobre las informaciones que indican que se le investiga además por blanqueo de dinero procedente de carteles de narcotraficantes mexicanos. "Si me repite eso a la cara, le doy un puñetazo", dijo, antes de recuperar la calma.

Stanford, que espera ser procesado por un gran jurado federal en las próximas dos semanas, asegura que no ha podido contratar un abogado que lo defienda en este caso porque todas sus cuentas han sido congeladas.