miércoles, 25 de febrero de 2009

Dominicanos celebran aniversario nacimiento padre de la patria Matías Ramón Mella


Fuente: lanaciondominicana.com


Santo Domingo, RD.- La nación dominicana celebra este miércoles el 193 aniversario del nacimiento del prócer Matías Ramón Mella, uno de los tres padres de la patria, junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.

De los tres fundadores de la República, Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las actividades políticas de una sociedad precapitalista.

Mella nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo.

Sus padres eran Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo.

De joven se alistó al ejército y formó parte de los regimientos 31 y 32.

Se destaca dentro de los independentistas por su gran conocimiento en operaciones de guerra y manejo de armas.

Realizó la alianza entre los trinitarios y los reformistas haitianos que combatían contra Boyer.

Esto trae como consecuencia que el 16 de enero de 1844 firme el Acta de Separación, en la cual se proclama la necesidad de separarse de la opresión haitiana y se hace oficial la unión de liberales y conservadores.

Mella se incorporó muy joven a la Sociedad Secreta “La Trinitaria”.

Fue uno de los firmantes del manifiesto del 16 de enero de 1844, el cual fue redactado por Tomás Bobadilla y que entre otras cosas expresaba: “Los dominicanos han tomado la firme resolución de separarse para siempre de la República Haitiana y constituirse en estado libre y soberano”.

Durante la guerra de independencia fue asignado a la Región Norte para impedir la penetración haitiana.

En la proclamación de la Independencia, el 27 de febrero de 1844, Mella disparó el famoso trabucazo que anunció el nacimiento de la República Dominicana.

Mella fue el que proclamó a Duarte como presidente de la Junta Central Gubernativa para evitar que triunfaran los afrancesados, que eran partidarios del colonialismo en lugar de la Independencia.

Por mantener esa actitud Pedro Santana lo expulsó del país y se mantuvo en el exterior hasta 1848 cuando regresó amparado en la amnistía del presidente Manuel Jiménez.

Mella fue uno de los luchadores más aguerridos, participó en dos grandes guerras: la Independentista y en la Restauradora.

Murió el 4 de junio de 1864 en Santiago.

Sus restos descansan en el Altar de la Patria junto a los de Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.

BIOGRAFÍA

Matías Ramón Mella:

De los tres grandes próceres del siglo 19, fundadores de la República, Matías Ramón Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las actividades políticas de una sociedad precapitalista.

Matías Ramón (que, por error, anteriormente se le llama Ramón Matías) nació el 25 de febrero de 1816 en la ciudad de Santo Domingo, hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo Álvarez. En Santo Domingo creció y vivió, adquiriendo en su adolescencia y primera juventud fama de hombre de valor. Se le reputaba como muy diestro en el uso de la espada y el sable.

Como de otras figuras de la historia dominicana, poco sabemos de la vida de Mella en sus primeros tiempos. En 1835, a los 19 años, es nombrado "Preposé", o encargado de la común de San Cristóbal. Al parecer allí se dedicó también al negocio del corte de madera, actividad de la que también se ocupaba Antonio Duvergé, lo que supone que se conocieron desde entonces.

Mella contrajo matrimonio a los 20 años con la joven María Josefa Brea, perteneciente a una familia burguesa importante, aunque ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, según hizo constar en el testamento fechado 5 de mayo de 1859. Fue ya casado, cuando al parecer adquirió sus bienes y propiedades, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.

No se sabe tampoco cuándo conoció a Juan Pablo Duarte pero, fundada la sociedad secreta "La Trinitaria", se adhirió a ella en calidad de "comunicado", junto a Francisco del Rosario Sánchez y Félix María del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó para sustituir a Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones que le encomendara de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos cuando se organizara el movimiento de La Reforma (paso previo para alcanzar la independencia).

Todavía en 1842 residía o visitaba con frecuencia a San Cristóbal, ligado al negocio del corte de madera. En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de la isla, para hacer contactos con los revolucionarios reformistas adversarios del presidente haitiano Boyer.

