El viernes 16 de enero de 2009, a las 09:50 horas, fue detenido el periodista Miguel Badillo. La detención fue ejecutada por dos patrullas de la policía bancaria (una de ellas con número de placa A14-08). Los agentes bajaron al reportero de su automóvil en las inmediaciones de su domicilio, ubicado al sur de la ciudad.
El director de las revistas Contralínea, periodismo de investigación y Fortuna. Negocios y finanzas fue informado por los policías que la orden de aprehensión se deriva del supuesto expediente 749, radicado en el juzgado 38 de lo civil, promovido por la empresa Multigas, propiedad del Grupo Zeta Gas. No obstante, el abogado defensor Horacio Gómez Mendieta informa que dicho expediente no obra en el juzgado. Tampoco existe la orden de detención.
Supuestamente, la policía bancaria daba cumplimiento al exhorto que emitió el juez Décimo Tercero de lo Civil del Primer Partido Judicial de Guadalajara, Jalisco. El periodista fue trasladado al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Gobierno del Distrito Federal.
El expediente al que hicieron alusión los policías se vincularía con la serie de demandas y amenazas realizadas por el Grupo Zeta Gas en contra de Miguel Badillo, también autor de la columna Oficio de papel, de la reportera Ana Lilia Pérez (quien ya tiene orden de detención) y de la revista Contralínea.
Jesús Alonso Zaragoza López, accionista mayoritario de Zeta Gas, presentó las primeras demandas el 16 de agosto de 2007, ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), por supuesto "daño moral", expediente 757/07.
El 5 de agosto de 2007, a las 15:30 horas, los abogados Graham Alberto Zubía Félix, Francisco Cuellar Ontiveros, Diego Romero Velasco y Juan Manuel Aguilar Maya –representantes de Zaragoza López y de Grupo Zeta–, encabezados por el actuario Juan Manuel Aguilar Maya y el perito auxiliar Sergio Guillermo González Pulido, irrumpieron en las instalaciones de la revista Contralínea. Los abogados estuvieron acompañados por guardaespaldas armados y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. Entonces, los representantes de Jesús Zaragoza amenazaron con desaparecer a la revista y exigieron que se revelaran las fuentes de información.
El 12 de septiembre pasado, los periodistas y el medio presentaron una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por el acoso judicial y las amenazas de muerte en su contra.
A las 12:50 horas, Contralínea presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal por la retención ilegal del periodista Miguel Badillo. Ésta es una agresión a la libertad de expresión y al derecho a la información, garantizados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
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