La historia gira como gira el mundo, esta vez le toca a Israel

Por Luis Arias Manzo

A casi dos meses de iniciada la agresión contra la Banda de Gaza por el Estado de Israel, hecho que ha causado, con justa razón, virulentas reacciones entre los poetas de nuestro movimiento, y que ha enardecido los ánimos en un sano intercambio de pareceres, de puntos de vista, de apreciaciones, de posiciones, ha llegado la hora de hacer una pausa en las pasiones despertadas por este doloroso acontecimiento, que quedará en la historia como un episodio negro, que una vez más, enluta a la humanidad.

A pocas horas de iniciada esta matanza contra una población debilitada por los acontecimientos que se arrastran desde años, nosotros alzamos la voz para condenar el hecho y exigir el cese del fuego y el retiro inmediato de las fuerzas invasoras. Y estoy convencido de que no nos hemos equivocado en nuestra posición.

Noto con cierta preocupación una actitud en nuestros poetas guerreros, y es que los poetas del mundo tienden a enredarse cuando los hechos que golpean las conciencias, se atrincheran al abrigo de cosas localistas, olvidando que somos “poetas del mundo” y no poetas de una raza, cultura, creencia, religión, continente, país, nación o tribu. Quiero decir que somos poetas que defendemos nuestro “proyecto humano”, defendemos la vida, el derecho a existir en una cohabitación sana y de igualdad.

Nosotros decimos que los conflictos se arreglan de dos maneras, o es por la razón, o es por la fuerza, si es por la razón, es porque el diálogo se impuso, el diálogo se construye a través de la palabra, y la palabra es la materia prima del poeta. Cuando los conflictos se arreglan por la fuerza, es porque la palabra fracasó. Nosotros apostamos a que el hombre se entienda a través de la razón, es decir, que la fuerza de la palabra se imponga por sobre la fuerza de las armas. Los poetas sabemos de eso, porque somos artesanos del verbo, entonces, hoy más que nunca en la historia de la humanidad, el poeta está llamado a intervenir en los asuntos del planeta y del hombre.

En estas últimas semanas he leído cosas aberrantes, y me preocupa, porque se ha tratado de justificar lo injustificable, es decir, se ha tratado de justificar la muerte de inocentes, niños, mujeres, etc.…, el genocidio. Se ha dicho que Israel sólo se defiende de ataques de los palestinos, entonces su arremetida implacable se debe entender, ¿Es como decir que debido al ataque de los japoneses a Pearl Harbor, justifica las bombas atómicas lanzadas por los Estados Unidos de América contra Hiroshima y Nagasaki? Mi apreciado amigo, poeta del mundo, Ernesto Kahan, me recordaba, no hace mucho, su libro “Genocidio” que con mucho honor tengo en mi biblioteca, bello libro, ejemplar, un libro que debería ser leído en los colegios de todo el mundo, un libro que trata de dos genocidios, el Holocausto y las bombas contra estas dos ciudades de Japón, co-autores: Taki Yuriko y Ernesto Kahan, ambos poetas del mundo, editado en una bellísima edición trilingüe, tuve el honor de comentarlo preliminarmente, y decía: “Recién abro estas páginas y ya siento escalofrío, y ya mi corazón siente el martilleo de la indignación y de la impotencia, y todo se me transforma en las callejuelas de mi recuerdo recóndito. ¿Qué fue lo mío bajo los oscuros años de las dictaduras latinoamericanas? ¿Qué fue mi tortura cuando los fríos vientos de la Operación Cóndor soplaban por los valles de los Andes? Nada, o muy poco, al lado de estos dos genocidios ocurridos en el siglo XX que enlutan para siempre a la humanidad. Por ahí dije que “el poeta no dejará de visitar ningún barrio para llevar la palabra, como si ésta fuese lluvia que cae sobre la tierra, haciendo ver un espectáculo de gracia, como si fueran flores para los ojos de la humanidad” Y eso es bien cierto, Ernesto Kahan y Taki Yuriko han ido hasta el fondo del abismo para rociar de esperanzas el futuro del hombre”.

Mi bellísima amiga Bella Clara Ventura, como buena poeta, usaba una metáfora para referirse al problema, decía que “al niño se le habla varias veces por la buenas y si no entiende…” ¿Quiso decir que el niño sería Palestina e Israel la madre? No sé nada de historia bíblica, pero alcancé a entender en mis años jóvenes que tanto Israel como Palestina nacieron de la pelea de dos hermanos ¿quién es la madre? Me pregunto, tiendo a pensar que en el contexto del mundo presente, sólo podríamos decir que la madre sería “LAS Naciones Unidas” y ésta, aunque bastante desnutrida por el machismo de de sus hijos mayores [LOS Países Desarrollados], aún así le ha hablado varias veces por las buenas [Resoluciones de la ONU] a unos de los hijos peleadores [el grandote que maltrata al más chico] pero jamás ha recurrido a la fuerza. La madre, por ley natural, por ley biológica y por ley racional, siempre se pone del lado del hijo más débil, al menos así fue en mi familia [somos 8 hermanos y hermanas, y bastante peleadores]. Y los poetas del mundo, siempre, siempre, debemos estar del lado del más débil.

¿Cuándo es el día en que nos sentaremos todos juntos a compartir el pan, como hace dos mil años, en una cena de hermandad, de amor, de fraternidad…? ¿Qué nos sucedió desde entonces? ¿Era la última cena? ¿Ya no habrá otra?

En estas últimas semanas he recibido de todo: insultos, presiones, chantajes, groserías y hasta amenazas, todo porque he tratado de ser justo, todo porque me he situado al lado del que sufre, al lado del débil, como sin vacilación alguna, me volvería a poner al lado del pueblo judío frente a la impresionante maquinaria de guerra y exterminio nazi, o como me pondría al lado, otra vez, sin vacilación alguna, del japonés inocente, calcinado bajo el fuego de las bombas atómicas americanas.

La historia gira como gira el mundo, esta vez le toca a Israel poseer la fuerza económica, el poderío de la inteligencia militar y la tecnología armamentista.
¿Mañana quien sabe?

Epílogo: Han sido semanas virulentas, pero sumamente enriquecedoras, porque al calor de las apasionadas intervenciones, poetas del mundo, ha salido fortalecido. Tenemos un material de poesía, pensamientos, análisis, que por su categoría y riqueza, son impresionantes. Ahora debemos caminar hacia la síntesis que nos debe conducir hacia la unidad definitiva del poeta, del poeta del mudo, del poeta que mira la existencia humana como el proyecto supremo de la vida, jamás de la muerte.