La táctica correcta de Duarte de aliarse con los enemigos de Boyer encontró en Mella un agente capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Herard querían el derrocamiento del presidente de la República que tenía más de 25 años gobernando, y cuyo mandato se había convertido en una represiva dictadura, situación que facilitaba los planes de Duarte frente a tal régimen.

A su regreso de Los Cayos, luego del derrocamiento de Boyer, Mella se trasladó al Cibao Central como agente propagador del ideal republicano. Cuando Charles Herard, como presidente de la República haitiana, visitó la parte oriental, a su paso por esa región ordenó la prisión de Mella, Rafael Servando Rodríguez y del sacerdote Juan Puigbert, acusándolos de querer destruir el ejército y los remitió a Puerto Príncipe donde permanecieron dos meses detenidos, regresando en septiembre a la parte oriental.

Los sucesos se precipitaron y, en ausencia de Duarte, junto a Sánchez, se activaron los preparativos revolucionarios. En enero de 1844, Mella ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se la llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.

En la noche del 27 de febrero de 1844 es de los primeros conjurados en llegar a la Puerta de la Misericordia. Exhorta a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz e impulsivo, Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de la Misericordia, partiendo desde allí los conjurados hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la República e izada la Bandera Dominicana.

Proclamada la República, forma parte de su primera Junta Central Gubernativa, presidida primero por Sánchez y luego por Tomás Bobadilla, convertido en la figura determinante de la misma. Para los primeros días de marzo parte para el Cibao como Gobernador del Distrito de Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad es el jefe político y militar de la región más importante del país.

Ostenta el rango de Coronel del naciente Ejército Nacional, que será el Ejército Libertador. Hace venir a José María Imbert desde Moca y lo nombra su segundo en el mando militar.

A mediados de marzo llega a territorio dominicano el señor Teodoro S. Heneken, procedente de Cabo Haitiano, y advierte a las autoridades las intenciones de invasión por parte de Haití. Solamente Mella es receptivo a los informes del viajero. Deja instrucciones a Imbert de lo que debe hacer y recorre la región reclutando hombres y tomando posiciones que revelan su gran capacidad militar organizativa.

Cuando comienza la batalla de Santiago, Mella no se encuentra en el lugar del combate, aunque parte importante de los méritos son suyos porque dispuso las primeras instrucciones y escogió a Imbert como su lugarteniente.

Los acontecimientos tomaron un giro diferente después de la victoria en la Batalla de Azua el 19 de marzo. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República. Esa acción rompió el equilibrio de las fuerzas que dirigían la joven República y terminó imponiéndose el sector social más atrasado, encabezado por Pedro Santana y Tomás Bobadilla.

Los auténticos héroes nacionales son declarados traidores a la patria y expulsados de por vida del territorio nacional. Mella volvió al país en 1848, junto con Sánchez, amparado por una amnistía decretada por el presidente Manuel Jiménez.

Cuando Faustino Soulouque invade el país, Mella se incorpora al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de Las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. Luego de la renuncia del Presidente Jiménez, es electo Buenaventura Báez como Presidente de la República, en septiembre de 1849, quien lo nombra Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Separados y enemigos Santana y Báez, Matías Ramón Mella seguirá al lado del primero, pues siempre lo prefirió ante el segundo, hasta que la causa de la anexión a España los enemistó para siempre.

Entre 1858 y 1861, cuando rechaza frente a Santana el proyecto de anexión, ocupará Mella importantes cargos civiles y militares: Comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado. En enero de 1861 se disgusta con Pedro Santana por éste anexar la República a España.

En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.

Y lo demuestra cuando se inicia la Guerra Restauradora. incorporado al Movimiento en agosto de 1863. Se le confiaron importantes misiones. Viajó al sur atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino. Es designado Ministro de la Guerra y elabora el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.

El general Mella, mientras rendía sus útiles servicios a la causa, es afectado de disentería y exhala el último aliento en extrema pobreza el 4 de junio de 1864. Vivía entonces en una destartalada casita, de las improvisadas después del incendio, sita al pie del fuerte San Luis, en Santiago de los Caballeros.

Murió con la singular distinción de ser dos veces Prócer de la República y pidió que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional, lo cual se hizo.

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