ESTRUCTURA OBSOLETA DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR AGROPECUARIO

Por Gabriel Lorenzo

Siempre pongo un ejemplo de la Secretaria de Agricultura, la regional sur central está ubicada en Baní (Provincia Peravia), la zona de Monte Plata y Villa Altagracia corresponden a esta regional, cuando se daña un tractor en Monte Plata hay que llevarlo a Baní, solicitar las piezas dañadas a la regional, para que la regional las solicite a Santo Domingo, a los tres o cuatro meses si es que se logra conseguir llega a Baní para volver de Monte Plata a Baní a buscarla, lo que resulta penoso y doloroso para los productores que reciben los beneficios del equipo que esta dañado.

En este caso lo recomendable no es concentrar los equipos en el programa de procema, sino que cada provincia tenga su departamento agropecuario independiente con sus equipos, aunque exista el programa de procema únicamente para supervisar los equipos y velar que se les de buen uso, cuando esto no se haga que se sancione a los responsables de los problemas.

La Secretaria de Agricultura debe ser reestructurada y su personal técnico evaluado cada 6 meses en aras a los resultados reales que se espera de cada técnico y premiar a los que más trabajan y obtienen mayores beneficios para el o los productores.

En la administración de mi partido, la Secretaria mantiene actitud de no renovar la direcciones regionales, en el primer gobierno nombró en las regionales a varios médicos veterinarios en lugar de nombrar Agrónomos, y no conforme con eso, en el 2004, volvió con el mismo personal para que continúen haciendo disparates, el resultado de eso es que durante varios meses en el mercado de San Cristóbal, la Yuca, Ñame, Batata, Plátano, Guineos, están a precios nunca antes vistos, y seis y diez meses son suficiente para producir esos víveres en cantidades suficientes.

En la Regional Sur Central se conoce de encargados de sub-zonas que no van y los técnicos tampoco van al campo, los directores regionales deben visitar las zonas, los encargados de zonas deben visitar las sub-zonas y estos las áreas de forma constante. Hay muchos factores que se dan para que caiga la producción en una regional, pero lo principal debe ser la supervisión y la corrección de las anomalías que casi siempre se dan y abundan cuando las cosas no se hacen como se debe.

Lo mismo podemos decir del Banco Agrícola, el cual debe programar con el productor seis meses antes de que llegue el momento de la siembra, y disponer de los recursos humanos y económicos para desarrollar los proyectos de los productores. Sin embargo, vemos que llega el momento de la siembra y entonces es que se programan los proyectos sin que el productor reciba los desembolsos en el momento preciso que debe recibirlos, ahora que los productores han dejado sus propiedades abandonadas y se han mudado para las zonas urbanas resulta un alto riesgo financiar a esos productores por que los recursos que reciben le dan mal uso, pagan deudas atrasadas, compran motores, etc.

Ahora se necesita un agente de desarrollo que sea muy capaz y que trabaje con honestidad y responsabilidad para que el dinero puesto en manos de un productor regrese al Banco Agrícola y se obtengan los resultados esperados del proyecto.

El Instituto Agrario, que ya no tiene razón de ser, basado en las cinco reformas Agrarias de América Latina, donde las tierras repartidas volvieran a manos de los terratenientes, en mi País que se habla de darles títulos a los parceleros, esto no es más que un gran disparate, por que al productor que se le da una parcela aun sin titulo la venden para mandar un hijo para el extranjero, si no es así vamos al Proyecto de la Hacienda Fundación de San Cristóbal, todos esos parceleros vendieron las parcelas por centavos y hoy los dueños las hacen solares haciéndose millonarios, pero lo grave de esta situación es que esos señores venden los solares con promesas de ponerles todos los servicios y cuando venden los solares se alzan con los millones y los ayuntamientos o el gobierno tienen que darles los servicios forzados por las protestas de los moradores.

Debería existir una ley o un acuerdo que cuando las parcelas entregadas no se dediquen a los fines para lo que se le dio al productor, y este decida darle otro uso, el 50 % del precio corresponda al Instituto Agrario para dedicar esos fondos a otro proyecto agropecuario, resulta inconcebible que un señor venga y de doscientos mil pesos por una parcela, la urbanice y le haga cuarenta millones y el Estado solo reciba la protesta y las huelgas para que les resuelvan los servicios que necesita la urbanización.

El autor es ingeniero agrónomo