miércoles, 1 de abril de 2009

Extraño barco de papel, un viaje fascinante a todas partes


Cuentos y relatos que seducen por la forma en que dibujan y perfilan unos personajes tan humanos y entrañables que el lector se siente dentro de cada una de las historias que pueblan este libro singular y tierno.


Por Leonardo Nin | © mediaIsla, Boletín 1118

Boston, MA.-Tomé el libro y no pude dejar de leerlo, el acertijo me perdió en sus páginas, como un Ícaro sin alas en un laberinto del que no se puede salir, del que no se quiere salir a menos que se llegue a la puerta diminuta del último párrafo. Di con él a través de uno de los siempre increíbles boletines de mediaIsla, anunciando, entre otros, Extraño barco de papel de Pilar Romano; ya había leído relatos de ella en más de un proSÁBADO, y qué alegría era la Pilar que tanto deseaba leer.

Pilar Romano básica

Pilar Romano nació en Corrientes, al nordeste de la República Argentina, lugar en el que vive. Empezó a escribir en la década de los 80, dedicándose a la narrativa. Tiene publicados tres libros de cuentos: Azahares y fantasmas, La plaza de los naranjos y otros sitios, Tiempo de lavar y la novela Inocencia plenaria. Sus trabajos aparecen en diversas antologías argentinas e internacionales.

El libro, sin lugar a dudas, es un viaje fascinante a todas partes, al adentro de esqueletos y memorias escondidas en el clóset del alma. Pilar Romano, más que prosista, es una cronista de mundos paralelos a lo real, a mundos tan verosímiles, sencillos y encantadores que pueden tocarse con las yemas mojadas de los ojos sonrientes buscando más y más entre los simbolitos negros...

Caminitos, memorias distantes plasmadas magistralmente, historias cortas, juguetonas e intensas, en las cuales sus atrevidos personajes nos invitan a navegar con perspicacia con las alas abiertas hacia archipiélagos y continentes de palabras y versos.

Después de haber navegado en el Extraño barco de papel, nos cabe preguntar:

—¿Quién es Pilar Romano?

—Pilar Romano es, en verdad, María del Pilar Muñoz. Al primer editor le pareció que el nombre era largo y no sonaba del todo bien. Elegimos entonces uno de los nombres de pila y mi apellido de casada, y así quedó Pilar Romano, que me gustó, porque tiene algo de fundacional. Soy una mujer, es decir no solamente un sexo, sino una situación, según he leído. Y soy, a veces, una situación un poco complicada. Escribo quizá por atrevimiento, creo en el poder de la palabra y tengo gran respeto por el idioma, inculcado por mi padre, por lo que siento cierto remordimiento por no utilizar su apellido. Con mi familia, mi, mis libros, mis esperanzas, mi sentido del humor y a veces algunos caprichos, vivo en el nordeste argentino, es decir, al sur.

—¿Este libro es por su naturaleza tan humana un libro autobiográfico?

—Es muy difícil contar un fragmento de vida sin haber vivido o sido testigo de algo semejante. Los cuentos de "Extraño barco de papel" son, tal vez, un disimulado enlace por la palabra, de la vida contada y la vida con la que conté, es decir, la que he vivido, o de historias ciertas que uno conoció. Pero trato de eludir la complacencia con que suele abordarse la biografía.

—Feminismo, voces de mujeres silentes, virginidad, locuras e inocencia. ¿Qué provoca a Pilar Romano escribir estos temas llenos de cotidianeidad?

—Me gusta husmear en los ámbitos ocultos de las mujeres; para llegar a ellos transito por la ficción y la cotidianeidad y luego trato de exhibir lo mirado y la mirada. Una mirada que es, o al menos lo intento, reivindicatoria del género. Pero quiero aclarar que no todas mis historias son protagonizadas por mujeres.

—¿Son la niña frente al charco de agua, la Yolanda y las demás mujeres de tus relatos, Pilares incógnitas en meses de julio?

—No soy ciento por ciento imaginativa ni con tanta fantasía como para crear de la nada a las mujeres que aparecen en las historias. Siempre se cuela algo de mí. Creo que cuando escribimos, hacemos partícipe al lector de algunos de nuestros propios rasgos, y aunque no sea éste nuestro propósito, en algún momento se produce un tironeo entre el autor y el personaje.

—El cinismo, la apatía, la venganza callada de las mujeres de los cuentos, los escapes a sus santuarios cotidianos ¿qué mensaje quiere mostrarnos Pilar Romano con esas historias? ¿Feminismo? Pero el feminismo que yo conozco es diferente.

—No pretendo solamente escribir historias de mujeres incomprendidas o perseguidas por alguna vivencia que las marca, sino también reflejar las relaciones entre hombres y mujeres, mostrando lo que no siempre se ve detrás de algunas conductas femeninas.

—Los ambientes en tus historias son muy originales, cuidadosos y a la misma vez, provocadores. ¿Por qué la naturaleza de la prostitución? ¿Algún propósito especial?

—Tal vez por el deseo de extirpar de la memoria de la protagonista la sordidez de algún acto vivido en tiempos de humillación, para que pueda justificar ante sí misma su circunstancia y tenga la posibilidad de vivir un tiempo de absolución, si es que se siente culpable. La redención, en un caso por el arte, aparece en estos cuentos.

Y también por el desafío que significa introducirse, a través de la palabra escrita, en un ámbito prohibido hasta de nombrar para las jóvenes de mi época. Has tenido a delicadeza de no preguntar, pero me animaré con un eufemismo: he vivido seis décadas.

—Sabemos que has desarrollado una intensa trayectoria literaria con títulos como "Azahares y fantasmas", "La plaza de los naranjos y otros sitios", "Tiempo de lavar" e "Inocencia Plenaria". ¿Dónde crees tú que encaja este nuevo proyecto en comparación con tus otras obras? ¿Por qué leerlo y porqué el lapso?

—No considero que mi trayectoria literaria haya sido muy intensa, es la que he podido desarrollar, siendo que no voy a una cabaña a escribir, ni alquilo un departamento para ello, ni siquiera tengo una habitación en la que exclusivamente escribo. Y empecé recién en la década de los 80s. Antes trabajaba, si bien con la palabra, pero redactando, que es distinto a escribir literariamente. Y me costó despojarme del estilo administrativo; un escritor compatriota tuyo me ayudó mucho en eso, a veces con cierta "crueldad", que ahora agradezco.

"Extraño barco de papel" no marca un cambio notable de rumbo en ésta mi trayectoria, como la llamas, pero creo que es una salsa que ha hervido más que las otras y ha condensado los sabores. Y me gustaría que lo lean para eso, para adentrarse en historias cambiantes, contadas sin profusión de adornos pero con respeto por el bien decir, tratando de resaltar la esencia y para encontrarse, en estas historias, con personajes a los que he tratado de darles humana encarnadura.

¿El lapso? Creo que la pregunta se refiere al transcurrido desde la publicación anterior, que fue en 2007. No es tanto tiempo. Y se debe, en parte, a lo que dije antes, en cuanto a que no vivo de la literatura, a que todavía tengo tareas que cumplir y a que, aún estando ante la realidad como un vampiro con colmillos en las orejas o buceando en la fantasía o la memoria, no todos los días uno siente que se ha encontrado con material para una historia. Y cuando sucede, después hay que escribirla. Y corregirla, Y reescribirla.

—La narrativa argentina está llena de grandes exponentes ¿Cuál es tu predilecto? ¿Te consideras influenciada por algún autor específico? Aparte de tu libro ¿Nos recomendarías a alguien en específico?

—Pienso que uno tiene un autor predilecto en distintas etapas de la vida y eso me ocurre. Pero el que siempre regresa es Cortázar y a quien admiro cada día más es al Borges de los geniales cuentos. También disfruto leyendo a Abel Posse, a Manuel Mujica Lainez, a Luisa Mercedes Levinson; la lista es larga y riquísima. Y hay un narrador comprovinciano, correntino, que ha obtenido en estos días un premio importante en España, José Gabriel Ceballos, a quien leo con placer; recomiendo que lo busquen y lean.

Y quiero nombrar también a autores rioplatenses: Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández, Eduardo Galeano, el inagotable Mario Benedetti.

No me siento capaz de determinar si algún autor de los buenos ha influenciado en mi escritura, aunque tal vez, inconscientemente, haya tratado de parecerme a más de uno.

—¿Cuál mensaje final le dejaría Pilar Romano a nuestros lectores? ¿Dónde se puede adquirir "Extraño barco de papel"?

—El mensaje, o más bien la reflexión, es que debemos aprovechar el singular momento de intimidad lector-autor, en el que podemos decidir, como lectores, el color de los ojos de algún personaje, o cómo es el beso que se dan los protagonistas, o a qué huele el cuarto en el que se desarrolla una instancia de la historia, es decir, somos parte y no solamente espectadores de la obra creativa y por tal razón ésta nos enriquece de manera especial y se incorpora a nuestra subjetividad, yo diría para siempre.

Extraño barco de papel puede obtenerse tanto a través de www.mediaisla.net como de www.amazon.com. Hay otras obras allí, como Pas de deux de Ramón Tejada Holguín y René Rodríguez Soriano y La llama insomne de Sally Rodríguez, libros que hacen parte del ambicioso proyecto que mediaIsla se apresta a poner en marcha para beneplácito del cada día creciente número de habitantes y ciudadanos de ese puente de respeto y buena convivencia. [Leonardo Nin, escritor dominicano residente en Boston, MA]~

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